Existen pequeños detalles que socavan tus habilidades de liderazgo, por lo que es vital abordar estos pequeños signos ya que pueden agravarse con el tiempo. A veces, sin embargo, puedes pasar por alto comportamientos negativos más importantes que afectan tu capacidad para liderar.
Estos comportamientos pueden surgir una y otra vez en tus revisiones de 360 grados o mediante comentarios directos. Si no recibes comentarios (lo cual no es aceptable), aquí hay algunos signos que debes tener en cuenta para mejorar tus habilidades de liderazgo.
Ignoras la necesidad de un equilibrio entre el trabajo y la vida personal
Dado que las personas trabajan desde casa o de manera híbrida, es aún más crucial dar un ejemplo de equilibrio entre el trabajo y la vida personal para mitigar el agotamiento de tus equipos.
Una de las formas en las que demuestras que no crees en el equilibrio entre el trabajo y la vida privada es enviar correos electrónicos a todas horas: fines de semana, entre semana o fuera de horario de trabajo. Si bien es posible que no esperes una respuesta, tus equipos sienten que necesitan hacer un seguimiento. De lo contrario, suponen que crees que no se preocupan por su trabajo.
Deja de enviar correos electrónicos a altas horas de la noche o los fines de semana; guárdalos en tu bandeja de salida. Enviar correos electrónicos fuera de horario es una de las formas más rápidas en que un líder puede desmotivar a un equipo. Por supuesto, si hay una emergencia, comunícate con tu equipo fuera del horario laboral. Pero la mayoría de las veces, los correos electrónicos, mensajes de texto y otras comunicaciones pueden esperar, especialmente ahora que todos trabajan desde casa y necesitan algún tipo de línea divisoria entre el trabajo y la vida personal/familiar.
Permites el mal comportamiento del equipo ejecutivo
Puedes esperar que, trabajando en equipo, siempre habrá alguna dinámica interpersonal que cause fricciones. Hay momentos en los que surgen desacuerdos y conviene entablar una respetuosa discusión sobre cómo avanzar en estrategias e iniciativas. Pero un mal comportamiento deliberado del equipo ejecutivo no se puede tolerar. Los miembros más jóvenes del equipo pueden ver y escuchar lo que está sucediendo, incluso a puerta cerrada. Aceptar el mal comportamiento con el tiempo inhibirá el pensamiento creativo y estratégico. No permitas que los empleados vean que el mal comportamiento se recompensa con un puesto en el equipo ejecutivo. Este efecto de goteo destruirá, con el tiempo, la cultura de tu empresa.
Tus equipos están a la defensiva
Otra área en la que debes centrarte es en cómo te están respondiendo tus equipos. Como prueba, observa estas dos cosas:
- Cómo te llegan las respuestas por correo electrónico.
- Cómo reaccionan los miembros del equipo en las reuniones.
Si notas un patrón de personas que reaccionan a la defensiva, investiga más. Tu equipo puede ponerse a la defensiva cuando eres demasiado exigente con tus críticas. Piensa en cómo puedes flexibilizar tu estilo de comunicación con cada miembro individual del equipo para que puedan hacer su mejor trabajo.
Te preocupa más ganar que escuchar
Si crees que tienes la respuesta “correcta” cuando se debaten ideas en una reunión, puede ser difícil estar callado. Deseas dirigir la solución para que la reunión sea más eficiente e incluso termine antes. Además, “ganar” y que tus ideas sean las que se ejecuten siempre, sienta bien.
Pero este enfoque eventualmente hará que los miembros del equipo ya no compartan sus ideas. Reduce la velocidad y deja que tu equipo comparta sus opiniones. Quieren ser reconocidos por sus excelentes ideas y trabajo mientras aprenden en el proceso. Adoptar el enfoque lento ayuda a tu equipo a ganar confianza y generar mejores ideas. No aceptes ideas deficientes, pero escucha a tu equipo, siempre.
Estás microgestionando
La microgestión es una trampa en la que todo líder cae en algún momento de su carrera. Esta trampa puede hacerte daño a ti y a tu equipo. Si estás microgestionando, no puedes salirte de los detalles y pasar a proyectos más creativos. Pero la microgestión es aún más tóxica para tu equipo. Debido a tus tendencias de microgestión, le demuestras a tu equipo que no confías en ellos para solucionar una situación. Con el tiempo, tu equipo puede dejar de preocuparse y pensar que tú harás el trabajo.
Es difícil salir del ciclo de la microgestión. Un método rápido es mirar tu agenda y determina todas las reuniones que puedes delegar en un miembro del equipo. Luego, obviamente, no vayas a esas reuniones.
Asegúrate de buscar las señales de que necesitas mejorar tu estilo de liderazgo. Cuida las áreas de gran crecimiento para que puedas concentrarte en los pequeños detalles de la motivación de tu equipo.
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