Estas señales negativas posteriores a la contratación no son el fin del mundo

7 señales negativas que quizás no percibas hasta después de haber contratado a alguien

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Actualizado 01 | 03 | 2021 07:00

Contratación empleados

Durante el proceso de entrevista, hay algunas señales de alerta que serán evidentes de inmediato para un empleador. Desafortunadamente, también hay algunas que pueden pasar desapercibidas, y solo después de que la contratación comienza a funcionar, la empresa se da cuenta de que pueden haber cometido un error.

Sin embargo, estas señales negativas posteriores a la contratación no son el fin del mundo. Al abordar el problema de manera proactiva e identificar la mejor manera de mitigar cualquier daño potencial que puedan causar, este tipo de situación generalmente se puede rectificar fácilmente. Estas son algunas de las señales de alerta que las empresas pueden no notar hasta más tarde y cómo los líderes empresariales pueden responder adecuadamente a ellas.

  1. Mala comunicación: Una pequeña pero significativa señal de alerta es si un candidato se comunica mal, no responde de manera oportuna, da respuestas breves e inútiles o no brinda información relevante cuando se le pregunta. Trabajar con alguien que no es abierto y comunicativo puede paralizar el trabajo y crear frustración, ahora más que nunca desde que gran parte del mundo ha comenzado a trabajar desde casa. Da ejemplos de lo que crees que es una comunicación adecuada. Algunas personas son reticentes y pueden necesitar sentirse más cómodas. Si crees que ese es el caso y que el nuevo empleado es hábil, dale tiempo y trata de ser más amigable para que se abra.
  2. Falta de entusiasmo por el puesto: Es normal que un empleado no se entusiasme por todos los aspectos de su trabajo, pero es importante mantener la curiosidad al respecto para que no experimente el agotamiento. Si el candidato no hace preguntas o no tiene la actitud correcta, podría ser un problema más adelante. Si notas una falta de entusiasmo o curiosidad después de que ya haya sido contratado, podría ser útil tener una reunión separada en la que puedas analizar los problemas y llegar a una solución.
  3. El hábito de cotillear: Si tu nuevo empleado ya está hablando negativamente de otros miembros del equipo pocas semanas después de su contratación, piensa si vale la pena mantenerlo. Lo más probable es que sus hábitos empeoren con el tiempo a menos que tengas una conversación estricta sobre los chismes desde el principio. Si no abordas el problema temprano, corres el riesgo de que se cree un entorno de trabajo muy tóxico.
  4. Un ajuste cultural pobre: La cualidad más difícil de medir es cómo encajará un candidato en la cultura de la empresa. Durante la entrevista, puede estar nervioso o tan concentrado en dar una buena impresión que no se obtiene una imagen real de quién es como persona. Lleva tiempo ver cómo se adapta y asimila en la empresa. Desafortunadamente, no hay una solución fácil para esto y es posible que tengas que tomar una decisión difícil si no parece estar tirando en la misma dirección que el resto del equipo.
  5. Falta de conocimiento tecnológico: La falta de conocimiento tecnológico es siempre una señal de alerta oculta que causa problemas importantes más adelante. Si un nuevo empleado está luchando con problemas básicos del ordenador, la capacitación puede mejorar el problema, así como configurar navegadores y ordenadores de escritorio para que sean minimalistas. Sin embargo, es mejor exigir una prueba de tecnología antes de contratar a un candidato para evitar que te ponga en una situación en la que estés enseñando habilidades técnicas básicas. Pide a los mejores candidatos que completen un conjunto de tareas delineadas para que puedas estar seguro de que son capaces y rápidos con el ordenador.
  6. Mala gestión del tiempo: Cualquiera puede llegar a una entrevista a tiempo y enviar la información necesaria cuando se le solicite, pero ser puntual en el trabajo y bueno en la gestión del tiempo no es algo que se puedas comprobar en un currículum. Verificar las referencias de un candidato puede ayudar con esto, pero es posible que, desde el principio, un nuevo empleado no cumpla con los plazos y carezca de la actitud puntual requerida. La mejor manera de proceder en esta situación es abordarlo con suavidad. Hazle saber en una conversación semi casual que has notado que es posible que no esté cumpliendo con los estándares departamentales y luego bríndale la oportunidad de corregir su comportamiento. Es posible que su entorno de trabajo anterior tuviera diferentes actitudes hacia la puntualidad, y el nuevo empleado generalmente estará ansioso por dar la impresión correcta.
  7. Procrastinación: Puedes notar después de una semana o dos que tu nuevo empleado se está retrasando en sus asignaciones. Esto podría ser una señal de que estás tratando con un procrastinador. En lugar de dejar que el problema empeore, programa una reunión individual con el empleado y llega a la raíz del problema. Si resulta que tuvo una mala semana, puedes ajustar su horario y ayudarle a encaminarse. Incluso si descubres que estás lidiando con un procrastinador, puedes trabajar con él y darle responsabilidades, y es posible que tenga el potencial de convertirse en un empleado estrella.

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