A menudo, las personas se enfocan más en cómo hacer que se escuchen sus ideas, que en cómo promocionarse a sí mismas. Los grandes resultados son mejores que las grandes ideas, y una gran percepción de ti como persona es mejor que las ideas y los resultados. Tu primera prioridad siempre debe ser venderte a ti mismo.
Por supuesto, saber cómo hacer esto de manera efectiva es fundamental. A nadie le impresiona la fanfarronería y un gran ego, o atribuirse constantemente el mérito de los logros de los demás. Por otro lado, no esperes que los demás reconozcan automáticamente tus talentos, resultados y contribuciones al éxito de quienes te rodean. Tu desafío es promover completamente tu valor en contextos como los siguientes:
- Comienza por cuantificar tus resultados antes que las ideas. Debes reconocer que las empresas prosperan y crecen en función de los resultados, y los resultados implican ideas, pero las ideas no implican resultados. Toma la iniciativa de comunicar de manera efectiva a los jugadores clave cómo contribuiste a los resultados, sin emociones, mientras otorgas todo el crédito a los demás según corresponda.
- Céntrate constantemente en mejorar las habilidades interpersonales. Las habilidades técnicas son importantes, pero tu capacidad para construir y fomentar relaciones con los demás es más importante para el crecimiento del liderazgo y el avance profesional en la actualidad. Aprovecha al máximo cada oportunidad de tutoría y entrenamiento, y establece contactos con colegas tanto dentro como fuera de la empresa.
- Fomenta activamente la confianza y la integridad en cada relación. A una persona sin una reputación positiva nunca se le dará un alto valor, sin importar el título o el nivel de habilidad. Generar confianza requiere que permitas que las personas te conozcan, sé transparente en tu comunicación y muestra un conjunto claro de valores y prioridades. Tienes que respetar a los demás para que te respeten.
- Aprovecha tus fortalezas y concéntrate en un nicho. No puedes ser todo para todos, así que no te disperses demasiado ni aceptes tareas que no puedas hacer bien. Aprende a decir “no” con una sonrisa en la cara y no dudes en recomendar a alguien mejor. Construye y publicítate como una «marca« que es la mejor en lo que hace.
- Haz que tu comunicación no verbal hable por ti. La evidencia ha demostrado que del 60% al 90% de nuestra imagen y valor de la comunicación con los demás es no verbal, lo que incluye el lenguaje corporal. Concéntrate en sentarte siempre derecho, hacer contacto visual, mantener los brazos sin cruzar, ofrecer un apretón de manos firme y evitar hablar con las manos en exceso.
- Administra toda tu imagen, tanto privada como pública. Con la omnipresencia de Internet y las redes sociales de hoy en día, la gente puede ver cómo actúa fuera del trabajo, así como dentro. El valor de tu carrera y liderazgo puede verse muy mejorado, o muy obstaculizado, por tu participación, o la falta de ella, en los foros de la industria, la comunidad local y los problemas globales.
- Haz contribuciones racionales y positivas en las redes sociales. Usa las redes sociales para mostrar una presencia positiva, comunícate con personas en posiciones similares y establece relaciones con personas que puedan ayudarte.
- Reconoce la necesidad de atraer a una audiencia diversa. Las empresas de hoy incluyen una diversidad cada vez mayor de miembros del equipo, así como de clientes, debido al trabajo remoto y un mercado global. Las nuevas generaciones de trabajadores tienen valores diferentes y se comunican de manera diferente. Necesitas venderte a ti mismo y tu valor a todos ellos, considerando sus necesidades.
- Aumenta el alcance y la credibilidad de tus conexiones. En estos días de cambios rápidos, tu impacto puede ser más sobre a quién conoces que sobre lo que aprendiste en la universidad. Las buenas conexiones, dentro y fuera de la empresa, pueden aumentar drásticamente tus resultados, así como tu imagen. Utiliza la creación de redes en curso como una forma de mejorar las conexiones.
- No cuentes con que otros reconozcan y vendan tu valor. Tu futuro profesional o de inicio está en tus manos, no en las de tu jefe, tu mentor o los inversores. Sé responsable de ello y no busques excusas. Debes estar atento a formas de crecer, nuevas oportunidades de aprendizaje y relaciones comerciales beneficiosas para todos. Ayuda a la gente, y ellos te ayudarán.
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