Según datos de la OMS, el 45% de los trabajadores reconoce sufrir estrés relacionado con el trabajo, lo que repercute directamente en su productividad.

8 estrategias para mejorar la eficiencia y productividad de los equipos de trabajo

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Actualizado 11 | 10 | 2022 11:46

Productividad equipos de trabajo

Los parámetros de rendimiento de los trabajadores son la principal preocupación de muchos empresarios y empleados de recursos humanos, que necesitan crear dinámicas de trabajo estables y asequibles para todos y mejorar la productividad de los equipos. Según datos de la OMS, el 45% de los trabajadores reconoce sufrir estrés relacionado con el trabajo, lo que repercute directamente en su productividad.

Es necesario que el responsable del equipo sepa reconocer estos síntomas y tomar medidas para maximizar la productividad de sus compañeros. Los trabajadores de hoy buscan la libertad, la independencia, el crecimiento y el líder debe saber los cambios que tiene que implementar en su equipo para conseguir un buen rendimiento.

El cambio necesario radica en el liderazgo, que es la base esencial de un equipo. Para realizar este cambio, Miguel Navarro, CEO y fundador de la escuela de formación online Productividad Feroz propone una serie de estrategias específicamente orientadas al mejor rendimiento de equipos:

  1. Definir una hoja de ruta compartida. Todas las personas tienen que participar en las reuniones de crecimiento de negocio, ya que es estimulante e inspirador y puede dar lugar a ideas que no pasen por la cabeza del líder. 
  1. Establecer reglas de seguimiento. Las reuniones diarias pueden realizarse de forma ágil y rápida para compartir lo que se hizo ayer y lo que se tiene pensado hacer durante el día. Cada persona tiene un tiempo de intervención y saben que tienen que dar un reporte de forma pública, esto hace que el trabajador tenga ganas de dar buenas noticias e incentiva el rendimiento en el trabajo que se hace a diario. 
  1. Ayudar a cada persona del equipo con su productividad. En ocasiones alguno de los trabajadores puede no estar desempeñando su trabajo de la mejor forma posible, y la tendencia es culpar al empleado. La mejor forma de solucionar este problema es analizar qué es lo que hace exactamente y con qué cosas pierde el tiempo, tras este proceso lo mejor es hablar con el trabajador y enseñarle a priorizar tareas para maximizar su productividad. 
  1. Establecer parámetros de rendimiento. Encontrar un indicador fácil de medir es imprescindible para detectar un fallo en el equipo, como pueden ser los resultados por hora o por día. Muchos empleados realmente no saben cuántas cosas tienen que hacer durante el día para resultar productivos y necesitan un estándar por el cual guiarse. Medir es imprescindible para optimizar el trabajo. 
  1. ¿Qué hacer, cómo hacerlo y por qué? El trabajador siempre tiene que saber los motivos y los resultados que tiene su trabajo, qué es urgente, por qué algo es prioritario. Es necesario que el líder comunique los motivos y las causas de las tareas que tiene que desempeñar el trabajador. Un líder o mentor siempre tiene que ser una persona didáctica que esté dispuesta a solucionar las dudas del trabajador. 
  1. Juegos en momentos clave. Plantear el trabajo como un desafío, o incluso como un juego, convirtiéndolo en una tarea grupal que pueda llegar a ser divertida para todos. Esto es perfecto para momentos en los que se está realizando algún proyecto concreto, o en vista a un objetivo clave. 
  1. Equilibrio entre parte profesional y parte humana. Existen los estereotipos del jefe serio y del jefe simpático, el primero infunde miedo y el segundo dejadez, pero la clave está en el equilibrio. El líder está tratando con personas que tienen problemas y altibajos, y tiene que ser capaz de comprender a cada trabajador para conectar con su parte humana, y para esto lo mejor es compartir espacios, como el típico “afterwork”. 
  1. Eliminar controles. Delegar tareas es fundamental para aumentar la confianza con el equipo, y de esta forma su productividad. La supervisión y aprobación constante del líder sobre todas las tareas, si son demasiadas, puede ocasionar un cuello de botella que produzca retrasos innecesarios y un descenso de la productividad.

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