Elementos clave para llegar a la reunión con confianza, enfoque y una propuesta difícil de ignorar

Cómo preparar una reunión con inversores

©Bigstock

Actualizado 23 | 04 | 2025 10:15

Reunión con inversores

Cerrar una ronda de inversión no empieza con una firma, ni siquiera con un pitch brillante. Todo arranca mucho antes: con la preparación minuciosa de cada reunión con inversores. En el competitivo mundo del emprendimiento, donde cada detalle comunica más de lo que parece, saber cómo preparar un encuentro con potenciales socios financieros es, en sí mismo, una ventaja competitiva.

Te mostramos los elementos clave para llegar a la reunión con confianza, enfoque y una propuesta difícil de ignorar.

Cómo preparar una reunión con inversores

Investiga al inversor como si fueras a contratarlo

Uno de los errores más comunes —y costosos— es presentarse a un inversor sin haber investigado a fondo quién es, qué tipo de startups financia, en qué fase invierte, y cuáles son sus éxitos y fracasos pasados.

No todos los inversores son adecuados para tu proyecto. Algunos fondos solo invierten en fases seed, otros solo apuestan por B2B SaaS, otros buscan impacto social. Conocer esta información te permite personalizar tu narrativa y mostrar que no solo buscas capital, sino un socio estratégico.

Además, demuestra respeto por su tiempo. “Cuando un fundador me conoce mejor que yo a él, sé que está preparado”, decía recientemente un socio de Sequoia.

Domina tu narrativa: qué problema resuelves y por qué tú

Más allá de cifras y proyecciones, lo que más valoran los inversores en una primera reunión es la claridad. ¿Qué problema resuelves? ¿Por qué es importante? ¿Por qué ahora? Y, sobre todo, ¿por qué tú y tu equipo sois los indicados para solucionarlo?

No se trata de contar una historia perfecta, sino una que sea honesta, coherente y memorable. Si el inversor solo recuerda una cosa de la reunión, debería ser esta: el problema es real y este equipo tiene una forma única de abordarlo.

Evita el exceso de jerga y las promesas vagas. Habla con convicción, no con ansiedad por impresionar.

Prepara tu deck, pero no dependas de él

El pitch deck sigue siendo una herramienta clave, pero nunca debe convertirse en una muleta. La reunión debe fluir como una conversación, no como una presentación automatizada.

Asegúrate de que tu deck tenga estos apartados: problema, solución, tamaño de mercado, producto, tracción, modelo de negocio, competencia, equipo y roadmap. Añade solo datos relevantes y evita sobrecargarlo con texto.

Consejo de oro: imprime una versión reducida para que el inversor pueda hojearla. A veces el papel deja mejor impresión que una pantalla.

Conoce tus métricas mejor que tu número de teléfono

Nada genera más desconfianza que un fundador que titubea al hablar de sus métricas clave. No necesitas tener millones de usuarios ni ingresos astronómicos, pero sí debes saber qué estás midiendo, por qué, y cómo evoluciona.

Sea tu MRR, CAC, LTV, tasa de retención o cualquier otra, prepara bien tus KPIs y anticípate a las preguntas. ¿Cómo piensas escalar? ¿Cuál es tu coste de adquisición? ¿Qué barreras tiene tu competencia?

Los inversores no buscan certezas, pero sí claridad de pensamiento.

Ensaya la reunión como si fuera un estreno

Practica con tu equipo, con otros emprendedores, o incluso frente al espejo. La fluidez no viene de la improvisación, sino de la repetición. Simula preguntas difíciles, interrupciones, incluso momentos incómodos. Cuanto más realista sea el ensayo, más preparado estarás.

Y no te olvides del tiempo. Muchas reuniones duran menos de lo previsto. Saber condensar tu historia en 10 o 15 minutos, sin perder fuerza, puede marcar la diferencia.

Define qué esperas de la reunión

¿Buscas feedback? ¿Una segunda reunión? ¿Una inversión concreta? ¿Conexiones? Ten claro tu objetivo y piensa cómo cerrar la reunión con un siguiente paso definido.

Una reunión bien preparada no siempre termina con una inversión inmediata, pero sí debería terminar con una puerta abierta.

Cuida los intangibles

Llega puntual, independientemente de que se trate de una reunión física u online. Viste como el líder de tu proyecto. Sé humilde, pero no sumiso. Muestra pasión, pero también capacidad de ejecución. Los inversores invierten en personas. Y aunque el producto o la tecnología importe, tu credibilidad y actitud pesan más de lo que imaginas.

Preparar una reunión con inversores no es una tarea menor: es una demostración de tu profesionalismo, tu visión y tu capacidad para ejecutar. Cada encuentro es una oportunidad para aprender, conectar y refinar tu propuesta. Incluso si no se cierra la ronda, cada reunión puede acercarte a la que sí lo hará.

Porque en este juego, más que suerte, gana quien llega preparado.

Te puede interesar


Cargando noticia...