Mientras el trabajo esté hecho y los resultados sean sólidos, muchos trabajos remotos también ofrecen horarios flexibles, lo que significa que los trabajadores pueden comenzar y terminar el día como les plazca. En términos de administrar tu vida personal, este control puede ser invaluable.
Además, una encuesta de FlexJobs encontró que trabajar de forma remota en realidad condujo a una mayor productividad entre los trabajadores que pensaron que podrían ser más productivos desde casa. También se ha demostrado que los trabajadores que trabajan desde casa son empleados más felices y leales. ¿Por qué? En parte por los menores niveles de estrés, más tiempo para aficiones e intereses, y la mejora de sus relaciones personales.
Al mismo tiempo, trabajar de forma remota también conlleva una buena cantidad de inconvenientes. En particular, hay una falta de interacción social con colegas y clientes. Además, existen brechas de comunicación que pueden obstaculizar la colaboración. También puede ser un desafío mantenerte motivado y alcanzar tus objetivos si no hay una supervisión activa y nadie está trabajando a tu alrededor.
¿Lo peor de todo? Es increíblemente fácil caer en la rutina cuando se trabaja de forma remota. Sin embargo, puedes salir de este bucle cambiando tu rutina.
- Revisa tu agenda
Cuando no tienes que viajar, puedes usar tu mañana de manera más efectiva. Podrías, por ejemplo, leer tu correo electrónico y tu lista de tareas mientras tomas un café y desayunas en lugar de coger el metro o conducir al trabajo.
Además, es imperativo que revises tu agenda al comienzo de la semana. Identifica las reuniones a las que debes asistir y programa los elementos de acción y los preparativos que debes realizar. Programa tiempo para prepararlas si son importantes.
Revísala de nuevo. Cada mañana. Hazlo a primera hora. Las cosas tienden a cambiar de la noche a la mañana. Es posible que lo que era importante el lunes pueda ser diferente el miércoles. A veces olvidas una reunión o te distraes con las tareas del hogar.
- Cambia qué días son «días laborables»
Piensa en trabajar los sábados y tomarte libres los miércoles si la rutina de “cinco días y dos días libres” se vuelve monótona. Es posible que puedas salir de tu rutina de esta manera. Como alternativa, si debes trabajar desde casa constantemente, considera trabajar solo los lunes, martes, jueves y viernes.
Rutinas como “dos días, un día de descanso” o “dos días, dos días de descanso” son beneficiosas para muchos. Sí, eso es un día menos en el trabajo. Sin embargo, según la Ley de Parkinson, “el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para su realización”. Es bastante improbable que pierdas productividad trabajando un día menos a la semana; la única forma de saber si funciona es probarlo.
- Sal de tu oficina en casa
No hay duda de que tu oficina en casa está a solo unos metros de tu cama cómoda, cálida y acogedora, y a unos pasos de la nevera. Es exactamente por esta razón que debes hacer un esfuerzo para trabajar fuera de tu oficina en casa con más frecuencia.
Por ejemplo, considera trabajar desde una cafetería local. Es una elección obvia. No es raro encontrar otros trabajadores remotos, autónomos, gente tomando café y amantes de los libros en las cafeterías.
¿Por qué? Puedes incorporar la interacción social en tu rutina de trabajo desde casa en lugar de sentirte aislado. Es posible hablar con el camarero y con otras personas que también pueden estar trabajando. Sin embargo, no tienes que limitarte a las cafeterías. Hay muchos lugares excelentes para trabajar, incluidas bibliotecas, centros comunitarios y espacios de coworking. Idealmente, debes elegir una ubicación que funcione para ti y tus niveles de concentración.
- Obtén una ventaja inicial (para madrugadores)
Aprovecha la ventaja de ser madrugador si no es necesario que estés online en un momento específico.
¿Cómo te beneficia levantarte y comenzar temprano? Bueno, terminas antes el trabajo. Además, no hay tantas distracciones.
Después de un comienzo temprano por la mañana, tienes el resto del día para realizar tareas pendientes, hacer recados, pasar tiempo con tus hijos o dedicarte al cuidado personal.
- Si eres un ave nocturna, comienza tarde
Tal vez comenzar más tarde sería una mejor opción para ti si odias las mañanas.
