El 2021 ha quedado atrás y, para muchos, es un buen momento para empezar un nuevo proyecto. Es cierto que la época que estamos atravesando requiere de una dosis extra de valentía, pero son muchos los emprendedores que la tienen y ponen en marcha un nuevo negocio.
Existe la idea errónea de que lanzar un nuevo negocio basado en productos es difícil, pero nunca ha habido un mejor momento para hacerlo. El comercio electrónico está en auge en este momento y no hay señales de que se desacelere.
La pandemia del Covid19 y la crisis económica asociada ha cambiado el enfoque del comportamiento del consumidor: según los datos del estudio realizado por Sendcloud y Nielsen, el 63% de los españoles ha comprado más en tiendas locales desde que empezó la pandemia, mientras que el promedio europeo se sitúa en el 50%.
Con la facilidad de Internet y las diferentes plataformas online, las pequeñas empresas lanzan nuevos productos todos los días. Internet es una forma eficiente de vender tus productos y existen pocas barreras de entrada.
Pero antes de nada, debes asegurarte de que tu producto es rentable. Para ello, te mostramos algunas preguntas que debes hacerte para saber si tienes el producto adecuado.
- ¿Tu producto resuelve un problema?: Cuando estés pensando en introducir un nuevo producto en el mercado, esta es la primera pregunta que debes hacerte. Si el producto no tiene un propósito, es posible que no tengas la mejor idea o la más rentable. Cuando el producto resuelve un problema para el cliente, sabes que estás en el camino correcto.
- ¿Satisface una necesidad insatisfecha?: Cuando presentas un producto que satisface las necesidades del cliente donde otros productos han fallado, estás en el camino. Satisfacer esa necesidad ayuda a que tu producto sea único, ya que resuelves un problema único que nadie más ha resuelto.
- ¿Es aplicable a lo que está sucediendo en la actualidad?: La actualidad tiene mucho que ver con el éxito del lanzamiento de un producto. Si eres consciente de lo que está sucediendo en la actualidad y sabes que tu producto ayudará a resolver un problema que tu cliente está experimentando ahora, es más probable que demande el producto.
- ¿Puedes ser propietario de los derechos?: ¿La idea del producto se puede copiar fácilmente? Si alguien puede copiarlo, deberás diferenciarte de otras formas, como con el posicionamiento de marca. Pero si posees los derechos sobre el diseño o la fórmula (por ejemplo, con una patente), tendrás una ventaja competitiva mayor.
- ¿Es rentable?: La razón por la que existen las empresas es para obtener beneficios, y éstos son vitales para la supervivencia a largo plazo de una empresa. Asegúrate de que el producto que estás considerando sea rentable. Esto significa asegurarte de que cada unidad vendida genere ganancias (precio – costes = beneficio).
- ¿Cuánto cuesta desarrollarlo?: Nuevamente, para mantenerte con un producto rentable, debes asegurarse de que los costes de desarrollo no excedan el precio a largo plazo. Si no estás ganando dinero vendiendo este producto, tu negocio no tendrá éxito.
- ¿Es escalable?: Es esencial comenzar con una idea que pueda escalar a algo más grande. Las ideas que pueden escalar, por ejemplo, extensiones online, productos adyacentes y compras recurrentes, tienen más potencial que aquellas compradas una sola vez por unos pocos clientes.
- ¿Qué tamaño tiene el mercado?: El tamaño del mercado es un factor esencial porque, sin demanda, el producto no será escalable.
- ¿Lo has probado en el mercado?: Hacer que los clientes potenciales prueben tu producto y ofrezcan comentarios para realizar mejoras es vital para saber si estás satisfaciendo las necesidades del cliente. Este es un paso esencial que no puedes permitirte omitir.
- ¿Te apasiona tu producto?: Si no te apasiona tu producto, tendrás dificultades para venderlo. Necesitas creer en el producto y respaldarlo para venderlo. Si te falta pasión, tus clientes lo notarán y probablemente no compren. Además, tu pasión y propósito te ayudarán a superar cualquier desafío que se te presente.
Puedes tener la mejor idea, pero si no tienes la debida diligencia para garantizar el éxito del producto, tendrás menos posibilidades de éxito. Llevar un producto al mercado es factible, pero es un trabajo duro. Tu pasión por el producto impulsará el arduo trabajo que tienes por delante.
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