Si bien los mercados globales tienen un gran potencial para las personas con mentalidad empresarial, se necesitan muchos recursos para poner en marcha un negocio. Incluso entonces, a menudo se requiere asistencia financiera de business angels o inversores para continuar.
Hay varias cualidades que identifican la probabilidad de éxito de un emprendedor. Te hablamos de ellas a continuación.
- Persistencia
Cualquiera puede tener una gran idea o un plan de negocio sólido, pero se necesita perseverancia para llevar una idea de negocio al siguiente nivel. Ya sea que estés intentando y fallando en el desarrollo de productos o enviando docenas de correos electrónicos a VC, si eres persistente aprovecharás las buenas y malas experiencias como oportunidades de aprendizaje.
La voluntad de aprender de los errores y hacer preguntas continuamente o buscar información impulsará el negocio hacia el futuro. La persistencia demuestra una actitud de voluntad que muestra a los capitalistas de riesgo y otros inversores que estás preparado para hacer lo que sea necesario para cruzar la línea de meta.
Ser capaz no solo de describir los desafíos pasados a los que te has enfrentado, sino también de documentar y demostrar tu capacidad para pivotar, aprender y mejorar cuando sea necesario, muestra a los inversores un nivel de persistencia que deben ver antes de seguir adelante.
- Decisión
Es posible que seas un lobo solitario cuando comienzas el viaje empresarial y necesitas sentirte cómodo con la toma de decisiones. Tus elecciones determinarán la trayectoria de tu negocio y debes atenerte a ellas. No siempre estarás en lo correcto o tomarás la decisión correcta, pero debes estar dispuesto a comprometerte con el proceso.
Tus decisiones para corregir el problema adquieren entonces mayor importancia, dándote otra oportunidad de seguir con confianza otro curso de acción. La decisión muestra a los inversores que estás listo para hacerte cargo, pivotar cuando sea necesario y tomar las decisiones difíciles necesarias para superar la adversidad y mantener las cosas en movimiento de manera eficiente.
Cuando los inversores llaman a la puerta, es importante demostrar la capacidad de tomar las decisiones difíciles y respaldar esas decisiones, incluso o especialmente cuando esas elecciones afectan la dirección de tu equipo y tu negocio.
- Curiosidad
Como emprendedor, puedes romper con el molde del liderazgo tradicional y seguir tus intereses, pasiones y planes. Para hacer esto, debes tener un sentido de la curiosidad que no se apague fácilmente.
La necesidad de saber o el deseo de expandirte evitará que tu negocio se vuelva obsoleto y te desconectes del mundo que te rodea. A los inversores les encanta ver a los empresarios buscar respuesta a preguntas desafiantes o explorar oportunidades con el potencial de mejorar los procesos, la productividad y el potencial a largo plazo.
¿Has hecho todo lo posible para obtener una respuesta, aumentar la eficiencia o identificar oportunidades de mejora? Ser capaz de señalar instancias específicas de curiosidad, y describir adónde llevaron a tu organización, muestra la voluntad de rechazar la autocomplacencia, ir más allá del status quo y hacer lo necesario para que su inversión valga la pena.
- Trabajo en equipo
Los buenos líderes pueden motivar a las personas que los rodean, pero también son buenos para desarrollar y empoderar a sus equipos. Si bien los pasos iniciales del espíritu empresarial a menudo se toman solos, es la diversidad de fortalezas y debilidades de un grupo más grande lo que impulsa el crecimiento de una empresa.
Demostrar la capacidad de formar un equipo de calidad con talentos complementarios muestra tu capacidad como líder. También permite que los posibles inversores sepan que comprendes la importancia del trabajo en equipo y lo que se necesita para transformar una visión en realidad.
Tómate un tiempo no solo para delinear tu proceso de contratación, sino también tu capacidad para identificar y asegurar el mejor talento para tu organización. Mostrar a los inversores cómo creas y mantienes equipos exitosos, y cómo reúnes a las personas en la búsqueda de objetivos comunes de la empresa, es clave para captar su interés y compromiso.
- Adaptabilidad
Si alguna vez has dirigido una organización o has ocupado un puesto de liderazgo durante algún tiempo, sabes que el cambio es inevitable. La economía cambia, el mercado cambia y los consumidores se caracterizan por cambiar de opinión y hábitos de compra.
El espíritu empresarial requiere enfrentar nuevos desafíos o aprovechar nuevas oportunidades cuando menos las esperas. Te será imposible prepararte mental o financieramente para cada escenario, por lo que la adaptabilidad es importante. La capacidad de evaluar racionalmente una situación, determinar opciones con calma y objetividad y hacer las adaptaciones necesarias es crucial para el éxito de tu empresa.
Permanecer estático y resistir el cambio puede ser sostenible a corto plazo, pero también puede crear barreras artificiales que ocultan oportunidades, obstaculizan el crecimiento a largo plazo y hacen que los inversores potenciales corran hacia las salidas.
Piensa en las políticas y procesos que hayas instituido que permitieron pivotes exitosos en el pasado, o que empoderaron a tu equipo para adaptarse con una interrupción mínima. Muestra a los inversores que no solo comprendes la importancia de la flexibilidad, sino también lo que se necesita para cambiar de marcha cuando surge la necesidad.
- Autoaceptación
Cuanto antes aceptes la realidad de ser el fundador de una startup, más fácil te resultará dedicar tiempo a lo que realmente importa. No vas a ser perfecto; afortunadamente, tu competencia tampoco lo es. Tomarás decisiones que no saldrán tan bien y tendrás días en los que no termines todo.
Para los emprendedores, la autoaceptación es la confianza necesaria para seguir avanzando y persiguiendo tus objetivos. Es el impulso que necesitas para intentar otro contrato o hacer un cambio en tu proceso. Aceptar que el espíritu empresarial es un viaje evita que los buenos líderes con mentalidad empresarial tiren la toalla cuando las cosas se ponen difíciles.
Mostrar a los inversores la capacidad no solo de identificar errores y fallos del pasado, sino también de aceptarlos y superarlos, ayuda a establecer un grado de confianza de que su inversión se utilizará bien y hacia algo con potencial real.
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