El proceso de diseño de productos puede diferir entre industrias, pero los fundamentos son los mismos

Guía para emprendedores sobre el diseño de productos: qué es y cómo hacerlo

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Actualizado 17 | 10 | 2023 09:28

Diseño producto

Iniciar un negocio puede resultar desalentador, especialmente con tantas opciones disponibles en el mercado. Un factor clave para destacar es la creación de un producto que aborde un problema específico para tu público objetivo, especialmente uno que lo haga mejor o de manera diferente que la competencia.

Aquí es donde entra en juego el diseño de producto. Un buen diseño de producto puede ayudarte a desarrollar y entregar productos de clase mundial, satisfacer una necesidad en el mercado y obtener una comprensión más profunda de tu público objetivo.

A continuación, te ofrecemos una pequeña guía donde explicamos qué es el diseño de producto, las fases clave del proceso de diseño y los errores comunes que se deben evitar durante ese proceso.

¿Qué es el diseño de producto?

El diseño de producto se refiere a los procesos por los que pasa una empresa mientras desarrolla un producto o servicio. Implica realizar investigaciones, generar ideas, desarrollar un producto y perfeccionarlo a través de múltiples iteraciones para garantizar que satisfaga las necesidades de los usuarios previstos. Se basa en el pensamiento de diseño, un proceso iterativo que se centra en encontrar y construir soluciones.

¿Por qué es importante el diseño de producto?

Además de reducir los cambios costosos en el futuro, adoptar un desarrollo de producto bien pensado desde el principio ofrece varias ventajas:

  • Mayor ventaja competitiva. Un buen diseño de producto puede ayudarte a diferenciarte de la competencia. Al saber lo que quieren los usuarios y abordarlo con tu producto, estarás en una mejor posición para superar a tus competidores. Según los datos recopilados por McKinsey, las empresas que fueron receptivas al deseo de sus clientes de una mayor personalización generaron un 40% más de ingresos que aquellas que no lo fueron.
  • Mayor satisfacción del usuario. Priorizar las necesidades, preferencias y objetivos del usuario en el proceso de diseño genera clientes satisfechos y leales, lo que se traduce en mayores ganancias. Según datos del mismo informe de McKinsey, el 71% de los consumidores quiere una experiencia personalizada al interactuar con una marca, y el 76% se siente defraudado cuando no la obtiene.
  • Mejor reconocimiento de marca. Lanzar constantemente productos bien diseñados puede ayudarte a establecer una identidad de marca distintiva, lo que facilitará que los clientes reconozcan y recuerden tus productos. Esto puede conducir al éxito a largo plazo y justificar precios más altos. Por ejemplo, un informe de Salsify encontró que el 46% de los consumidores pagarían más por productos de marcas en las que confiaban.

Proceso de desarrollo del diseño del producto

El proceso de diseño de productos puede diferir entre industrias, pero los fundamentos son los mismos. A continuación, se detallan las cinco fases clave del proceso de desarrollo del diseño del producto.

  1. Definir la visión del producto

Antes de pensar en diseñar un producto, tú y tu equipo debéis definir la visión de tu producto. Una gran visión de producto será como una brújula que guiará a todos los involucrados hacia un objetivo común.

La visión debe ser clara, concisa y fácil de entender. No debería ser una descripción detallada de tu producto, sino más bien una declaración del propósito y la dirección de tu producto.

Deberías abordar preguntas como:

  • ¿Qué problema resuelve el producto?
  • ¿A quién afecta este problema?
  • ¿Qué soluciones ya están disponibles?
  • ¿Qué hará que este producto sea un éxito?
  1. Realiza una investigación de productos

Una vez que hayas definido la visión de tu producto, el siguiente paso es realizar una investigación. Esta etapa es esencial en el proceso de diseño del producto, ya que te permite evaluar la viabilidad del producto, conocer las necesidades y los puntos débiles del usuario e identificar a los competidores.

Para comprender lo que quiere el usuario final y por qué compraría tu producto, puedes hablar con él a través de entrevistas con usuarios y encuestas online.

Crear buyer personas es otra excelente manera de obtener información sobre lo que motiva a los consumidores. Se trata de perfiles ficticios de tus clientes ideales basados en estudios de mercado. Con estas personas, puedes centrar tus esfuerzos en crear un producto que atraiga al tipo correcto de cliente potencial.

Con respecto a la competencia, ten en cuenta quiénes son tus competidores directos e indirectos y cómo abordan las necesidades de los usuarios. Tu objetivo debe ser identificar las brechas en el mercado.

Algunas formas de identificar competidores incluyen el uso de alguna herramienta como Google Trends o realizar un seguimiento de las discusiones online a través de a escucha social. La escucha social implica monitorizar conversaciones relacionadas con tu empresa, industria y competidores en las plataformas de redes sociales.

