Los MVP no necesitan seguir un conjunto específico de reglas o fórmulas

Tipos de producto mínimo viable (MVP) y cómo construir uno

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Actualizado 02 | 06 | 2023 11:47

Producto mínimo viable

Los MVP son productos nuevos que permiten a los equipos capturar la máxima cantidad de datos de clientes con el menor esfuerzo. Incluyen solo las funciones principales de un producto, principalmente para probar y validar la idea de una startup.

Los MVP incluyen prototipos, o un modelo inicial de un producto, pero también vienen en forma de vídeos, landing pages e incluso correos electrónicos.

Un MVP puede o no conducir a un negocio en toda regla. En muchos casos, los emprendedores descartan ideas basadas en investigaciones recopiladas de sus MVP. Por otro lado, los fundadores a menudo hacen crecer sus MVP en una nueva empresa en función de los comentarios positivos.

De cualquier manera, desarrollar un MVP primero ayuda a los empresarios a saber si un producto fracasará o prosperará antes de invertir.

Por ejemplo, si contratas a un ingeniero de software para codificar una aplicación y no logras atraer a una audiencia, posiblemente perderás miles de euros. En cambio, podrías crear un MVP de vídeo que muestre cómo se vería la aplicación, lo que te permitiría medir el interés de los clientes potenciales antes de invertir el dinero.

Pero, como la mayoría de los aspectos del espíritu empresarial, no existe un método único para los MVP. A continuación, te mostramos los diferentes tipos de MVP. Mira cómo cada uno encaja en tu idea de producto y los datos que deseas recopilar.

Tipos de producto mínimo viable MVP

Dependiendo de la etapa de tu puesta en marcha, puedes desarrollar dos tipos de MVP: de baja fidelidad y de alta fidelidad. La fidelidad es la medida en que un producto refleja su versión final. Cuanto mayor sea la fidelidad, más se parecerá al acabado previsto.

Los empresarios que comienzan suelen utilizar MVP de baja fidelidad, que son más baratos de crear y ayudan a los fundadores a tener una idea general de su idea. Aunque los MVP de alta fidelidad suelen requerir una mayor inversión, ofrecen datos más específicos para las empresas emergentes en etapas posteriores.

Algunos MVP de baja fidelidad incluyen:

  • MVP de landing page: en lugar de desarrollar un software o una aplicación, primero crea una landing page que promueva las características esperadas de tu producto. Por ejemplo, podrías crear una página de «próximamente» y recopilar correos electrónicos de usuarios interesados, que pueden proporcionar comentarios. Para facilitar el proceso, incluso puedes usar un escritor de contenido de Inteligencia Artificial.
  • MVP de marketing: usa las redes sociales para encontrar a tu público y conectarte con ellos de forma gratuita. Por ejemplo, podrías crear una cuenta de Instagram destacando un producto teórico. Luego, comunícate con influencers y mira cómo la idea resuena con ellos. Incluso podrías animarlos a compartir la idea con su audiencia.
  • MVP de vídeo explicativo: crear un vídeo que demuestre los beneficios de tu producto podría ayudar a generar tracción. Puedes subirlo a YouTube y compartirlo con clientes potenciales en las redes sociales. Puedes mostrar una versión temprana, aún no lista, de tu concepto o simplemente resaltar lo que planeas crear, según tu presupuesto y tus objetivos de investigación. Recopila comentarios sobre la dirección en la que debe moverse el producto.
  • MVP de correo electrónico: también puedes usar un MVP para probar nuevas funciones, en lugar de productos completamente nuevos. Si ya tienes una audiencia, un correo electrónico podría funcionar como tu MVP. Por ejemplo, puedes enviar un correo electrónico a los primeros usuarios para recopilar comentarios sobre las nuevas funciones.

En el lado más intensivo, algunos MVP de alta fidelidad incluyen:

  • MVP de función única: solo contiene la funcionalidad principal del producto para ver cómo responde una audiencia, por ejemplo, una aplicación de administración de tareas que hace listas de tareas pendientes. Con el tiempo, la empresa puede expandirse más allá de la primera característica del producto.
  • MVP de software manual: la mayoría de las aplicaciones o el software tienen cierto nivel de automatización, pero esto requiere tiempo y dinero para desarrollarse. Puedes crear una landing page que anuncie un software automatizado, pero operarlo manualmente temporalmente. Como ejemplo, podrías iniciar una aplicación que relacione a los usuarios con los restaurantes, pero seleccionarlos manualmente durante la etapa de MVP.
  • MVP de crowdfunding: a través de crowdfunding, básicamente obtienes pedidos anticipados para tu producto, lo que también ayuda a financiar tu inicio. Los MVP de crowdfunding generalmente presentan un prototipo, una presentación de vídeo o un diseño visual que muestra tu producto previsto. Por ejemplo, si planeas hacer un rastreador de actividad física, puedes solicitar financiación a cambio de un producto gratuito.

