Construir un negocio debería ser y puede ser un viaje tan emocionante como inventar y construir un producto

Las etapas clave de la construcción de una startup de éxito

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Actualizado 03 | 07 | 2020 10:37

Crear startup

Hay dos tipos de emprendedores. Los que son creadores de productos y los que son creadores de empresas. Muchos de los primeros suelen estar convencidos de que un gran producto genera un gran negocio.

Desafortunadamente, rara vez están estrechamente relacionados, y navegar por todas las etapas de la construcción de un negocio suele ser la tarea más difícil.

A continuación, te mostramos las nueve etapas clave que la mayoría de las empresas atraviesan en su evolución de una startup a una entidad exitosa y estable.

  1. No puedes sostener un negocio sin un flujo de caja positivo: A pesar de que las ganancias pueden no ser tu motivación, no puedes sostener ningún negocio sin generar efectivo. En la mayoría de las empresas, esto significa vender algo y demostrar que tu producto o servicio tiene valor. No delegues esta etapa de administración de efectivo a nadie más en el negocio.
  1. Asegúrate de que alguien esté administrando personas y operaciones: Los emprendedores generalmente se centran en el panorama general: crear una visión, un propósito y una estrategia a largo plazo. La construcción de un negocio requiere una etapa de enfoque en la ejecución y la gestión responsable de las personas. Muy pocos emprendedores pueden desempeñar ambos roles, así que encuentra un socio o contrata a un tercero para que te ayude.
  1. Desarrolla una cultura empresarial que coincida con tus valores fundamentales: Para que la empresa prospere, todos los empleados, y tus clientes, deben conocer y relacionarse con tus valores fundamentales, como la excelencia del producto, el cuidado del medio ambiente y la integridad personal. Estos son los principios eternos que deben guiar todas las decisiones de contratación, comercialización y ejecución.
  1. Implementa métricas comerciales clave: Esta es la etapa en la que pasas de administrar por tu instinto a administrar por números. Identifica las tres métricas más importantes que tu empresa debe alcanzar cada semana para lograr tus objetivos de crecimiento. Estos casi siempre estarán relacionados con las ventas y el marketing, ya que deben vincularse al flujo de caja.
  1. Mantente conectado y comprometido con tus empleados: Un error empresarial común es esconderte en tu oficina y asumir que todos saben lo que está sucediendo. La gente necesita verte y escucharte en un sentido formal al menos una vez a la semana, y debes gestionar. Haz comentarios constantes y agradece a menudo.
  1. Desarrolla planes de acción temprana para recuperarte de los imprevistos: Las startup suelen tener que pivotar una o más veces, sin importar lo seguros que estén los emprendedores de la perfección inicial del plan. Por lo tanto, debes prepararte constantemente para esta etapa escuchando a los clientes, midiendo el valor del cliente y observando las fuerzas externas. Desarrolla agilidad de cambio en todos tus procesos.
  1. No intentes hacerlo todo. Capitaliza tus fortalezas: Tu desafío es contratar ayuda justo antes de alcanzar la capacidad para no detener el crecimiento. Delega donde tengas menos conocimiento y fuerza, de modo que con el tiempo llegues a la etapa de hacer solo las cosas que amas usando tu talento al máximo.
  1. No permitas que tu negocio crezca más allá de tu zona de confort: Demasiados empresarios quedan tan atrapados en los desafíos de hacer crecer su negocio que no pueden parar, y el negocio se les va de las manos. La respuesta es aprender a decir no cuando ya tienes suficiente acción.
  1. Aumenta tu enfoque en el entrenamiento, la capacitación y la tutoría: Como emprendedor, debes reconocer la etapa en tu negocio donde tu mayor satisfacción puede provenir no de un mayor crecimiento, sino de la oportunidad de compartir lo que has aprendido con los que siguen, y puedes llevar tu legado hacia adelante.

Construir un negocio debería ser y puede ser un viaje tan emocionante como inventar y construir un producto. Ambos son difíciles, y cada etapa es desafiante, gratificante, aterradora, estimulante y una de las cosas más satisfactorias que habrás hecho en tu vida.

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