Seguro que conoces el dicho «No tienes una segunda oportunidad para causar una primera impresión». Pero incluso en nuestra era de conexión continua, donde las tecnologías modernas permiten la participación del cliente las 24 horas del día, los 7 días de la semana, las marcas continúan subestimando la importancia de causar una excelente primera impresión. Asumen que una variedad de puntos de contacto con el cliente brindará diferentes oportunidades para ganar su lealtad pero, simplemente, no es así como funciona la naturaleza humana.
El cerebro humano se rige por el efecto de primacía; es decir, un sesgo cognitivo que prioriza la primera interacción que tenemos con una marca por encima de todo, mientras informa cómo experimentamos esa marca en el futuro.
Cuando la información sobre una marca o servicio se entrega en una secuencia (como lo hace cualquier buena estrategia de marketing), es mucho más probable que el cerebro humano recuerde la información inicial de esa serie a largo plazo, mientras que todos los demás puntos de contacto se olvidan en cuestión de horas o días. Esto significa que el primer punto de interacción con el cliente será el más influyente, independientemente de lo que venga después.
Dado que la mayoría de las audiencias de hoy en día comienzan sus relaciones con una marca o servicio digitalmente, su contenido influirá en esa primera impresión crítica por encima de todo. En este caso, una imagen realmente vale más que mil palabras. ¿Por qué? Porque las primeras impresiones del contenido no están motivadas por el texto de un experto en redacción; en cambio, el 94% de las primeras impresiones hoy en día están guiadas completamente por el diseño de ese contenido. Eso significa que si no estás priorizando un excelente diseño de contenido en tu estrategia de participación del cliente, es probable que estés nublando la experiencia del cliente en la compensación.
- ¿Preferirías comprar un producto o servicio de una página web que parece sacado directamente de 1999, o de una que se vea moderna y limpia?
- ¿Te gustaría saber sobre un nuevo producto a través de un extenso documento técnico o a través de un impactante vídeo de 90 segundos?
- ¿Seguirías a una marca en las redes sociales que se base completamente en imágenes y texto de stock para cada publicación, o a la que utiliza infografías de alta calidad y recursos creados de manera auténtica y de manera regular?
Si optaste por el último de los dos escenarios en las preguntas anteriores, entonces eres como la mayoría de las personas. ¿Aún no sabes por dónde empezar con tu contenido visual? Aquí hay tres consejos a tener en cuenta:
- Evita las imágenes de archivo
Según un estudio de HubSpot sobre cómo el contenido visual afecta las tasas de conversión, las imágenes personalizadas tienen siete veces más probabilidades de convertirse que las imágenes de archivo. Esto se debe a que las audiencias modernas valoran la autenticidad, un rasgo al que las imágenes de archivo rara vez pueden aspirar, simplemente porque están diseñadas para ser genéricas por naturaleza.
Si tu diseño de contenido se basa demasiado en el stock, tu audiencia puede ver tu marca como fría o falsa. ¿Traducción? Vale la pena invertir en algo original que diferencie la apariencia de tu marca y genere una mayor confianza con tus consumidores.
- Mantén las cosas consistentes y limpias
Cada campaña de contenido que produzcas debe seguir una dirección estética codificada desarrollada para esa campaña.
Puedes optar por usar la misma dirección estética en varias campañas, lo cual está bien, pero una vez que hayas identificado una dirección, no te desvíes de ella. El contenido visual más exitoso utiliza no más de tres tipos de letra, una paleta de colores mínima y el mismo estilo de ilustración en todos los aspectos de la campaña.
Es un error muy común que las marcas mezclen estilos de ilustración. A menudo, esto es el resultado de confiar demasiado en herramientas de diseño o imágenes de archivo en lugar de trabajar con un ilustrador experimentado. El espectador promedio se confundirá o molestará por los estilos mixtos, incluso si no sabe conscientemente lo que se siente «desagradable» sobre el contenido que está viendo, nublando aún más su visión de tu marca.
- Mantén las cosas breves y fáciles de digerir
El público quiere una relación fluida cuando interactúa con las marcas. Demasiado texto sugiere que tendrán una experiencia mucho más complicada.
Según Nielsen Norman Group, las audiencias solo leen el 20% del contenido que supera las 593 palabras. Además de esto, la mayoría de las audiencias se desplazan por el contenido que comienza con más de unas pocas oraciones de texto y rebota en las páginas web que tienen más de unas pocas oraciones en el pliegue superior. Un estudio de DemandGen encontró que el 91% de los consumidores modernos prefieren el contenido visual como su forma primaria, secundaria y terciaria de entrega de información, lo que significa que las marcas deben estar preparadas para satisfacer los gustos de los consumidores promedio de hoy en día.
El contenido visual exitoso utiliza la menor cantidad de texto posible. Está desarrollado para ser visto en un dispositivo móvil o en una publicación social (tamaño tal que un usuario no tiene que agrandarlo para entenderlo). Las marcas que pueden ofrecer una propuesta de valor en formato corto y contenido agradable tienen un éxito mucho mayor que aquellas que no lo hacen.
Diseña una gran primera impresión para tu CX
Las marcas que buscan emocionar y atraer a sus audiencias deben priorizar un gran diseño para tener éxito. Bien hecho, el contenido cuidadosamente diseñado les dice a tus clientes que tu marca está comprometida con la calidad, la innovación y una experiencia de cliente sin esfuerzo. Después de todo, es ese primer paso en el viaje del cliente, esa primera impresión crítica, lo que afectará la relación entre una marca y sus consumidores en el futuro. Invierte en una estrategia de diseño convincente y te asegurarás de acertar en el primer intento.