La investigación de productos también puede ayudarte a conseguir la aceptación de inversores y partes interesadas. Una forma de hacerlo es mostrar las opiniones de los clientes que hayas recopilado de las páginas web de la competencia y explicar cómo tu producto aborda los puntos débiles que se plantean en ellos.

  1. Piensa una solución

Durante esta fase, utiliza una sesión de lluvia de ideas para generar una variedad de ideas o soluciones a los puntos débiles que identificaste en el paso dos.

Los miembros del equipo deben tener la libertad de proponer tantas ideas como sea posible, sin importar lo extravagantes que puedan parecer. Sin embargo, asegúrate de establecer un límite de tiempo para garantizar que la sesión siga siendo eficiente y productiva.

Una vez finalizada la sesión de lluvia de ideas, evalúa las ideas en función de factores como las necesidades del usuario, el presupuesto, la escalabilidad y los recursos disponibles para asegurarte de que la idea final sea la más factible.

  1. Crea un prototipo

Ahora que tienes una idea de cuál es el propósito de tu producto y cómo lo cumple, el siguiente paso es crear un prototipo de producto.

Esto implica crear una maqueta inicial de la solución de diseño propuesta, también conocida como producto mínimo viable (MVP), la versión básica de un producto que Te permite evaluar su potencial.

El beneficio de un MVP es que incluye funciones suficientes para que los usuarios reales interactúen con él. Como resultado, puedes recopilar comentarios e identificar posibles fallos, lo que te permite visualizar el siguiente paso en la iteración de tu producto.

El proceso de creación de prototipos puede diferir según el tipo de producto que se desarrolla. Si estás diseñando un producto digital, puedes crear una estructura alámbrica o un boceto. Si estás fabricando un producto físico, puedes subcontratar el proceso de creación de prototipos a un proveedor o fabricante.

  1. Pruebas e iteraciones

Las pruebas garantizan que el producto funcione según lo previsto antes de su lanzamiento al público. Las pruebas de usabilidad son una forma de hacerlo. Puedes monitorizar cómo los usuarios reales interactúan con el producto y hacer que completen una tarea con él.

Si descubres que algo en el producto no funciona, es posible que el equipo de diseño tenga que revisar etapas anteriores del proceso de diseño para corregir el problema. Realiza los ajustes necesarios y continúa probando el producto hasta que estés seguro de que satisface las necesidades del público objetivo.

Una vez completadas las pruebas, debes hacer los preparativos para el lanzamiento del producto. Si estás intentando lanzar un producto con un presupuesto limitado, considera utilizar vías de promoción de bajo coste, como una lista de correo electrónico, redes sociales o una cuenta de Google Business, para comenzar a generar expectación.

Cabe señalar que la iteración no debería detenerse después de que el producto llegue al mercado. Iterarlo continuamente ayudará a que tu producto siga siendo relevante y conectado con tu público objetivo.

Errores comunes a evitar en el diseño de productos

A continuación, te detallamos algunos de los errores más comunes que debes evitar en el diseño de productos:

  • Ignorar el proceso de fabricación: encontrar un proveedor que ofrezca un precio justo y cumpla con tus requisitos puede resultar complicado, por lo que es vital establecer comunicación con los fabricantes desde el principio. Además, saber cómo se fabrican los productos puede influir en tus elecciones, lo que puede generar mayores ganancias.
  • Realizar una investigación insuficiente: desarrollar una comprensión profunda del usuario final es crucial para crear productos que realmente satisfagan las necesidades de los usuarios. Incluso con un presupuesto reducido, puedes obtener la información que necesitas utilizando elementos como cuestionarios y datos de marketing disponibles públicamente. Una encuesta de Skynova encontró que el 58% de los fundadores de startups realizarían más investigaciones antes de lanzar un nuevo negocio si tuvieran una segunda oportunidad.
  • Establecer objetivos vagos: para garantizar el éxito del proceso de diseño, céntrate en indicadores clave de rendimiento (KPI) específicos. Hacerlo te permitirá identificar posibles cuellos de botella en el proceso de diseño antes, facilitar decisiones basadas en datos y asignar recursos de manera más efectiva. Sin embargo, según una encuesta de Design Systems, solo el 16% de los encuestados realizaron un seguimiento de las métricas.
  • Dedicar demasiado tiempo a la estética: al diseñar un producto, es importante considerar tanto la estética como la funcionalidad. Dar prioridad a uno sobre otro podría dar lugar a un producto que no cumpla plenamente el propósito previsto. Por ejemplo, si un teléfono inteligente es atractivo pero tiene fallos, es poco probable que tenga éxito en el mercado.
  • No implementar la iteración del producto posterior al lanzamiento: una vez que hayas lanzado tu producto, es crucial que lo refinas y mejores continuamente para mantenerlo al día con las necesidades cambiantes de los usuarios y garantizar su viabilidad a largo plazo.

En general, el diseño exitoso de un producto implica dedicación a la mejora continua, monitorizar los cambios en el comportamiento del consumidor y mantener una ventaja sobre la competencia.

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