La rápida adaptación a una nueva normalidad por parte de empresas y profesionales ha tenido un sorprendente efecto sobre la forma de trabajar que conocíamos y que considerábamos inamovible, trayendo consigo algunos cambios que han revolucionado el ámbito laboral.
En este contexto, los expertos de la startup Sesame HR han detectado los principales cambios que la pandemia ha traído a nuestras rutinas de trabajo tras su experiencia con más de 5.000 pymes y grandes compañías:
- La tecnología como aliada. El teletrabajo lleva intrínseco el uso de las nuevas tecnologías, pero ¿hasta qué punto han cambiado nuestra forma de trabajar? Las TIC nos han permitido llevar nuestros puestos de trabajo al hogar, digitalizando tareas que antes requerían presencialidad: reuniones, firma de documentos, presentaciones o el control de turnos son solo algunos ejemplos de acciones cuya realización en remoto se ha normalizado completamente.
- Trabajo híbrido. Esta es una tendencia que propició y aceleró la pandemia y que cada vez se está convirtiendo en un estándar para más organizaciones. La combinación del teletrabajo y la presencialidad ofrece a los profesionales una mayor comodidad y la posibilidad de alternar entre espacios según sus necesidades, mientras que para las empresas se convierte en un atractivo extra para captar talento.
- Flexibilidad horaria. Esta es, indudablemente, una de las grandes ventajas que el teletrabajo ha traído consigo. La necesidad de conciliar vida familiar y laboral gracias a un modelo de trabajo más flexible marcó el confinamiento y ya se asume como un requisito en empresas de diversos sectores.
- Control productividad y control horario remoto. Otra de las ventajas que ha generado el teletrabajo ha sido la implantación de soluciones globales para control horario y la organización de equipos. Las compañías han detectado la urgente necesidad de contar con herramientas digitales que les permitiesen seguir con su actividad desde cualquier localización, por lo que han visto en un software como el nuestro un gran aliado para la gestión de los Recursos Humanos.
- Más trabajo colaborativo. El trabajo colaborativo es fundamental en la mayoría de las compañías. En este sentido, el confinamiento dificultó algo tan sencillo como ir a la mesa de un compañero para hablar de un proyecto común, pero también descubrió a trabajadores de muchos sectores las virtudes de manejar nuevas herramientas de trabajo en la nube, y cómo son capaces de facilitar y agilizar los flujos de trabajo.
- Rediseños de los espacios de trabajo. Los espacios de trabajo se han visto obligados a cambiar y a adaptarse. Como ejemplo, la normativa sanitaria recomienda mantener una distancia de seguridad entre puestos de trabajo de entre 1’5 y 2 metros, por lo que muchos espacios de trabajo han sufrido modificaciones permanentes para velar por la seguridad de los empleados, aprovechando para redefinir las zonas comunes e incluso repensar la forma en la que se asigna los puestos físicos de trabajo.
- Oficina en casa. Debido a los confinamientos, miles de personas tuvieron que improvisar un escritorio de trabajo en su propio domicilio. Con tan solo un ordenador y conexión a Internet, cientos de personas deslocalizaron sus puestos en la oficina, lo que ha propiciado que en muchos hogares vuelvan a tener importancia los espacios de estudio y la separación de ambientes. Una tendencia que se generó con la pandemia y que, sin duda, está influyendo en la forma de entender nuestros hogares.
- Fatiga digital. Otro de los efectos provocados por la situación sanitaria, en este caso negativo, ha sido una mayor exposición a las pantallas, lo que puede derivar en problemas de salud como el cansancio ocular, jaquecas o incluso una disminución de la calidad del sueño. Para evitarlo, es aconsejable marcar pausas claras durante la jornada en las que poder descansar. Los nuevos sistemas de control horario también nos ayudan a normalizar estos paréntesis en nuestra jornada laboral, sin que eso suponga ningún tipo de problema. Las empresas entienden cada vez mejor que tomarse pequeños espacios de tiempos no solo no disminuye a la productividad, sino que la mejora.
- Salud mental. Relacionada con el punto anterior, un correcto cuidado de la salud mental es fundamental para el desarrollo de las tareas laborales. Estrés, ansiedad o falta de concentración son algunos de los síntomas derivados de la sobreexposición a la pantalla y la sensación de “conexión permanente”. Es muy importante identificar estas señales y solicitar ayuda en caso de necesitarla. Las nuevas herramientas para facilitar la relación digital entre empleados y empresas también ayudan a evitar este tipo de problemas psicológicos, ayudando a aliviar algunas consecuencias de trabajar en soledad en nuestras casas y a sentirnos integrados en el equipo de una forma no intrusiva y sin necesidad de una presencialidad constante.
En definitiva, el modelo laboral que hasta ahora era indiscutible, más rígido y totalmente marcado por la presencialidad, ha encontrado un punto de inflexión sobre el que evolucionar en los próximos años. Es un cambio que irá más o menos rápido, pero que tiene una base irreversible. Los departamentos de Recursos Humanos de las compañías deberán reinventarse y guiar a sus empleados en el proceso. En este sentido, el sector de la tecnología para RRHH se ha convertido en un gran aliado tanto para grandes corporaciones como para pequeñas y medianas empresas.
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