La capacidad de decir "no" es esencial para cualquier emprendedor

Decir “sí” a todo conduce al fracaso: cómo evitar la trampa del compromiso excesivo

©Bigstock

Actualizado 11 | 07 | 2024 10:11

A medida que las personas se esfuerzan cada vez más por alcanzar sus objetivos, la mayoría se vuelve adicta al trabajo y se involucra demasiado. Todos sabemos lo atractivo que es decir «sí» a casi todo lo que se nos presenta porque, quién sabe, puede que consigamos un ascenso o que seamos el centro de atención. Sin embargo, esta tendencia a menudo conduce a un resultado paradójico: el fracaso.

Ahora que hemos examinado el peligro, consideremos los siguientes enfoques prácticos para superarlo.

La ilusión de la capacidad infinita

En el origen de la excesiva implicación se encuentra un error fundamental: la idea de que la capacidad de mejora es infinita. Sucede que, como emprendedores, creemos que somos capaces de asumir cada vez más trabajo, pero en realidad el tiempo y la energía son bienes escasos que nos limitan de alguna manera. Es importante no dispersarnos demasiado en demasiadas cosas, ya que esto acaba debilitando nuestra presencia en todo aquello en lo que nos involucramos.

La paradoja de la productividad

Es evidente que hacer más no significa necesariamente lograr más en esta vida. En general, es muy poco prudente involucrarse en muchas actividades porque esto puede tener un impacto muy negativo en la productividad. He aquí por qué:

  • Disminución de la calidad del trabajo: la multitarea suele caracterizarse por una disminución de la calidad en los proyectos o tareas que tenemos entre manos. A menudo trabajamos muy rápido, no prestamos atención a los detalles y terminamos cometiendo errores. Esto no solo afecta al resultado sino también a la reputación.
  • Aumento del estrés y del agotamiento: esto se debe a que el exceso de compromisos genera mayores niveles de estrés. El estrés y la sensación de presión para cumplir con determinados plazos, por ejemplo, pueden provocar agotamiento y tener efectos adversos en el cuerpo y la mente.
  • Oportunidades perdidas: cuando estamos constantemente aceptando todo, es posible que no veamos ninguna oportunidad valiosa que se presente. Mientras sigamos obsesionados con las oportunidades más fáciles, nuestra capacidad para aprovechar las oportunidades adecuadas se verá reducida.

Consecuencias de no decir “NO”

Por ejemplo, pensemos en una empresa tecnológica llamada XYZ. El fundador de la startup XYZ puede aceptar todas las invitaciones a reuniones, colaboraciones y charlas. En primer lugar, esto puede parecer una forma eficaz de desarrollar la marca y ampliar la red. Sin embargo, el fundador se sentirá abrumado, luchando por gestionar y sin poder atender adecuadamente el negocio.

El ciclo de desarrollo del producto se ralentiza, los niveles de satisfacción del cliente disminuyen y el crecimiento general de la empresa finalmente se paraliza; la startup sale, no porque no haya oportunidades, sino porque no puede aprovecharlas adecuadamente.

El arte de decir “no”

La capacidad de decir «no« es esencial para cualquier emprendedor. No se trata de ser poco servicial o desalentador, sino de ser lo suficientemente inteligente como para comprender que no se puede hacer todo ni estar en todas partes y hacer todo en un momento determinado. A continuación, ofrecemos algunos consejos que te guiarán hacia la realización de este noble objetivo.

  1. Define tus prioridades: primero analiza tus necesidades y define tus principales objetivos y valores. De esa manera, tendrás una mejor perspectiva de las oportunidades disponibles según tus prioridades y cuáles no se ajustan a tu lista de prioridades.
  2. Evalúa el impacto: en primer lugar, hay que determinar cuánto vale la pena realizar esa tarea en términos de los resultados que te puede aportar. Incluso si un estudio se alinea con los objetivos de investigación, ¿te permitirá avanzar sustancialmente en la consecución de los mismos? Para analizar esto, tienes que decidir si merece la pena el tiempo y el esfuerzo necesarios. Si la respuesta es no, lo más probable es que sea mejor rechazar lo que se te ofrezca.
  3. Establece límites: los límites son importantes para garantizar que no haya interferencias en el progreso del trabajo o en los objetivos a alcanzar. Sé claro con las personas que te rodean, con los miembros de tu equipo, con tus colegas y con tus socios a la hora de comunicarles tus límites. Deja claro el tiempo que puedes y estás dispuesto a estar disponible para los demás, así como el tiempo en el que tienes que centrarte en cosas importantes.
  4. Delega con prudencia: no es una regla que debas hacerlo todo tú mismo. Trata de transferir las tareas rutinarias que pueden realizar otras personas, de modo que puedas concentrarte únicamente en las operaciones más importantes. Confía en tu gente y dales plena autoridad para que hagan su trabajo.
  5. Revisa periódicamente tus compromisos: procura analizar de vez en cuando en qué estás ocupado y qué es realmente importante y efectivo. ¿Esas tareas están alineadas con tus metas y propósitos? Si no es así, no temas volver atrás y pensar en lo que te comprometiste y tal vez modificar los planes.

Priorizar de manera eficaz: la Matriz de Eisenhower

La Matriz de Eisenhower es una de las herramientas más conocidas y eficaces para ordenar las tareas según su prioridad. Este marco básico permite ordenar las tareas cuidadosamente en función de su urgencia e importancia.

  1. Urgente e importante: actividades que son urgentes y estratégicamente relevantes para tus objetivos y prioridades. Estas deben ser tus principales prioridades.
  2. Importante pero no urgente: actividades que son importantes para alcanzar objetivos a largo plazo pero que no es necesario ejecutar ya. Organiza estas tareas y asegúrate de que tengan un horario asignado.
  3. Urgente pero no importante: tareas que deben realizarse pronto, pero que no contribuirán mucho a lograr los objetivos. Si es posible, estas tareas deben ser delegadas.
  4. Ni urgente ni importante: actividades que consideras que no son relevantes para el logro de tus objetivos. Evítalas o redúcelas para tener tiempo para otras tareas más importantes.

Al utilizar la Matriz de Eisenhower, puedes evitar perderte en una plétora de cosas por hacer, lo que en última instancia conduce a un exceso de compromisos.

Te puede interesar


Cargando noticia...