Septiembre es un mes en el punto de mira de todos. Esto es así porque no solamente significa que el verano ha llegado a su fin, si no que la vuelta al trabajo ya es una realidad. Con ello vuelven los viajes de negocios y todo lo que implica: reserva de transporte, alquiler de salas, coordinación de reuniones y sobre todo, la reserva del alojamiento.
A la hora de planificar un viaje, el alojamiento es uno de los elementos que más quebraderos de cabeza conlleva, sin embargo tener en cuenta algunos puntos clave, hará que esta tarea pueda llegar a ser incluso entretenida.
Para ello, debemos tener en cuenta que generalmente en lo que más se fijan los viajeros de negocios a la hora de reservar un hotel es fundamentalmente la limpieza, la localización, la relación calidad-precio, la comodidad para dormir, la oferta en el desayuno y el equipo técnico. Todo esto en el orden expuesto.
Aunque todos estos aspectos son sin duda factores que desencadenan la elección final, en los últimos años cobra especial importancia un factor casi imprescindible: contar con instalaciones adecuadas para el teletrabajo. Y es que los hoteles se han convertido en espacios estimulantes para trabajar. Además, los viajeros de negocios aprovechan la flexibilidad que ofrecen estos espacios para hacer una escapada activando así el Workation, una tendencia cada vez más al alza y posible gracias a la opción de trabajar que ofrecen muchos alojamientos.
Para ello, desde BizAway nos acercan los elementos a tener en cuenta a la hora de elegir los destinos, con el fin de obtener un itinerario exitoso con el que optimizar el tiempo allí donde vayas.
Sin duda alguna, lo más importante es definir el objetivo del viaje corporativo, ya que éste condiciona todos los aspectos del viaje. Una vez acotado el motivo del traslado, los expertos destacan 4 elementos claves que debes tener en cuenta de escoger el alojamiento durante el viaje de negocios:
- La localización, un aspecto clave. La elección del hospedaje es probablemente el elemento estrella del viaje de negocios, y a la vez el que garantizará el éxito o fracaso de éste. Y no solamente por si descansas bien o no. Elegirlo de forma correcta nos va a permitir economizar el tiempo durante la estancia para sacarle el máximo provecho. Sin duda alguna, lo que marcará la ubicación perfecta de un alojamiento cuando se viaja por negocios es su proximidad respecto a las ferias, congresos, el centro de la ciudad o incluso el palacio de congresos. Este aspecto, aseguran los expertos, es de especial importancia, ya que generalmente donde se encuentran estos puntos emblemáticos de la ciudad es donde, a su vez, se desarrolla toda la actividad económica y financiera del lugar. Permanecer en el núcleo de la acción central de la ciudad a la que se acuda es fundamental para estar cerca de los contactos o potenciales relaciones por las que hemos acudido hasta el lugar. Además, encontrarse en el punto central de una ciudad es la opción perfecta para generar networking e incluso disponer de múltiples opciones donde comer, y por lo tanto crear encuentros perfectos, ya que las distancias suelen ser cortas y rápidas en el medio de cualquier eje urbano.
- Instalaciones del espacio. Otro elemento a tener en cuenta a la hora de elegir el hotel en el que alojarse son las infraestructuras del alojamiento. El objetivo común de cualquier viaje de negocios es el de trabajar, así que es importante contar con las instalaciones que faciliten esta actividad. Por ello, a la hora de escoger un hotel los viajeros de negocios deben fijarse bien en los espacios que facilitan en su interior. Salas de reuniones con suficiente capacidad, espacios específicos para los encuentros de negocios, contar con un punto de acceso a internet (así como su calidad) e incluso un servicio de copistería en el hotel, para atender cualquier necesidad de los asistentes, son todos aspectos a valorar para garantizar un espacio trabajo en remoto que sea cómodo y práctico aun estando fuera del lugar habitual. Contar con zonas exclusivas en el recinto del hotel donde poder trabajar, es la opción perfecta para poder cumplir con todas las responsabilidades laborales en la distancia, sin renunciar al placer de descubrir todos los rincones del destino en el que te encuentras.
- Traslado interno. En ocasiones, durante un viaje se aprovecha para visitar a más de un cliente, habiendo la obligación de desplazarse hasta múltiples puntos durante la estancia. Por ello, es importante tener en cuenta la conectividad rápida y flexible que existe desde el hotel, así como tomar conciencia que el desplazamiento se convertirá en un coste y tiempo adicional a tener en cuenta durante la estancia.
- Servicios complementarios. Múltiples cadenas hoteleras o empresas de alojamiento ofrecen convenios especiales para viajeros de negocios, esto sin duda es un factor a tener en cuenta a la hora de planificar el viaje. Además, en ocasiones se incluyen servicios complementarios que permiten obtener una experiencia integral cuando se trata de viajes corporativos. Algunos de los servicios adicionales son desde aparcamiento privado, menús adaptados a las necesidades de tiempo de los usuarios e incluso deducciones del precio para empresas. Todos estos elementos son los que facilitan y hacen más agradable el viajar con responsabilidades que atender.
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