Ten en cuenta que los MVP pueden provenir de cualquier plataforma o metodología. Los emprendedores pueden usar cualquier recurso que tengan siempre y cuando se ciñan a los principios rentables detrás de los MVP.

Cómo construir un producto mínimo viable

Los MVP no necesitan seguir un conjunto específico de reglas o fórmulas. De hecho, la creación de un MVP óptimo depende del contexto, como lo que esperas aprender y cuánto puedes invertir.

  1. Realizar estudios de mercado

Más del 40% de las empresas emergentes fracasan porque malinterpretan la demanda. Incluso si tienes una idea que resuelve un problema de manera factible, es posible que los consumidores no quieran pagar por ella.

Antes de construir completamente un MVP, investiga el mercado. Realiza encuestas o realiza grupos de enfoque para conocer mejor las necesidades de tu público objetivo. Mira lo que hacen tus competidores. Utiliza esos datos como la columna vertebral de tu MVP.

  1. Define el problema y tu solución

Un producto debe aportar una solución viable a un problema real. Antes de construir un MVP, define claramente el problema que deseas resolver. Considera abordar las siguientes preguntas:

  • ¿Cuál es el problema?
  • ¿Cómo afecta el problema a tu público objetivo?
  • ¿Pagarían para mitigar o resolver este problema?
  • ¿Qué soluciones trae tu producto?
  • ¿Cómo agrega valor tu producto a la vida de tu audiencia?

Puedes resumir tu idea creando una declaración de propuesta de valor, una breve declaración que transmita el valor de tu producto. Por ejemplo, Slack promete “hacer que la vida laboral sea más simple, placentera y productiva”. Al identificar el por qué detrás de tu producto, puedes centrar tu MVP en torno a él.

  1. Identifica su característica principal

En lugar de lanzar un producto con un montón de tonterías, concéntrate en una función central. ¿Qué necesita absolutamente el producto para resolver el problema identificado? Por ejemplo, una aplicación de administración de redes sociales podría beneficiarse de la atención al cliente las 24 horas, los 7 días de la semana y publicar recomendaciones. Pero el MVP de la aplicación debe centrarse en su funcionalidad principal: la gestión de redes sociales.

Comienza elaborando una lista de características imprescindibles y agradables, luego perfecciona las necesarias para tu MVP.

  1. Construye tu MVP

En las primeras etapas del desarrollo de una idea de producto, comienza con un MVP de baja fidelidad para que puedas minimizar los costes mientras recopilas comentarios. Los MVP de alta fidelidad llegan una vez que tu inicio tiene suficientes datos y validación, lo que justifica gastar dinero para crear prototipos o software funcional.

Para seleccionar un tipo de MVP para construir, considera lo siguiente:

  • ¿Cómo puedes representar mejor la característica central de tu idea?
  • ¿Cuánto estás dispuesto a invertir para crear un MVP?
  • ¿A qué responderá tu audiencia?
  • ¿Dónde puedes llegar a tu audiencia?

Por ejemplo, si tu idea tiene mucha jerga técnica, un MVP de vídeo explicativo podría ayudar a los clientes a comprender mejor el producto. O, si tu audiencia usa las redes sociales, puedes conectarte con ellos a través de un MVP de marketing.

  1. Inicia el MVP, evalúa y actualiza

Una vez que inicies el MVP, intenta que la mayor cantidad posible de usuarios interactúe con él. Cuantos más usuarios tengas, más datos recopilarás, lo que puede ayudar a mejorar tu idea y futuros MVP. Comparte tu MVP con tu red profesional o publicítalo en las redes sociales.

Si tu MVP recibe muchos comentarios positivos, podrías considerar mover el MVP de baja fidelidad a alta fidelidad. Por ejemplo, si un vídeo de demostración genera miles de suscripciones a tu lista de correo electrónico, podrías avanzar con un prototipo de una sola función. Agrega más funciones de forma incremental, según los comentarios que recibas.

Alternativamente, si recibes comentarios menos que positivos, no tienes que descartar la idea. No significa que tengas que pivotar por completo; la idea es aprender.

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