La cultura creativa pone en valor el talento interno y facilita la creación de nuevas ideas que se traducen en soluciones alternativas a las aplicadas hasta el momento

8 medidas para fomentar la creatividad y aumentar la productividad en la empresa

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Actualizado 10 | 09 | 2021 09:00

Productividad empresa

La innovación y la cultura de la creatividad potencian la vinculación de los profesionales con sus empresas, por lo que invitar y apoyar el desarrollo y ejecución de ideas motiva a los empleados al otorgar responsabilidad y confianza en la plantilla a la vez que incrementa su fidelidad y productividad.

Según el estudio The Future of Jobs Report 2020, la creatividad, junto con la originalidad y la iniciativa, es una de las habilidades que las empresas tienen cada vez más en cuenta en los empleados por delante, incluso, del liderazgo o la programación.

La creatividad en la empresa se traduce en la generación de nuevas ideas que permiten solucionar problemas a través de soluciones alternativas que pueden resultar más eficaces y eficientes que las utilizadas hasta el momento en cualquier ámbito de la compañía, desde la atención al cliente, la selección de personal, la comunicación interna o el desarrollo de productos o servicios. Según un estudio de McKinsey, las compañías que fomentan la creatividad suelen ser más productivas, además de tener 1,5 veces más probabilidades de acaparar una mayor cuota de mercado

Es fundamental que los departamentos de Recursos Humanos pongan en valor todo el potencial de sus trabajadores y traten de conseguir que compartan con la empresa su talento interno, muchas veces obviado por la urgencia de los procesos del trabajo cotidiano. En ocasiones, resulta complicado alentar, reconocer y recompensar la innovación, para ello, las empresas pueden contar con la capacidad motivadora de los beneficios e incentivos que, según un estudio de la consultora Willis Towers Watson sobre la influencia de los beneficios sociales en la productividad, un empleado motivado puede llegar a ser un 31% más productivo que uno que no lo esté. Con la finalidad de fomentar la cultura de la creatividad, Sodexo aporta algunas medidas prácticas que las compañías pueden aplicar:

  • Destinar parte de la jornada a la innovación. La confianza, la flexibilidad y la autonomía son algunos de los factores que caracterizan a la cultura de la creatividad y en los que se basan las políticas de trabajo que destinan una parte de la jornada laboral, previamente establecida, al desarrollo de proyectos innovadores que se puedan aplicar a la empresa, fuera de lo que se podría considerar su trabajo. Es el caso de las empresas Google y 3M, en la que sus trabajadores pueden dedicar un 20% y un 15% de su tiempo respectivamente para innovar a partir de ideas propias.
  • Fijar plazos de entrega de las propuestas. Hay que tener en cuenta que la creatividad requiere tiempos más prolongados que otro tipo de trabajos. De hecho, es complicado saber cuándo va a surgir una buena idea o que, incluso, esta no llegue nunca. Por ese motivo, es importante crear plazos de entrega con sentido, con el objetivo de acelerar la creatividad involucrando al equipo. Según un estudio de Harvard Business School, los equipos creativos sienten un mayor compromiso con un proyecto cuando son conscientes de los cortos periodos de entrega o los plazos y comprenden el motivo de dichos plazos. Es decir, cuando tienen “una misión” que cumplir.
  • Talleres y brainstorming periódicos. El desarrollo regular de actividades que fomentan la creatividad y la innovación, como son los talleres sobre técnicas creativas, incentivan esta cultura en las plantillas de una forma transversal, aunque no se celebren para proyectos o propuestas concretas. Por ejemplo, la compañía de software australiana Atlassian reserva días, incluso semanas, para trabajar únicamente la creatividad a través de ejercicios de brainstorming diseñados para tal efecto o compartiendo con toda la compañía las ideas en las que se está trabajando, buscando feedback real entre los profesionales de toda la empresa. Esta política ha impulsado un 38% su crecimiento.
  • Apostar por perfiles diversos en plantillas y grupos de trabajo. Los equipos heterogéneos aportan miradas más amplias de una misma realidad, por lo que son más proclives a generar ideas alternativas. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo, las empresas con una cultura y políticas inclusivas aumentan su rentabilidad y productividad hasta el 62,6%. La diversidad responde a diferentes perspectivas, como pueden ser la de género, la funcional, la cultural, la generacional, la religiosa, la formativa o la de identidad sexual.
  • Usar herramientas colaborativas. Poner a disposición de los empleados plataformas y aplicaciones tecnológicas que permitan trabajar en común y de manera simultánea a través del uso y la gestión de documentos compartidos, el intercambio de archivos o las conversaciones desarrolladas mediante chat o videoconferencias, servicios que ofrecen plataformas como OneDrive o Google Drive. Estas herramientas facilitan la colaboración, cuando se produce entre expertos en diferentes materias y facilita realizar brainstorming en formato virtual.
  • Ofrecer formaciones personalizadas. Una de las mejores formas de que una empresa no se estanque en innovación es ofrecer cursos que permitan a los empleados conocer y ampliar los conocimientos de su área de trabajo o desarrollar técnicas de pensamiento creativo. Además, ofrecer a los empleados servicios de formación ya sea como beneficio social o como retribución flexible, es, entre otras cosas, la mejor manera de fomentar el talento internamente y de mejorar el ahorro de los empleados ya que es un servicio totalmente exento de IRPF, permitiendo así que el empleado ahorre al menos un 25% del importe del curso.
  • Dar incentivos o premios a la innovación. Reconocer un buen trabajo, especialmente cuando es un añadido y no un requisito, como ocurre en muchas ocasiones con las propuestas más innovadoras, es una de las mejores formas de incentivar a los empleados a ser creativos e ir más allá. En ese sentido, disponer de un programa de incentivos con regalos a medida para reconocer aportaciones a la empresa puede ser una buena estrategia para fomentar la creatividad y la innovación. Además, estas políticas tienen un efecto positivo en el rendimiento, como revela esta investigación de Barsin Group en la que se concluye que las organizaciones que cuentan con beneficios y planes para mejorar la experiencia del empleado alcanzan una productividad un 14% más alta que las que no los tienen.
  • Fomentar una cultura empresarial saludable a través del deporte y el bienestar de los empleados. Establecer pausas periódicas y obligatorias durante la jornada laboral y fomentar la desconexión digital puede ayudar a los empleados a crear momentos más creativos alejados de las tareas más rutinarias. También fomentar hábitos saludables, como es la práctica de actividad física, puede ayudar a los empleados a encontrarse mejor y ser más creativos. En este sentido, un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya estima que las personas que hacen deporte son 3,5 veces más innovadoras y creativas en el trabajo. Para ello, las empresas pueden facilitar a sus empleados acceso a servicios para hacer deporte o gimnasios mediante beneficios sociales o a las ventajas que ofrece la retribución flexible.

Las empresas deben tener en cuenta el fomento de la innovación incentivando la creatividad de los empleados para que puedan desarrollar y compartir con la compañía todo su talento. Reconocer la capacidad creativa de los profesionales y potenciarla afianza el vínculo entre empresa y profesional.

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