A raíz de la pandemia, el lugar de trabajo tal como lo conocíamos está cambiando. Si bien algunas empresas planean volver al trabajo in situ a tiempo completo, otras están considerando un cambio permanente a un formato híbrido o remoto de tiempo completo.
Independientemente de las decisiones que tomen las empresas sobre dónde y cómo trabajarán sus equipos, existen nuevas preocupaciones en materia de salud y seguridad, tecnología, comunicación y compromiso de los empleados que vienen con el lugar de trabajo reinventado.
Estos cambios requieren un enfoque diferente del liderazgo y la gestión, por lo que los líderes deben asegurarse de actualizar sus habilidades y métodos. A continuación, hablamos de las habilidades esenciales que los líderes deben desarrollar para administrar eficazmente el futuro lugar de trabajo.
- Liderazgo integral. Los líderes deben humanizar sus estilos de liderazgo; necesitarán un alto EQ (inteligencia emocional) y AQ (adaptabilidad). La capacidad de dirigir a la “persona completa” a medida que la vida cotidiana combina el trabajo y el lado personal es crucial. Igualmente importante es la capacidad de adoptar entornos de trabajo flexibles para permitir un cambio continuo y respaldar una dinámica de equipo saludable.
- Escuchar. Escuchar es una habilidad de liderazgo vital. Puede parecer simple, pero no lo es. Los líderes deben escuchar las voces del personal, no solo en relación con la flexibilidad, la compensación y los beneficios, etc., sino también con respecto al negocio principal. La fuerza de trabajo suele ser un reflejo de la sociedad. Sus miembros ayudarán a las organizaciones a determinar el futuro del negocio, incluidos nuevos productos y servicios y metodologías para llegar a nuevos consumidores.
- Sentido del humor. Mantener un buen sentido del humor mejora la vida de los líderes y sus equipos. Al final del día, los equipos tienen que reír y seguir adelante juntos. Lo que pasa en el trabajo es trabajo, pero poder contribuir a la vida del otro con una sonrisa marca la diferencia.
- Empatía. Gestionar con empatía es clave. Todavía vemos líderes gobernando desde arriba y sin meterse en las trincheras con sus empleados. ¿Cómo se puede liderar sin conocer el trabajo? Los líderes también deben ir más allá del lugar de trabajo y conectarse con los empleados. Con el trabajo a distancia, las vidas laborales y personales se han mezclado. Los líderes deben sentir empatía por todas las influencias de los empleados.
- Flexibilidad y comunicación abierta. Nos hemos vuelto más desconectados y aislados durante el último año, y un número cada vez mayor de personas están luchando con su salud mental. Los empleados deben sentirse comprendidos, escuchados y queridos en el trabajo. Para abordar este desafío, los líderes deben tener expectativas flexibles, practicar la escucha activa, brindar retroalimentación constructiva y crear un ambiente de comunicación abierta.
- Aprendizaje continuo. La habilidad que los líderes más necesitan desarrollar es la del aprendizaje continuo. Impulsado por la transformación digital y la Covid-19, el conocimiento está cambiando más rápido que nunca. Esto requiere un enfoque continuo del aprendizaje. Los líderes son clave para esto porque los datos muestran claramente que cuando los empleados ven que sus líderes participan activamente en el aprendizaje continuo, es mucho más probable que sigan su ejemplo.
- Priorizar la diversidad. Los líderes deben reconocer que priorizar la diversidad es fundamental para que una empresa tenga éxito. Parte de la valoración de la diversidad es la autorreflexión constante y la realización de los cambios necesarios en su organización para mantenerse al día con las necesidades de los empleados. En última instancia, las empresas, los hogares y las comunidades mejoran cuando empoderamos, escuchamos y aprendemos desde perspectivas únicas.
- Adopción de habilidades blandas. La pandemia ha acelerado en gran medida las tendencias que ya estaban cambiando el lugar de trabajo y la forma en que trabajamos. Para gestionar el futuro del trabajo, es imperativo ser un aprendiz de por vida y adoptar habilidades blandas como la atención plena, la empatía, la comunicación, etc. El futuro del trabajo depende de poder desarrollar relaciones y poder evolucionar hacia nuevos roles a medida que el mundo sigue cambiando.
- Aprovechamiento de la retroalimentación. A medida que navegamos por el «nuevo lugar de trabajo», es más importante que nunca desarrollar mecanismos de escucha para aprovechar la retroalimentación de todos los empleados, no solo de unos pocos. En la guerra por el talento, especialmente en un mundo virtual, los empleadores que escuchen los comentarios y tomen medidas sobre ellos tendrán una ventaja competitiva.
- La capacidad de “dejar ir” a los empleados. La habilidad más importante que los futuros líderes necesitarán desarrollar es la capacidad de «dejar ir» a sus empleados. A medida que las jerarquías en el lugar de trabajo se vuelven más planas y democratizadas, los empleados se convertirán cada vez más en activos para toda la empresa, y los líderes que “acumulan talento” pronto descubrirán que otros están jugando con reglas diferentes y más colaborativas.
- Comunicación multiplataforma. Dado que el futuro del lugar de trabajo busca ser un híbrido entre remoto y en persona, la capacidad de un líder para comunicarse a través de múltiples plataformas es una habilidad vital. La comunicación por correo electrónico es diferente a Slack, que a su vez es diferente a los mensajes de texto, vídeo, teléfono y otras tecnologías. Comunicar claramente el mismo mensaje a través de diferentes plataformas requiere diferentes formatos, vocabulario, contexto, etc.
- Gestión de cambios. Los líderes deben ser lo suficientemente perspicaces para saber hacia dónde se dirigen las cosas, ser capaces de adaptarse y luego actuar con rapidez para impulsar el éxito de la empresa. Si los líderes no pueden adaptarse al cambio, les resultará difícil ser eficaces o liderar.
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