Ya sea postergando la respuesta de correos electrónicos o esperando hasta el último minuto posible para enviar un proyecto antes de la fecha límite, todos hemos procrastinado alguna vez. Para algunos, sin embargo, la procrastinación es una lucha constante, que puede tener un impacto perjudicial en un negocio si no se aborda correctamente.
A continuación, ofrecemos cinco trucos que los procrastinadores crónicos pueden usar para organizarse, responsabilizarse y finalmente hacer su trabajo de una vez por todas.
Trucos para vencer la procrastinación
- Sé realista acerca de tus capacidades
Una razón común por la que posponemos las cosas es que hay demasiadas cosas en nuestras agendas. Por ejemplo, sabes que tienes una gran presentación a fin de mes, pero en tu día a día te ocupas de tareas más pequeñas (en parte porque es más fácil concentrarte en ellas y marcarlas). Sabes que solo faltan un par de días para esa presentación y ni siquiera la has comenzado.
Para reducir la cantidad de tareas que te impiden realizar tu trabajo, sé realista acerca de tu capacidad para asumir más trabajo. Determina qué responsabilidades se pueden delegar, cambiar o suspender para priorizar mejor el proyecto más grande (y más apremiante) que se avecina.
- Divide los proyectos grandes o los plazos en tareas pequeñas
No hay nada más abrumador que ver una fecha límite importante en tu agenda y tratarla como si fuera una sola tarea para marcar en tu lista. Con tantos elementos que intervienen en estos grandes proyectos, solo tiene sentido (y es mucho más satisfactorio) dividirlos en tareas pendientes más pequeñas y manejables.
A medida que desglosas tus proyectos, invierte en una herramienta de gestión de proyectos que te ayude a organizar y priorizar las tareas por mes, semana e incluso día.
- Pon el bloqueo de tiempo en acción
Los estudios han encontrado que podemos concentrarnos durante solo 90 minutos antes de que necesitemos un descanso, y es posible que nuestra capacidad de atención sea aún más corta ahora gracias a nuestros dispositivos digitales.
En lugar de luchar contra ese lapso de atención, utilízalo a tu favor trabajando en sprints cortos a través de una técnica conocida como bloqueo de tiempo. Bloquea horas específicas en tu agenda para completar tareas, como responder correos electrónicos, por ejemplo, y apaga todas tus notificaciones cuando las ejecutes.
También puedes probar un método como la técnica Pomodoro para realizar un trabajo enfocado. Este sistema (que requiere un temporizador) te alienta a trabajar en una sola tarea sin distracciones durante 25 minutos antes de tomar un descanso de cinco minutos.
- Elimina las distracciones, o al menos ponlas en pausa
Ya sea que trabajes desde tu casa o estés de regreso en la oficina, siempre habrá distracciones, desde compañeros de trabajo parlanchines hasta interrupciones de familiares o compañeros de piso, sin mencionar todos esos dispositivos que compiten por tu atención.
Aunque es posible que no puedas controlar los factores externos que interrumpen tu flujo de trabajo, puedes hacer algo con esas molestas distracciones digitales. Desactiva tus notificaciones de correo electrónico y mensajería para eliminar los pings constantes. O da un paso más y deja tu teléfono en otra habitación.
- Date pequeños premios
Casi todos nosotros estamos motivados por el refuerzo positivo: felicitaciones y pequeñas recompensas por un trabajo bien hecho. No esperes a que tu cliente o equipo te los entregue. Si tienes una tarea desafiante por delante, dite a ti mismo que te darás un pequeño premio (puede ser tan pequeño como un paseo de 10 minutos alrededor de la manzano o un café con leche especial, o ambos) por abordar y completar ese desafío.
La procrastinación seguramente te sorprenderá en algún momento, pero definitivamente puedes controlar cuánto afecta tu día laboral. Pon en práctica estas técnicas para mantenerte encaminado cuando te sientas menos concentrado.