¿Has decidido emprender tu propio negocio? ¿Tienes una gran idea? ¿Tienes un plan de negocio?. Si has respondido que sí a las tres preguntas, ya tienes lo más importante: la decisión de empezar un nuevo proyecto, una idea y un negocio. Has escogido un camino lleno de aventuras en el que vas a encontrar un montón de satisfacciones… pero también muchos retos nuevos.
Hoy te aconsejamos sobre un tema clave para el futuro de tu empresa: la toma de decisiones financieras.
Los mejores consejos de toma de decisiones financiera para emprendedores
- Ten siempre un plan B. Como es lógico, nadie monta una empresa pensando en fracasar… pero ser optimista es compatible con ser precavido. Saber qué vas a hacer si tu idea no funciona te dará la tranquilidad mental que necesitas para ponerle todas tus ganas.
- Ten un colchón. A la hora de hacer tus cálculos, tira siempre por lo alto para tener aire ante posibles imprevistos. ¿Cuánto? Se dice que lo aconsejable es un 15 % en general y un 10 % para los más experimentados, pero si no tienes experiencia en gestión financiera es preferible optar por un 20 %. De la misma manera, es muy recomendable contar con un “colchón” de ahorros que permita hacer frente a los gastos de la empresa durante cierto tiempo.
- Aprende a analizar los costes por proyecto y por línea de negocio. Hacer presupuestos es una habilidad que se suele aprender a base de ensayo y error, y a la que merece la pena dedicar toda la atención posible. A la hora de calcular los costes, no olvides incluir tus propias horas de trabajo.
- Invierte en I+D… pero a corto plazo. Un coste que a veces se olvida es el de la I+D. Cuanto más tiempo empleemos en esta fase, más sobrecoste llevará acumulado el producto al llegar al mercado. Por ello a veces se aconseja que se invierta en I+D pensando en tener el producto en el mercado en un plazo de cinco años.
- Ten en cuenta el desfase entre cobros y pagos y la necesidad de liquidez. Un error de toma de decisiones financiera muy común es aplicar los mismos esquemas mentales a empresas que a economías personales. Si eres asalariado puedes mirar tu economía en términos de gastos e ingresos mensuales, pero en un negocio el periodo de circulación del dinero es más amplio y variable. Necesitarás tener suficiente líquido como para hacer frente a pagos a proveedores, aprovisionamiento de materiales y gastos de mantenimiento a la espera de los pagos… y no olvides que por desgracia los impagos existen.
- ¿Endeudarse o no endeudarse? Las empresas que no se endeudan tienen un coste de oportunidad en crecimiento. Es una estrategia conservadora que funciona bien en momentos malos, pero en tiempos de bonanza competitiva puede llevar a perder competitividad respecto de otras empresas. Si la rentabilidad de tu empresa es superior al coste del dinero en el mercado, renunciar a endeudarse significa perder oportunidades de crecimiento.
- Negocia con tus proveedores. Las necesidades de cada proveedor son diferentes, pero muchos de ellos pueden ofrecerte descuentos por pronto pago o por grandes volúmenes. Investiga las diferentes opciones para llegar a un acuerdo que os beneficie a todos.
- ¡Fórmate! Si quieres mejorar la toma de decisiones financiera, la formación en finanzas puede ayudarte a emprender tu negocio con una perspectiva más acertada y mejorar tus probabilidades de éxito.
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