Ser jefe es muy, muy fácil. Le dices a la gente qué hacer, cómo esperas que se haga y cuándo esperas que se haga. Pero ser líder es otra cosa. El liderazgo implica influencia, movilización de compromiso y la capacidad de pintar un panorama del futuro del que la gente quiera ser parte.
Se trata de crear los patrones adecuados que te hagan crecer y convertirte en el tipo de persona con la que los demás aspiran a estar o colaborar. A continuación, te contamos cómo hacerlo.
Hábitos para convertirte en un verdadero líder
- Visión, no sólo objetivos
En lo que respecta a la fijación de objetivos, cualquiera puede hacerlo, pero cuando se trata de la formulación de una visión, entonces se habla de un líder. Pensemos en Steve Jobs y su visión para Apple: crear productos que no sólo sean útiles, sino también estéticamente atractivos. Asegúrate de que tú y tu equipo estéis en la misma línea. Recuérdales por qué están haciendo lo que están haciendo y en qué están trabajando. Una vez que las personas han aceptado la visión, están más dispuestas y preparadas para trabajar duro y contribuir a su realización.
- Empatía por encima del ego
Los verdaderos líderes saben que su buen o mal desempeño significa el buen o mal desempeño del equipo que lideran. Conoce a tu equipo. Conoce su potencial, sus vulnerabilidades y cómo trabajan. Preocúpate por sus vidas. No solo se necesita brillantez técnica para ensamblar Tesla y SpaceX; Elon Musk consultó a sus equipos, comprendió sus dificultades y los guió.
- Curiosidad incansable
Los líderes son aprendices perpetuos. No tendrán miedo de decir: «No tengo ni idea; vamos a averiguarlo». Desarrolla el hábito de la curiosidad. Es importante leer mucho, hacer preguntas y asegurarte de que todos los miembros de tu equipo hagan lo mismo. Jeff Bezos ha hablado a menudo sobre el concepto del Día 1, en el que enfatiza la necesidad de permanecer siempre curioso, innovador y ansioso por aprender.
- Empoderamiento a través de la confianza
Un jefe exige, pero un líder empodera. Cree en las capacidades de las personas que contrates y permíteles rendir al máximo. Permíteles hacer las cosas por sí mismas y proponte corregirlas cuando se equivoquen. No se trata de evitar interferencias, sino de hacer que asuman la responsabilidad. Esto crea confianza y promueve una cultura que apoya la creatividad en la organización.
- La autenticidad es clave
Sé auténtico. La autenticidad hace que las personas confíen y se respeten mutuamente. Estate dispuesto a disculparte, hablar de tus fracasos y analizar tus éxitos con tus colegas. La formación de un seguidor auténtico solo puede ser iniciada por un líder auténtico. Richard Branson, de Virgin, es un gran ejemplo de ello: si bien es apasionado y auténtico en lo que hace su empresa, la gente acude en masa a la marca, y Virgin tiene una cultura organizacional estupenda.
- Comunicación constante
Los líderes se comunican. Mucho. Y no se trata solo de decir, sino también de escuchar. Asegúrate de que tu equipo esté informado sobre lo que estás haciendo, obtén su opinión y escucha atentamente sus quejas. Compartir información es una forma de generar confianza y evitar casos en los que algunas personas no se enteren de ciertos asuntos. Satya Nadella cambió la cultura organizacional de Microsoft al ser más comunicativo y directo.
- Predicar con el ejemplo
Si necesitas que tu equipo sea dedicado, demuéstrales lo que significa la dedicación. Si exiges que sean creativos, entonces promueve y reconoce la creatividad. Es el comportamiento el que define la situación. Por ejemplo, Elon Musk durmió en la línea de producción de Tesla para resolver todos los desafíos. Es muy dedicado a su trabajo, y es por eso que su equipo también está tan motivado y dedicado.
- Cómo afrontar la aflicción
La presión se refiere a la fuerza que se aplica sobre una superficie por unidad de área y, en el ámbito del liderazgo, esto puede interpretarse como que los líderes no se rinden fácilmente. Pueden cambiar de dirección, pero nunca se detienen. Consideremos el caso de Netflix. Inicialmente era una empresa de alquiler de DVD y se ha convertido en un imperio del streaming, que cambia con el mercado. Recuérdale a tu equipo que el fracaso no es el fin del mundo, sino parte del camino para alcanzar la meta.
- Celebrar los pequeños triunfos
Por supuesto, los triunfos importantes son buenos, pero los triunfos pequeños y constantes ayudan a mantener el ritmo. Celébralos. Felicita siempre a tu equipo y los logros que ha alcanzado, sin importar lo pequeños que sean. Esto mantiene el ánimo en alto y el entusiasmo intacto.
- Mantener la humildad
Nunca dejes que el éxito se te suba a la cabeza. Recuerda que el liderazgo es algo especial que se te otorga, no una posición garantizada a lo largo de la carrera. Es fácil trabajar con personas humildes porque no obstaculizan la colaboración entre las personas. Algunos líderes, como Warren Buffet, no se han desviado de esta mentalidad y siempre dan crédito a sus equipos.