Tener una idea brillante es sólo un pequeño paso para crear un producto exitoso. Convertir esa idea de una simple idea a un producto fabricado requiere cientos de horas de trabajo, el apoyo de un gran equipo y el respaldo financiero de un inversor confiable.
A continuación, te ofrecemos cinco consejos para que, como aspirante a emprendedor, presentes de manera efectiva tu idea de negocio y tengas el discurso más convincente y persuasivo.
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Teje una historia convincente
Al prepararte para tu propuesta, tu primer objetivo es asegurarte de que la idea sea tan vívida que los inversores crean en tu potencial para mejorarla.
Teniendo esto en cuenta, ¿cuáles son algunas formas en las que puedes darle vida a la historia de la idea de tu producto?
Una forma es apelar a las emociones de las personas. Cuanto más alguien siente una conexión emocional con un concepto, más obligado se siente a verlo cobrar vida. Otra buena manera de hacer que tu propuesta sea creativa es describir cómo funciona utilizando una plataforma de presentación. Cuanto más vívidamente expliques tu idea, mejor podrán verla mentalmente los inversores.
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Conoce a tu audiencia
Saber quién es tu audiencia te ayudará en más formas que simplemente hacer realidad tu creación: también le dará más profundidad a tu discurso comercial.
Por ejemplo, conocer a tu audiencia y sus datos demográficos te hará estar más informado a la hora de describir tu idea durante tu presentación al resaltar claramente a quién deseas dirigirte. Es más, detallar a quién esperas comercializar ayudará a los inversores a visualizar el impacto de tu idea, conectándote nuevamente con sus emociones y obligándolos a apoyar tu propuesta.
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Sé un solucionador de problemas
Has creado un concepto ganador del que estás orgulloso. Es un gran comienzo, pero los inversores quieren saber por qué creaste tu producto y cómo crees que marcará la diferencia.
La mejor manera de mantener el impulso durante una presentación es dedicar tiempo a los problemas que te propusiste resolver cuando se te ocurrió la idea. Explica los puntos débiles que observaste y cómo tu idea resuelve ese determinado conjunto de problemas.
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Ten métricas
Si bien los consejos anteriores te permitirán entrar y retener la atención de la gente, no se puede negar que, al final del día, los números hablan. Por eso incorporar métricas es primordial cuando se aborda un discurso comercial.
Un modelo de métricas que te ayudará es SMART :
- Específicas: asegúrate de que tus métricas sean específicas, es decir, que no estén dispersas ni sean vagas. Deben ser relevantes y ayudar a los inversores a entender tu producto en lugar de agregar información innecesaria.
- Medibles: las métricas mensurables son aquellas que se entienden en todos los ámbitos. Deben ser objetivas y cuantitativas.
- Alcanzables: los inversores sólo tomarán en serio tu propuesta si tus métricas son creíbles y alcanzables.
- Relevantes: tus objetivos deben ser relevantes para el núcleo de tu mensaje, los puntos débiles y la audiencia.
- Límite de tiempo: tu propuesta debe incluir un período de tiempo realista en el que pueda lograrse. Esto también puede incluir un resumen de varias etapas alcanzables.
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Termina fuerte
Entonces, has pintado una imagen convincente, has proporcionado soluciones a un problema y has presentado una idea realista de cómo lograr tus objetivos finales. Ahora bien, ¿cómo terminas tu discurso sin que la energía baje?
Una excelente manera de terminar con fuerza es finalizar con una llamada a la acción que impulse a tus inversores a hacer algo viable.
Primero, resume tu propuesta de manera sucinta para que tengan en mente toda la información. Luego, indica claramente qué acción esperas de los inversores, como financiación, apoyo o asesoramiento. Por último, describe cómo planeas continuar con su apoyo y cómo utilizarás sus contribuciones.
Una vez que termines tu presentación, podrás darte un respiro y celebrar el hecho de que hiciste una de las cosas más difíciles que debe hacer un emprendedor: presentar tu idea.
A continuación, te ofrecemos algunos consejos adicionales para perfeccionar tu discurso:
- Evita la jerga de la industria que pueda alienar a tu audiencia.
- Habla con claridad y entusiasmo.
- Practica tu discurso hasta que te sientas cómodo.
Ten en cuenta que tener éxito en una propuesta empresarial ganadora no es un acto de casualidad: es la culminación de la práctica, el conocimiento y la dedicación. Es más, creer en el poder de tu propia idea hace que sea más fácil para otros imaginar un mundo con tu producto.
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