Hoy en día todo el mundo tiene una marca. Gracias a las redes sociales y al mundo digital, la creación de marcas está actualmente en crecimiento, desde grandes empresas hasta celebridades y emprendedores.
El dinero es útil, pero no determina la longevidad de una marca. Entonces, ¿cómo se crea una marca fuerte, atemporal y reconocible? Una base sólida y un vínculo emocional con tu audiencia son esenciales para cualquier emprendimiento, ya sea un servicio, producto, evento, aplicación, lugar o incluso tu propia marca personal. Es más difícil destacar cuando todos están desarrollando una marca, por lo que es esencial descubrir tu propio “espacio en blanco”. Este es el lugar donde tu marca puede florecer y alcanzar su mayor potencial.
Errores al construir tu marca
- La marca como guía de estilo. Tu marca no es una guía de estilo. La esencia del branding es desarrollar un estilo de vida de marca que abarque la identidad, los valores y el propósito de tu empresa en todos los puntos de contacto.
- Mensaje largo e inespecífico. La voz y el mensaje de marca son dos de las claves con las que las marcas se diferencian en el mundo actual. El tono de voz de tu marca está determinado por tu personalidad y carácter y debe condensarse en tres a cinco palabras. Eso no cambiará después de que tu voz y tu carácter se hayan establecido como piedras angulares. Dependiendo de la plataforma, el objetivo y la audiencia, utilizarás diferentes mensajes en tu página web, páginas de redes sociales, anuncios e incluso tu correo de voz.
- Alejarte de tu plan de objetivos. Es posible que tengas la tentación de apresurarte a aplicar una estrategia todos los años, pero si lo haces bien, terminarás ahorrando un montón de dinero. La estrategia debe servirte como una base firme. «Probar, aprender, modificar, repetir» es una estrategia maravillosa para el marketing digital, ya que te permite recopilar datos en tiempo real sobre lo que está funcionando. Sin embargo, al desarrollar una marca, es más importante tener claridad y conocimiento sobre cómo mantenerte leal al ADN de tu empresa, destacar de la competencia, atraer a tu mercado objetivo y alinearte con la cultura popular.
- Venta de productos sin cumplir una promesa. Por supuesto, debes vender tus bienes y servicios, pero para diferenciarte de la competencia, establecer credibilidad y controlar los precios, necesitas tener una marca sólida. En lugar de utilizarse únicamente para comercializar productos, la marca debe basarse en principios básicos que hagan avanzar a la sociedad o aborden problemas. Concéntrate en ofrecer una sensación, una experiencia y una solución. Un ejemplo sencillo pero inspirador sería Starbucks, que ofrece algo más que café; también una experiencia centrada en la comunidad. O Patagonia, conocida por su compromiso medioambiental.
- Funcionar en el vacío. Muchas marcas cometen el error de operar en el vacío y aislarse de las mareas cambiantes del comportamiento y la cultura del consumidor. Es fundamental liberarte de esta perspectiva solitaria considerando constantemente la importancia y el efecto de los proyectos y el contenido que produce tu empresa. Para comprender los comportamientos y los momentos de receptividad de tu público objetivo, sumérgete en sus experiencias y conversaciones culturales. Las empresas exitosas participan activamente en la cultura y cambian con las tendencias sociales mientras se adhieren a sus principios y misión básicos.
- No comprender el impacto de la cultura empresarial. Tu arma oculta es la cultura empresarial. Activar tu marca internamente y dar vida a tus creencias y visión en cada contacto y elección es más importante que simplemente ofrecer beneficios y recompensas. Tener el personal y la atmósfera adecuados es esencial a medida que tu marca se expande. A la luz de las expectativas contemporáneas de apertura y presencia continua online, la cultura interna de tu empresa sirve como la cara pública de tu negocio. Fomenta la comunicación abierta, da más autoridad a tu personal y cultiva una atmósfera que valore la originalidad, la creatividad y la sinceridad.