Las habilidades de presentación efectivas pueden evitar que aburras a una audiencia hasta el olvido. Ofrecer presentaciones sólidas puede ayudarte a destacar como líder, mostrar tu experiencia y generar confianza.
Definición de habilidades de presentación
Las habilidades de presentación incluyen todo lo que necesitas para crear y entregar presentaciones claras y efectivas a una audiencia. Esto incluye crear un conjunto atractivo de diapositivas, garantizar que la información fluya y mantener a la audiencia interesada.
Los oradores con fuertes habilidades de presentación pueden realizar las siguientes tareas:
- Reunir diferentes fuentes de información para formar una narrativa convincente.
- Enganchar al público con un comienzo y un final sólidos
- Hacer que las audiencias interactúen con su contenido a través de preguntas o encuestas.
- Saber lo que la audiencia quiere y necesita de su presentación.
Importancia de las habilidades de presentación
En algún momento de tu carrera, presentarás algo. Puedes presentar tu startup a un grupo de inversores o mostrar los resultados de tu investigación a tu gerente. Aquellos en roles de liderazgo o ejecutivos a menudo realizan presentaciones semanales o mensuales.
Mejorar tus habilidades de presentación mejora diferentes aspectos de tu vida laboral, incluidos los siguientes:
- Comunicación: mejorar tus habilidades de presentación puede convertirte en un mejor comunicador con tus compañeros de trabajo y amigos.
- Confianza: el 75% de las personas temen hablar en público. Al trabajar en tus habilidades de presentación, puedes ganar confianza al hablar frente a una multitud.
- Creatividad: aprende a usar imágenes y ejemplos para atraer a una audiencia.
- Gestión: las presentaciones implican reunir información para formar un resumen sucinto, lo que te ayuda a desarrollar habilidades de gestión de proyectos y tiempo.
Cómo mejorar las habilidades de presentación
- Crea un esquema. Antes de diseñar diapositivas y escribir un guion, esboza tu presentación. Comienza con tu introducción, continúa con los puntos clave que deseas abordar y termina con una conclusión.
- Practica, practica, practica. Casi 8 de cada 10 profesionales practican sus presentaciones durante al menos una hora. Entonces, practica tu presentación en el espejo o con un amigo.
- Comienza con un gancho. Al presentar, atrapa a tu audiencia con un gancho. Considera comenzar con una estadística sorprendente o una pregunta reflexiva antes de sumergirte en la información central.
- Mantente enfocado en tu tema. Es posible que quieras hablar de todo el tema en su conjunto, pero la sobrecarga de información puede abrumar a tu audiencia. En su lugar, mantente enfocado en lo que quieres cubrir. Apunta a los puntos clave y evita incluir detalles innecesarios.
- Recuerda presentarte. Al comienzo de la presentación, preséntate. Elimina cualquier tensión en la sala mencionando tu nombre, tu función y cualquier otro detalle útil. Incluso podrías mencionar un hecho divertido sobre ti, tranquilizando a la audiencia.
- Trabaja en tu lenguaje corporal. El 55% de las personas recurren a la comunicación no verbal al evaluar una presentación. Endereza la espalda, minimiza los gestos innecesarios y mantén la voz segura y tranquila. Recuerda trabajar estos aspectos cuando practiques.
- Memoriza la estructura, no las palabras. Es posible que te sientas mejor sabiendo exactamente lo que quieres decir. Pero sáltate el guion y cíñete a memorizar los puntos clave de tu presentación. Por ejemplo, considera elegir tres o cuatro frases o ideas que desees mencionar para cada parte de tu presentación en lugar de memorizarlas línea por línea.
- Conoce a tu audiencia. Antes de elaborar un esquema espectacular y una plataforma de diapositivas, investiga a tu audiencia. Averigua lo que probablemente ya saben, como la jerga de la industria, y dónde podrían necesitar información adicional. Recuerda: estás presentando para ellos, no para ti.
- Replantea tu ansiedad como emoción. Un estudio realizado por Harvard Business School demuestra que reformular la ansiedad como emoción puede mejorar el rendimiento. Por ejemplo, al decir frases sencillas en voz alta, como “Estoy emocionado”, adoptas una mentalidad orientada a las oportunidades.
- Ponte cómodo con el entorno. Si planeas presentar en persona, explora la sala. Encuentra dónde te vas a parar y entrega tu presentación. Practica mirar hacia los asientos. Al disminuir la cantidad de incógnitas, puedes aclarar tu mente y concentrarte en el trabajo.
- Familiarízate con la tecnología. Presentar online tiene desafíos únicos, como problemas con el micrófono y ruido de fondo. Antes de una presentación de Zoom, asegúrate de que tu micrófono funcione, limpia tu fondo, prueba tus diapositivas y considera cualquier ruido de fondo.
- Piensa en positivo. Al recordar los aspectos positivos, por ejemplo, tu gerente encontró impresionante tu última presentación. Con esto en mente, puedes sacudirte los nervios y alentarte a seguir hacia adelante.
- Cuenta una historia. Para involucrar a tu audiencia, incluye la narración de historias en tu presentación: más de 5 de cada 10 personas creen que las historias mantienen su atención durante una presentación. Considera formas de conectar diferentes partes de tus diapositivas en una narrativa convincente.
- Prepárate para las preguntas. Al final de tu presentación, es probable que tu audiencia tenga preguntas. Haz una lluvia de ideas sobre diferentes preguntas y posibles respuestas para que estés preparado.
- Mantén el contacto visual. El contacto visual indica honestidad. Cuando sea posible, mantén el contacto visual con tu audiencia. Para presentaciones en persona, presta atención a cada miembro de la audiencia. Para los que están online, mira la lente de tu cámara mientras hablas.
- Condensa tu presentación. Después de terminar el primer borrador de tu esquema, piensa en formas de condensarlo. Si es breve y dulce mantendrá a las personas interesadas en lugar de revisando sus teléfonos.
- Usa vídeos. Mantén la atención de tu audiencia incorporando vídeos cuando sea relevante. Por ejemplo, los vídeos pueden ayudar a demostrar ejemplos o explicar conceptos difíciles.
- Interactúa con tu audiencia. Casi 8 de cada 10 profesionales ven las presentaciones como aburridas. Cambia el rumbo comprometiéndote con tu audiencia. Anima la participación de la audiencia haciendo preguntas o realizando una encuesta en vivo.
- Habla lentamente y haz pausas frecuentes. Cuando te pones nervioso, hablas más rápido. Para combatir esto, recuerda reducir la velocidad cuando practiques. Coloca pausas profundas a lo largo de tu presentación, especialmente al pasar de una diapositiva a otra, ya que te da tiempo para respirar y a tu audiencia tiempo para absorber.
- Comienza y termina con un resumen. Un resumen al comienzo de una presentación puede despertar el interés de tu audiencia. Uno al final reúne todo, destacando los puntos clave que tu audiencia debe llevarse.
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