Todos usamos los ordenadores de una forma u otra, pero eso no significa que todos seamos expertos en cuidarlos. Hay cosas que hacemos una y otra vez que dificultan el mantenimiento de nuestras máquinas en óptimas condiciones, como no ejecutar software de protección antivirus o dejar decenas de pestañas abiertas online para que tu rendimiento finalmente se vea afectado.
No siempre podemos evitar que los ordenadores funcionen mal, pero podemos asegurarnos de que no los estamos dañando activamente. A continuación, te ofrecemos algunos consejos útiles para evitar que cometas continuamente errores de Windows.
- No usas ni actualizas tu software antivirus: Navegar por internet puede ser un riesgo si no estás debidamente protegido. Usar un buen software antivirus o antimalware es una parte importante para asegurarte de que estás haciendo lo necesario para mantener seguro tu PC. Si estás configurando un nuevo ordenador y planeas conectarlo a la red, debes asegurarte de instalar un software antivirus, actualizarlo con regularidad y efectuar escaneos regulares para detectar amenazas.
- Nunca desfragmentas tu disco duro: Desfragmentar un disco duro es un paso importante si deseas asegurarte de que tu ordenador siga siendo eficiente y funcione como debería. La fragmentación sucede cuando tu ordenador guarda datos en todo tipo de sectores diferentes. Cuando esto sucede, puede ser difícil que tu ordenador siga funcionando a pleno rendimiento.
- No prestas atención a las actualizaciones de software: El software se vuelve obsoleto. No puedes asumir que el software que funciona bien ahora permanecerá así durante el resto del tiempo que tengas el ordenador. Con eso en mente, debes prestar atención y aceptar las advertencias que aparecen en tu ordenador que te indican que hay actualizaciones críticas que deben completarse. En lugar de ignorarlas, asegúrate de hacer realmente las cosas que te piden. Actualiza regularmente para estar protegido contra una letanía de vulnerabilidades que podrían surgir.
- Nunca limpias tu ordenador ni borras archivos antiguos: No importa cuál sea el uso de tu ordenador; ya sea que lo utilices para trabajar o para jugar, es probable que hayas llenado su disco duro con todo tipo de archivos. Mucha personas dejan que los archivos se acumulen hasta que no queda espacio. De vez en cuando, debes limpiar los archivos para liberar memoria y mejorar el rendimiento del sistema, así como para mantener las cosas ordenadas en general.
- Descargas casi cualquier cosa: Todos nos conectamos a Internet y vemos anuncios de muchas cosas, ¿verdad? Pero si no sabes de dónde viene un software, no deberías descargarlo. En pocas palabras: la descarga de ciertos programas o apps casi seguramente terminará en frustración, ya que podrías estar invitando involuntariamente a algún virus, malware u otro software peligroso a tu ordenador. Nunca se sabe qué tipo de propósitos nefastos pueden tener las descargas desconocidas. Sé inteligente con lo que estés descargando y solo usa software de los canales adecuados.
- Dejas que tu ordenador se ensucie físicamente: Una cosa es dejar que los archivos se acumulen en el disco duro de tu ordenador, pero dejar que los componentes del ordenador se ensucien físicamente es otra historia. Los ventiladores de los ordenadores acumulan polvo, los teclados acumulan suciedad, evitando que a la larga no funcionen bien o de manera óptima. Es posible que tu ordenador se sobrecaliente o funcione incorrectamente si no lo limpias con regularidad.
- Nunca borras la caché ni las cookies de tu navegador: Probablemente hayas oído hablar de este proceso antes, pero en realidad nunca lo haces. Limpiar la memoria caché y las cookies de un navegador es un paso de mantenimiento rápido y simple que puedes realizar en un abrir y cerrar de ojos. Deshacerte de los archivos innecesarios y el desorden que proviene del uso de internet puede acelerar considerablemente las cosas. Muchas personas tienen una vaga idea de lo que esto implica, pero en realidad no lo hace. Asegúrate de limpiar los archivos de tu ordenador con regularidad.