Por la mañana, duerme hasta tarde, termina algunas tareas del día y comienza a trabajar por la tarde. Ten en cuenta este horario, pero no lo conviertas en tu rutina diaria. Más bien, duerme o cambia de ritmo cuando lo necesites.
Y ten cuidado de no empezar demasiado tarde; de lo contrario, trabajarás toda la noche.
- Haz un cambio de estilo
Definitivamente puedes trabajar con pantalones de yoga y una camiseta en lugar de ponerte un traje. La cuestión es que vestirte descuidado en casa puede afectar negativamente el trabajo que produces. De alguna manera, la ropa que usas puede tener un impacto aún mayor porque puedes verte a ti mismo y lo que llevas puesto, y eso atrae ese valor simbólico [adjunto] aún más cerca de tu conciencia.
En resumen, antes de comenzar el día, asegúrate de ducharte y vestirte antes de sentarte en tu escritorio.
Pero no te detengas ahí. Tómate 15 minutos antes de terminar tu jornada laboral para despejar tu mente y tu espacio de oficina. Asegúrate de tirar los papeles innecesarios y archivar el resto. Cuidar de ti y del espacio de tu oficina puede ayudarte a cambiar tu rutina de trabajo desde casa.
- Reorganiza tu espacio de trabajo
Cuando permaneces en el mismo lugar día tras día, te estancas si no lo cambias un poco. Como tal, podría ser una buena idea mover algunas cosas y redecorar la oficina de tu casa. ¿Por qué molestarte en reorganizar tu oficina en casa cuando ya lo has hecho tres veces? Considera mover tu escritorio a una parte diferente de tu casa durante un par de días para tomar aire fresco.
Reorganizar tu espacio de trabajo requiere que lo coloques cerca de muchas ventanas o luz natural. Esto se debe a que trabajar en una habitación oscura puede causar fatiga visual y agotarte innecesariamente. Un cambio de espacio de trabajo es a veces lo que necesitas para entusiasmarte con el lugar donde trabajas.
- Tómate un descanso para almorzar
Trabajar durante las comidas es fácil cuando tu escritorio está cerca de tu cocina. Puedes pensar que está bien comer en tu escritorio y escribir entre bocado y bocado si tienes poco tiempo. Si realmente estás atrasado en una fecha límite, eso podría tener sentido, pero no lo conviertas en un hábito.
Lo que pasa con trabajar mientras comes es que sientes que nunca se tomas un descanso. Como resultado, esto aumenta el estrés. Debes programar tu rutina de manera que puedas alejarse un poco del trabajo. Es posible que debas tomarte unos minutos adicionales para preparar la comida o hacer otra cosa que normalmente pospondrías.
Si siempre estás trabajando, no puedes alejarte de tu vida laboral ni por un minuto. Cuando se trabaja desde casa, es realmente útil separar “tiempo de trabajo” y “tiempo de estar en casa”; de lo contrario, te quemarás. Considera hacer un horario y asegúrate de dejar tiempo para descansos, comidas, etc.
- Busca un nuevo pasatiempo
Pregúntate: «¿Qué es lo que siempre quise hacer pero nunca tuve tiempo de hacer?» Aunque trabajar desde casa difumina la línea entre el trabajo y el hogar, también tiene sus ventajas. Por ejemplo, ser capaz de hacer algo que no sea trabajo.
Tómate un descanso de la rutina cocinando, bailando o saliendo a correr.
- Adáptate a los horarios de los demás
Otra razón para ajustar tu horario de trabajo desde casa es tener en cuenta los horarios de la gente con la que convives. Por ejemplo, tal vez tu cónyuge haya regresado a la oficina, por lo que está fuera la mayor parte del día, o tus hijos han cambiado de escuela, por lo que los horarios de recogida y entrega son diferentes, o tienes un perro y necesitas incluir caminatas en tu horario.
A medida que tu entorno cambia, debes pensar detenidamente en todo lo que haces durante el día. ¿Deberías ajustar tu hora de inicio a una hora anterior o posterior, por ejemplo?
Mira cómo los cambios en la rutina de tu hogar te dan más o menos tiempo y luego restablece tus expectativas en consecuencia.
