Durante años hemos escuchado eso de “el vídeo es el futuro”. Pero el vídeo es el presente y no se va a mover de su posición preferente en las redes sociales que visitamos a diario. El paradigma digital en el que vivimos y las marcas y negocios intentan desarrollarse, no puede concebirse sin el vídeo.
Según un estudio de IDG Advertising, un vídeo memorable puede fomentar la compra en un 97% y puede aumentar el reconocimiento de la marca en un 139%. Además, se ha demostrado que la participación de dos o más de los cinco sentidos, aumentan el recuerdo y la memoria del contenido.
“Es una herramienta de entretenimiento, educación, promoción, venta… El vídeo puede moldearse y transformarse en aquello que el creador o la marca necesite”, nos cuenta Lorena García, CEO de Comunicazen. “Hoy en día nadie cuestiona la capacidad del vídeo para captar y mantener la atención del usuario, crear comunidad y humanizar a las marcas”.
El vídeo acerca las marcas a los consumidores
Hoy en día, más que nunca, las marcas necesitan generar confianza y credibilidad. A través del vídeo pueden conseguirse ambas cosas.
Las marcas tienen que estar donde están los ojos de su audiencia y, cada vez más, la audiencia tiene sus ojos en el vídeo. Por eso, en un mundo de tanta competencia como las redes sociales, el aumento del consumo de vídeo crea muchas oportunidades. El motivo es que a través de un vídeo podemos conectar con las personas detrás de los productos y detrás de las cuentas, con los valores de la marca, con su proceso de trabajo. El vídeo permite mostrar partes de la marca que serían más complicadas de contar en otro formato.
El boom del vídeo, por otra parte, no se debe solo a su popularización como formato de contenido, sino también porque su producción se ha democratizado mucho: “Hoy en día es más fácil y económico grabar y editar vídeos. Hay productos, desde cámaras hasta micrófonos y programas de edición, que se adaptan a todos los presupuestos. Además, la mayoría de nosotros lleva en su teléfono una cámara mucho más potente que cualquiera que existiera hace años”, puntualiza Lorena.
Es por eso que la falta de medios para hacer vídeos, por tanto, no puede tomarse como excusa.
El poder del storytelling y el vídeo
El storytelling es, como su nombre indica, la narración de historias. Aplicado al marketing, el storytelling puede ayudarnos a empatizar con nuestra audiencia para transmitir nuestros valores o comunicar nuestros productos y servicios. El poder de conectar con la audiencia del Storytelling, unido al poder de la cercanía y humanización del vídeo, son una combinación poderosísima.
El storytelling tiene el poder de:
- Generar confianza, mostrando un lado diferente de la empresa al contar aspectos hasta ahora desconocidos.
- Crear una conexión intensa y humana, más allá de las explicaciones técnicas y funcionales sobre el producto o servicio.
- Apelar al lado más emocional de las personas, ya que una historia permite cambiar la imagen que se tiene de una empresa, convirtiendo una compañía anónima y distante en un grupo de personas cercanas en las que confiar.
Tener en mente a quién nos queremos dirigir y el mensaje que queremos transmitir, tanto con la historia de nuestra marca y nuestros productos, como con los vídeos que realicemos, es fundamental. No debemos limitarnos a crear un spot, tenemos que aportar cercanía y confianza.
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