Ventajas que el smartworking presenta tanto para empleados como para las propias organizaciones

Smartworking: el mejor aliado de las empresas para retener talento

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Actualizado 26 | 10 | 2021 12:16

Smartworking

El trabajo remoto ha llegado para quedarse. Ya sea a tiempo parcial o completo, esta nueva forma de entender el trabajo ha roto los esquemas de lo tradicional, dando paso a nuevos modelos más flexibles con el empleado.

Esta flexibilidad no solo repercute en el asalariado, sino que las empresas también tienen frente a ellas una gran oportunidad para retener y atraer talento, al ofrecer unas condiciones adaptadas a las necesidades de cada trabajador, independientemente de su localización geográfica y situación personal.

Bajo este pretexto, surge el smartworking, un método flexible de gestión del trabajo elaborado para ayudar a los negocios a mejorar su productividad y eficiencia haciendo uso de las innovaciones tecnológicas. Es decir, se trata de un sistema que busca ofrecer a los trabajadores las herramientas necesarias para alcanzar un nivel alto de rendimiento profesional en cualquier momento y lugar. Esto es posible gracias a soluciones tecnológicas como el WorkSpace as a Service (WaaS), que permiten crear un puesto de trabajo virtual, desvinculando el lugar de trabajo del equipo físico y permitiendo realizar las tareas desde cualquier dispositivo y en cualquier lugar del mundo.

“Una de las principales bases del smartworking es, precisamente, permitir que los empleados puedan elegir de forma autónoma y flexible cuándo, dónde y cómo trabajar ofreciéndoles desde la empresa las herramientas necesarias para hacerlo. Este sistema se centra en los resultados obtenidos y no tanto en las horas invertidas para llevar a cabo una labor concreta”, explica Carolina Garrido, directora de talento y cultura organizacional de Serban Tech.

Las ventajas del smartworking son muchas, pero destacan tres:

  • Flexibilidad horaria. Pasar de un modelo tradicional con horarios preestablecidos a uno basado en el cumplimiento de objetivos, independientemente de las horas invertidas, es lo que busca el smartworking o agile working. Con esta filosofía laboral, será el propio trabajador quien establezca sus horarios de trabajo para realizar la labor completa cada día, con una planificación totalmente flexible y adaptable a cada persona.
  • Libertad geográfica. La única condición para trabajar desde cualquier punto geográfico es disponer de un dispositivo con conexión a internet. Ya no será necesario tener un lugar de trabajo fijo, sino que es posible trabajar desde cualquier lugar, ya sea tu propia casa, una cafetería o un centro comercial. Además, para permitir una mejor movilidad, ya que no es necesario utilizar el ordenador.
  • Conciliación. Los anteriores beneficios suman una ventaja más: la conciliación entre la vida laboral y la familiar. Así, ofrecer un trabajo flexible y autónomo, sin horarios preestablecidos ni lugar físico definido implica que será mucho más sencillo combinar el vida personal y laboral, encontrando el equilibrio perfecto.

Sin embargo, los trabajadores no son los únicos beneficiados del smartworking. Muchas empresas también observan ventajas con la implantación de este modelo:

  • Retención y atracción de talento. Todos esos beneficios que el agile working ofrece a los empleados hace que estén más contentos desarrollando sus tareas y decidan quedarse en la empresa. Cuando un trabajador se siente a gusto en su entorno laboral, el porcentaje de retención de talento mucho mayor. Se trata de establecer una relación de confianza entre empleado y empleador que, finalmente, resulta beneficiosa para ambos. No solo eso, al existir una libertad geográfica, la empresa puede valorar un abanico más amplio de perfiles profesionales para incorporar al equipo, sin importar en qué parte del mundo se encuentren. Por tanto, el smartworking es beneficioso tanto como para retener al equipo que forma parte de la empresa como para encontrar nuevos talentos.
  • Mayor productividad. Muchos negocios que han integrado este sistema de trabajo han observado un incremento de la productividad de sus trabajadores, que se sienten más motivados por la confianza que la empresa deposita en ellos. Y es que no se miden las horas trabajadas, sino que se centran en los objetivos cumplidos. Esto fomenta que los empleados rindan más y se sientan más valorados.
  • Reducción de costes. Al reducir considerablemente –e incluso de forma total– las ‘visitas’ al centro de trabajo, las empresas observan una reducción de costes centrada en los gastos derivados de suministros tales como electricidad, la calefacción o el alquiler o mantenimiento de las oficinas.

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