Sabemos que «solo trabajo y falta de diversión» puede conducir a trabajadores menos productivos e insatisfechos. Ya en la década de 1930, los investigadores de gestión Elton Mayo y Mary Parker Follett, señalaron que algunos aspectos de la naturaleza humana, como las relaciones, eran importantes factores de motivación en el lugar de trabajo. Fue una desviación radical de la afirmación de Henry Ford de que “los hombres trabajan por dos razones. Una es por el salario, y la otra por miedo a perder sus empleos».
No había tiempo para divertirse en el mundo de la gestión científica y el movimiento de eficiencia impulsado por el cronómetro de principios de 1900. Pero el guion para logar un lugar de trabajo con un ambiente divertido fue reescrito por nuevas empresas de Silicon Valley durante el boom de las “punto com”. Este guion ahora está personificado por las ventajas de oficina de compañías tecnológicas como Google. Estas abarcan de manera diversa, estudios de música y arte, campos de minigolf, mesas de ping-pong, futbolín, paredes de escalada e, incluso, cápsulas de siesta.
Además de hacer que la vida laboral sea más placentera, existe una fuerte evidencia de que la diversión en el lugar de trabajo tiene un poderoso impacto en términos de beneficios organizacionales.
La diversión en el lugar de trabajo también puede fomentar actitudes más positivas, ayudar a los equipos a ser más cohesivos y ayudar a las personas a lidiar o recuperarse de experiencias laborales estresantes, al tiempo que ayuda a desarrollar relaciones más fuertes.
Entonces, ¿cómo pueden las empresas crear una cultura y un ambiente pro-diversión de forma adecuada, con las actividades apropiadas, para capturar estos beneficios? Una lección importante para los CEOs es que la diversión en el lugar de trabajo es muy subjetiva. Algunos empleados pueden tratar de conocer mejor a sus compañeros de trabajo durante “la hora feliz”, considerándolo como una oportunidad para divertirse y construir camaradería y espíritu de equipo. Para otros, sin embargo, esto podría llenarlos de temor.
Hay una variedad de factores que afectan la forma en que las personas juzgan los eventos como divertidos o no.
- Divertirse voluntariamente
Cuanto más voluntaria sea una actividad, más probable es que las personas la vean como divertida y disfruten participando. Pero eso significa ser verdaderamente voluntaria, en oposición a una actividad que sea técnicamente voluntaria, pero donde la gente todavía sienta presión para participar.
- Diversión desde la cima
También es probable que los trabajadores valoren más la diversión en el lugar de trabajo si los CEOs y líderes apoyan la diversión. En términos simples, es la diferencia entre un CEO que, cuando todos corren a la sala de descanso para tomar un pastel de cumpleaños, señala «genial, vamos a celebrar y luego volveremos al trabajo», y uno que murmura «ya estamos otra vez, la gente se distraerá y perderemos 30 minutos de tiempo de trabajo «.
Como la diversión orgánica es más efectiva que la diversión manufacturada, tiene sentido que los CEOs creen un ambiente donde sean los empleados quienes inicien y organicen diversas actividades divertidas, en lugar de ser ellos mismos los que lo hagan.
La presión del trabajo también es un factor. Los empleados con una gran carga de trabajo pueden ver los eventos divertidos como obstáculos en su agenda.
- Reconocer diferentes personalidades
Los rasgos de personalidad son importantes. Las personas optimistas con un enfoque positivo de la vida tienen más probabilidades de acoger las actividades divertidas favorablemente. Las empresas que tienen una fuerte cultura de diversión y creen en los beneficios de contratar personas que se ajusten a su cultura, tienen más probabilidades de tener empleados que compartan la diversión como un valor común.
- Tipos de diversión
En el tipo de actividad está la diferencia. Las investigaciones sugieren que los eventos que involucran comida, celebraciones de hitos personales y salidas del lugar de trabajo son mejor recibidos.
Pero las empresas también pueden diseñar espacios físicos que favorezcan la socialización y la interacción en el lugar de trabajo. También pueden utilizar la incorporación y la orientación de los recién llegados como una oportunidad para mostrar que la empresa está abierta a la diversión y quiere fomentar ese tipo de interacciones.
Millennials y Generation Z son los líderes, gerentes y trabajadores de las próximas décadas. Se caracterizan por una disposición a desdibujar los límites entre el trabajo y el no trabajo, y un deseo de ser ellos mismos en su vida laboral.
Cuando se trata de la competencia por el talento y la construcción de grandes equipos con fuerzas de trabajo comprometidas, es probable que las empresas que brinden un entorno en el que los empleados puedan divertirse un poco salgan ganando.