Las empresas de todo el mundo están siendo puestas a prueba de diferentes maneras por el Covid-19 y la nueva normalidad que puede traer la campaña global de vacunación. Las empresas que siguen contratando han tenido que adaptarse a nuevos procesos virtuales de reclutamiento sobre la marcha, evaluando candidatos a través de Zoom, Google Meet o Microsoft Teams.
Las interacciones tienden a ser rígidas y formales, con menos charlas e interacciones sociales que a menudo ayudan a completar un currículum. Pero estas limitaciones también pueden abrir nuevas posibilidades e incluso conducir a un mejor resultado final. Para los que luchan con la contratación virtual, aquí hay tres ventajas positivas a tener en cuenta y cómo aprovecharlas.
- La contratación virtual pone menos énfasis en el ajuste cultural… y eso es algo bueno
Las empresas y, sobre todo, las startups han dado un giro de 180 grados en el tema del ajuste cultural en la última década. No hace mucho tiempo, era común escuchar que la «cultura» era la salsa secreta detrás de la unidad del equipo y el éxito de la compañía. El currículum importaba menos en algunos casos que la personalidad y la capacidad de un candidato para trabajar con las normas culturales existentes. Algunos líderes incluso abogaban por una prueba de “cerveza y barbacoa” para los nuevos solicitantes; si se integraban en un entorno social, seguramente contribuirían en uno profesional.
Pero centrarse en la cultura tiene desventajas significativas. Puede llevar a las empresas a pasar por alto a candidatos cualificados que no se ajustan a un molde determinado. Peor aún, puede crear una atmósfera de exclusión, donde solo las personas que se ven o actúan de cierta manera encajan. En el peor de los casos, una fijación en la «cultura» puede presentar un serio obstáculo para la diversidad y la inclusión.
La contratación virtual es una oportunidad para que las empresas desestimen conscientemente el papel de la cultura. Las reuniones y saludos en persona, y los eventos sociales, desde almuerzos hasta tomar algo después del trabajo, se eliminan de la ecuación. Por supuesto, la personalidad y los puntos de vista brillan en las entrevistas en vídeo. Pero se pone mucho menos énfasis en la «sensación» o «vibración» que se obtiene de un candidato. En cambio, debes concentrarte en lo que realmente importa, lo que nos lleva al siguiente punto.
- La contratación virtual te empuja a sistematizar y estandarizar el proceso de entrevista
Las entrevistas de trabajo estructuradas no son nuevas. La idea es limitar el impacto del sesgo personal al hacer a cada candidato el mismo conjunto de preguntas, en el mismo orden, con respuestas calificadas en función de un sistema de puntuación estandarizado. La ventaja es que los candidatos se pueden comparar uno por uno, con menos errores humanos e inconsistencias para enturbiar el análisis.
Las entrevistas estructuradas eran comunes antes del COVID-19, pero este enfoque es especialmente adecuado para el entorno de contratación virtual. Con todo teniendo lugar a través de una pantalla, hay consistencia y control sobre el proceso de la entrevista. Las variables sociales y situacionales se pueden minimizar o eliminar en gran medida. Las interacciones se limitan a reuniones programadas, con poco o ningún tiempo para que se formen pequeñas conversaciones o impresiones. Al combinar estas condiciones con un conjunto de preguntas estándar, las empresas pueden crear un proceso de entrevista excepcionalmente consistente donde se minimizan los prejuicios, los errores y las posibilidades aleatorias.
- La contratación virtual te permite llegar a más personas y ampliar tu red
La eficiencia es otra ventaja importante del proceso de contratación virtual. La selección de candidatos para roles de liderazgo es normalmente un proceso que requiere mucho tiempo. Los candidatos serios generalmente son llevados a la oficina para reuniones de un día con múltiples departamentos y miembros del equipo, que se completan con almuerzos o cenas.
Todo esto conlleva una cantidad de tiempo excepcional, especialmente para ejecutivos con agendas ya abarrotadas. El resultado es que solo un grupo muy pequeño de candidatos se «considera seriamente». Los que terminan siendo vistos suelen ser las elecciones más conservadoras o seguras, aunque no necesariamente las mejores.
La contratación virtual elimina los elementos sociales de este proceso, lo que resulta en enormes ratios de eficiencia. Además, en última instancia, las empresas pueden usar la contratación virtual para generar una red más amplia y evaluar a más candidatos, lo que casi siempre conduce a mejores resultados.
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