La planificación es el primer pilar de un liderazgo eficaz

Los 4 pilares del liderazgo exitoso

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Actualizado 07 | 10 | 2024 10:04

Liderazgo exitoso

Como emprendedor, es fundamental saber cómo ser un gran líder y cómo encontrar e inculcar un gran liderazgo en otros. Un gran liderazgo se reduce a cuatro pilares fundamentales: planificación, personas, procesos y rendimiento.

A continuación, analizamos cada pilar, por qué es importante y cómo puedes usarlo para convertirte en un mejor líder.

Planificación: Estrategia consciente

La planificación es el primer pilar de un liderazgo eficaz. Implica establecer objetivos claros y mensurables, delinear pasos específicos para alcanzarlos y crear una hoja de ruta estratégica que sirva de guía.

Parte de la planificación es comprender que no se puede centrar la atención en todo al mismo tiempo y ser proactivo a la hora de utilizar los recursos de la manera más eficaz. Ya sea que tengas limitaciones de tiempo, presupuesto, experiencia del equipo o algo completamente distinto, debes delinear claramente cuáles son tus prioridades (y cuáles no) a lo largo del ciclo de vida de un proyecto.

Para ser un líder que planifica de manera eficaz, es necesario adoptar una visión de futuro, capacidad de decisión y visión de conjunto. Practica la capacidad de ver los desafíos y las oportunidades que se avecinan, tomar decisiones inteligentes y mantener una visión clara de hacia dónde te diriges.

Cuando los líderes descuidan la planificación, sus equipos probablemente tengan dificultades para avanzar hacia sus objetivos. Pueden sentirse desorganizados, abrumados o frustrados por la falta de resultados que generan sus esfuerzos. El trabajo del líder es corregir el rumbo, gestionando las numerosas variables que pueden afectar a un proyecto en lugar de esperar que todo salga como debe.

Personas: Expectativas claras

Las personas son el núcleo de cualquier organización y gestionarlas bien es fundamental. La base de la gestión de personas es una comunicación y unas expectativas claras.

¿Por qué son tan importantes las expectativas claras? Las personas solo pueden tener éxito en sus funciones si saben cómo es el éxito, y esa alineación puede no surgir de manera natural.

Por ejemplo, algunos líderes pueden pensar que el «éxito» en un puesto requiere una comunicación constante y la producción de resultados. Otros pueden pensar que el «éxito» requiere un pensamiento innovador y la toma de control del puesto. Ambas perspectivas son válidas, pero para que los empleados destaquen en sus puestos, necesitan saber cómo se evaluará el desempeño y qué se desea que logren.

También es tu responsabilidad organizar tu tiempo de manera que puedas gestionarlo de manera proactiva en lugar de reactiva. Esto requiere una dirección clara, organizada y reflexiva para mantener a los equipos alineados y trabajando de manera productiva.

Cuando los líderes no logran establecer expectativas claras, los equipos pueden confundirse y desmotivarse. Pueden tener dificultades para comprender sus funciones o lo que se espera de ellos, lo que genera desajustes y una menor productividad.

Es fundamental que los líderes se comuniquen abiertamente y con frecuencia, asegurándose de que todos estén en la misma sintonía y trabajando para alcanzar objetivos comunes. Esta claridad no solo mejora el desempeño individual, sino que también fomenta una cultura de responsabilidad y respeto mutuo.

Procesos: Sistemas coordinados

El pilar de procesos se centra en la importancia de los sistemas coordinados y el diseño organizacional productivo. El corazón de un equipo eficiente es una organización bien estructurada con metodologías y procesos claros. Esta estructura sirve como base para generar un crecimiento y desarrollo de nivel superior.

Al comprender de manera integral el diseño organizacional actual, los líderes pueden identificar áreas de mejora e implementar nuevos sistemas que mejoren la eficiencia y la productividad. Los sistemas coordinados garantizan que todos trabajen para alcanzar objetivos comunes de manera coherente y optimizada.

Dependiendo del rol y la organización, la creación de procesos puede requerir establecer procedimientos operativos estándar, optimizar flujos de trabajo y aprovechar la tecnología para respaldar las necesidades de la organización.

Un proceso bien definido también requiere atención periódica. Un sistema que es eficaz y eficiente hoy puede no serlo dentro de un año. A medida que tu empresa crece, tu equipo cambia y la tecnología avanza, los procesos pueden necesitar actualizaciones y revisiones para reflejar el nuevo entorno.

Cuando los líderes pasan por alto la importancia de los procesos, los equipos pueden volverse ineficientes y caóticos. Sin sistemas y metodologías claros, es posible que se observen los efectos de tareas duplicadas y esfuerzos desperdiciados en la productividad general. Una gestión eficaz de los procesos permite a los equipos operar de manera más eficiente, reduciendo la redundancia y maximizando los recursos.

Rendimiento: Responsabilidad constante

El desempeño es el último pilar, que pone énfasis en la importancia de una rendición de cuentas constante. Los líderes eficaces valoran los resultados y responsabilizan a los equipos y a los miembros de los equipos por alcanzar sus objetivos. Esto implica tener una tendencia hacia la acción, encontrar formas de resolver problemas y dividir los proyectos grandes en partes viables.

La rendición de cuentas también implica garantizar que todos sean responsables de sus contribuciones y que el desempeño se controle y evalúe periódicamente. Los líderes deben establecer métricas de desempeño claras, brindar retroalimentación periódica y reconocer los logros de sus equipos.

Cuando los líderes descuidan la rendición de cuentas, el rendimiento puede verse afectado. Los equipos pueden carecer de dirección, no alcanzar los objetivos y perder oportunidades de mejora. A largo plazo, la empresa puede tener dificultades para avanzar.

Al fomentar una cultura de responsabilidad, los líderes fomentan la mejora continua e impulsan un alto rendimiento en toda la organización.

Al final del día, «ser un buen líder» puede parecer un objetivo abstracto e intangible. Sin embargo, en realidad se trata de dominar estas cuatro áreas fundamentales. Si aplicas estos pilares a tu propio liderazgo e inculcas estos principios a tu equipo, estarás en el camino correcto hacia un crecimiento sostenible.

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