La forma en la que explicamos lo que necesitamos de un proveedor debe ser lo más clara y concisa posible para poder obtener un resultado óptimo. Es ahí cuando el briefing cobra importancia, pues servirá de guía para quienes vayan a prestarnos un servicio.
Por ello, es imprescindible que contenga toda la información necesaria para desarrollar nuestro proyecto: cuantos más datos aportemos, más fácil será que recibamos un servicio ajustado a nuestras necesidades.
“El briefing es el pilar sobre el que se cimenta un proyecto. Si este ofrece la información idónea, el proyecto se desarrollará en la línea deseada por el cliente, cumpliendo sus expectativas y demandas”, explica Macarena Vayá, directora general Sortlist España.
Es importante tener en cuenta el peso que el briefing tiene en todo proyecto que vayamos a realizar, pues será la guía para iniciar el trabajo y para la evolución de este. De este modo, es necesario que, en el momento de redactarlo, sepamos qué puntos clave no pueden faltar si queremos que cumpla su función correctamente.
Estos son los siete factores imprescindibles para redactar un briefing con éxito:
- Qué necesitas. Es de vital importancia tener claro qué es lo que necesita cada proyecto. Si se trata de una colaboración puntual, asesoramiento a corto plazo o incluso un servicio a tiempo completo. También es necesario saber cuál4es son las funciones que tiene que desempeñar el receptor al que nos dirijamos. En caso de una agencia de comunicación, por ejemplo, dirigir las redes sociales o encargarse de toda la comunicación del proyecto.
- Todo servicio tiene su precio, y por ello debemos saber con cuánto dinero contamos para llevar a cabo nuestro proyecto. Dependiendo de ello podremos elegir unas u otras opciones, teniendo en cuenta que no es lo mismo un pago puntual por proyecto, que un servicio a largo plazo con cuota periódica.
- Algo que no puede faltar en un buen briefing son los plazos con los que se trabajará. “Es fundamental conocerlos y cumplirlos para sacar un proyecto adelante con éxito y que las personas a las que nos dirigimos conozcan de antemano nuestras expectativas. En este sentido, no sólo es importante incluir los plazos de entrega, sino también las reuniones que se quieran llevar a cabo para estar al tanto del proceso”, señalan desde Sorlist.
- Ubicación. Como cada país o región tiene su propia cultura, es fundamental saber dónde se desarrollará el proyecto y, por lo tanto, a qué público se dirigirá. Dependiendo de este factor, la elección variará, seleccionando a aquel que creamos que mejor puede adaptarse a lo que buscas.
- Cómo es tu proyecto. Hablar de uno mismo es imprescindible para que el otro entienda nuestra misión, visión y valores, así como los métodos que deseamos emplear. Debemos explicar todo lo que podamos sobre nosotros, nuestro negocio y el proyecto porque cada empresa se ajusta mejor a un tipo de cliente que a otro.
- Criterio de selección. Algunos factores, como el ambiente de trabajo, la experiencia, los clientes o los sectores en los que trabajan pueden ser también muy relevantes a la hora de hacer nuestra elección. No sólo para saber si se adecuan a tu perfil, sino para descubrir cómo son ellos.
- Por último, uno de los puntos más necesarios: saber adónde quieres llegar con tu proyecto y cuál es el camino que te gustaría tomar. Para conseguir un resultado sobresaliente, no debemos perder de vista el objetivo que perseguimos. Por ello es muy importante que se lo hagas saber de manera precisa.
Consiguiendo estructurar nuestro proyecto con un briefing tan completo, garantizamos una comunicación transparente y un ritmo de trabajo dinámico, lo que facilita enormemente alcanzar nuestro objetivo con un éxito absoluto.