Cuando el mundo cerró hace cuatro meses, millones de trabajadores pudieron continuar trabajando mientras permanecían confinados en sus casas. Esto es realmente extraordinario. Y es que la tecnología ha hecho posible que muchos tipos de trabajo puedan realizarse fuera de una oficina.
Sin embargo, muchas personas todavía consideran que trabajar a distancia es lo mismo que hacerlo desde casa. A medida que las empresas comienzan a descubrir cómo volver a la «nueva versión de lo normal» para sus clientes y equipos, comprender la diferencia es extremadamente importante. Crear un plan de trabajo remoto viable para tu negocio es fundamental, pero no es lo mismo que simplemente tener a los miembros de tu equipo trabajando desde casa.
En muchos casos, trabajar desde casa es una ventaja. Es algo que haces los viernes porque no tienes reuniones y puedes sentarte en tu sofá para ponerte al día con la presentación que necesitas terminar. Eso es maravilloso, pero todavía tienes una oficina a la que volver.
El trabajo remoto es diferente. La capacidad de trabajar desde cualquier lugar (a menudo en tu casa) a tiempo completo podría considerarse una ventaja, pero no es algo extra. No describe un lugar en el que «trabajas», sino que es la forma en la que trabajas, todos los días.
Comprender la diferencia es importante porque si aún no lo has hecho, es hora de idear un plan sobre cómo tu negocio hará que las personas «vuelvan a trabajar». Teniendo en cuenta que más de dos tercios de los empleados dicen que les gustaría tener la opción de seguir trabajando de forma remota, ciertamente es algo que las empresas deben valorar y añadir a su estrategia de empleo y negocio.
Este es un buen momento para tener un poco de claridad sobre lo que se requiere para hacer que el trabajo remoto funcione bien.
Tecnología
Si tu equipo trabaja de forma remota, no hay garantía de que tengan acceso a la misma tecnología que les proporcionas en una oficina. Y, dado que el tipo de trabajo que pueden estar haciendo probablemente sea diferente, querrás asegurarte de que tengan lo que necesitan.
Es fácil asegurarte de que todos tengan un ordenador portátil, pero ¿qué pasa con una conexión wifi rápida? O, si tienen un router que les proporciona una conexión rápida, ¿es seguro?
Esas son preguntas importantes, y como empleador, depende de ti proporcionar la tecnología que pueda ayudar a tu equipo a mantenerse conectado, comprometido y productivo.
Puntos de contacto
Probablemente, el mayor desafío al que se enfrentan las personas que trabajan de forma remota es que se pierden las conversaciones cotidianas que suceden en una oficina. Los trabajadores no se encuentran en el pasillo ni tienen una conversación rápida en el despacho de alguien.
En cambio, tener un equipo remoto significa adoptar un enfoque intencional para mantener a todos conectados y comprometidos. Esto incluye oportunidades para hablar y establecer objetivos sobre lo que se está trabajando, y realizar evaluaciones de progreso y rendimiento.
La clave es ser intencional para las reuniones cara a cara, incluso cuando eso significa reunirse en una videollamada. Si no lo haces, tu equipo se sentirá aislado y desconectado el uno del otro y, lo que es más importante, de la misión que están tratando de cumplir juntos.
Herramientas
La buena noticia es que existen herramientas que pueden ayudarte con estos puntos de contacto. Por ejemplo, Slack es una forma popular de organizar comunicaciones de equipo y empresa. Zoom y Google Meet permiten a todos «entrar en la sala» juntos para tener reuniones de vídeo. Herramientas como Basecamp o Trello hacen que sea más fácil el trabajo en equipo, especialmente cuando trabajan juntos en tareas y proyectos de colaboración.
Cada proceso que puedas tener en una oficina necesita algún tipo de herramienta digital para ayudaros a continuar trabajando juntos.
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