La innovación ya no es un tema exclusivo de la tecnología, hoy en día afecta a casi todos los aspectos de nuestra vida. También al mundo empresarial.
En un mercado tan competitivo como el actual, la necesidad de las empresas y corporaciones de estar siempre un paso por delante de sus principales competidores ha provocado que dediquen cada vez más recursos a la innovación. Pretenden así mejorar constantemente la oferta de productos y servicios, ofreciendo una mayor calidad y originalidad.
Según el economista Joseph Schumpeter, uno de los primeros en utilizar este término en su libro The Theory of Economic Development, la innovación empresarial es “la introducción de un bien nuevo para los consumidores o de mayo calidad que los anteriores, la introducción de nuevos métodos de producción para un sector de la industria, la apertura de nuevos mercados, el uso de nuevas fuentes de aprovisionamiento, o la introducción de nuevas formas de competir que lleven a una redefinición de la industria”. Es decir, más coloquialmente, el proceso por el que hacemos algo nuevo, algo tradicional mediante una estrategia nueva y, además, lo hacemos mejor que antes.
Generalmente, podemos encontrar (o implantar) 4 tipos de innovación:
- Iniciativa individual. Se refiere a la capacidad de crear una cultura de empresa que propicie la creatividad de los trabajadores y que les permita poner en marcha sus propias ideas o proyectos.
- Mejora de los procesos. La innovación como tal; introducción de novedades en productos, servicios o mecanismos.
- Innovación continua. La revisión constante de la compañía permite la incorporación de nuevas líneas de negocio al modelo empresarial.
- Innovación disruptiva. Es la forma más compleja de innovación. Supone la aparición de una nueva industria.
Como estamos viendo, cada empresa es un mundo, por lo que la innovación no es igual en todas. Unas deciden apostar por adentrarse en mercados nuevos, algunas por mejorar el trato con el cliente, otras por la innovación en los productos mismos, y así podríamos continuar con un largo etcétera. Si quieres implantar y desarrollar la innovación empresarial con éxito, te dejamos algunas de las reglas que siguen los principales directivos de nuestro país.
- Ejercer un fuerte liderazgo en la estrategia de innovación para facilitar su seguimiento a los empleados.
- Escuchar. Muchas veces las mejores y más fructíferas innovaciones están al alcance de nuestra mano. Debemos escuchar que reclama el mercado, el consumidor y nuestro propio equipo.
- Integrar el concepto de innovación en la cultura de la empresa.
- Facilitar a los empleados y colaboradores los medios necesarios para desarrollarla.
- Equilibrar la tensión natural entre la creatividad y el valor de mercado, evitando así la creación de productos muy originales, pero vacíos.
- Eliminar las barreras mentales de los trabajadores y de los propios directivos. Eliminar prejuicios e ideas preconcebidas.
- Buscar colaboradores externos que nos ayuden a crear una red de innovación interna y externa.
- Medir la innovación. Llevar un control y analizar los pasos que se vayan dando y cómo afectan al rendimiento empresarial. Esto nos permitirá continuar con en el camino correcto y, si no lo estábamos siguiendo, hacer los cambios necesarios.
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