Cuando buscas trabajo y tienes en mente la empresa donde te gustaría trabajar, te pones manos a la obra y envías tu currículum con la ilusión y la esperanza de que te llamen para hacerte una entrevista.
Una vez que has realizado la entrevista, donde has visto que el trabajo te encaja, las condiciones son buenas y, además, tienes la sensación de haberles gustado… resulta que dijeron que se pondrían en contacto pero pasan los días, o semanas, y no te llaman. ¿Qué puedes hacer? ¿Llamas a la empresa o sigues esperando a que ellos llamen? Esta es la gran incógnita.
Stephanie Sarkis, doctorada en Salud Mental, mediadora y escritora, da algunas pistas sobre cómo se debe gestionar una situación de este tipo.
Siempre mostrar interés
En este sentido, Sarkis aconseja enviar un email de agradecimiento por la entrevista, indicando que se está interesado en el puesto de trabajo. Con esto, conseguirás que tu nombre sea mejor recordado por los reclutadores, estás mostrando tu disposición y, además, será menos incómodo ponerte en contacto con ellos más adelante.
La línea que separa mostrar interés y parecer demasiado ansioso es muy fina, y puede afectarte después a la hora de negociar algunas condiciones, como por ejemplo el sueldo.
A casi todos nos ha pasado alguna vez que el departamento de recursos humanos de alguna empresa ha quedado en llamarnos tras una entrevista en una fecha concreta y pasa ese día y no llaman. En ese momento empezamos a cavilar y tenemos la tentación de llamar para tranquilizarnos ante algún tipo de retraso en el proceso, o para llevarnos una desilusión cuando nos digan que el puesto ya está cubierto. ¿Qué debemos hacer?
Sin respuesta universal
Obviamente, a esta pregunta no existe una respuesta universal válida para todos los casos. Dependerá de ti. Si prefieres no correr riesgos es mejor que no llames. Lo único que puedes hacer es esperar. Es una empresa seria y si han dicho que van a llamar, llamarán.
Pero, si por el contrario, decides dar el primer paso, debes tener claro cómo hacerlo. Generalmente, un correo electrónico es menos invasivo y más respetuoso que una llamada telefónica, aunque llamando puedes denotar más interés. Si ellos no han especificado la forma de contacto, ambas son válidas. Sé respetuoso, breve y expresa una vez más que estás interesado en el puesto.
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