Si nuestros clientes son empresas, podemos conocer cómo pagan gracias a los informes de riesgo, y así tener una mayor certeza de que nuestros plazos previstos podrán cumplirse.
Cuando las circunstancias se tornan complicadas tener una situación financiera saneada y dinero disponible en caja ayuda a sobrellevarlas. No se trata solo de asegurarnos clientes y ventas, sino de tener planificado cuándo vamos a tener que hacer frente a pagos y cuándo vamos a obtener nuestros ingresos.
El mundo de los negocios ha evolucionado mucho desde que los seres humanos empezaron a intercambiar objetos mediante el sistema del trueque. Siempre con un mayor o menor grado de confianza detrás. Cuando se canjeaba un producto por otro solo era necesario evaluar si el trato era bueno para uno y todo quedaba zanjado en el momento, confiando en la calidad de aquello adquirido.
Pero todo esto se complica para hacer el sistema más eficiente. Si yo tengo algo ahora, tomates en agosto, y quiero cambiarlos por tus aceitunas, que madurarán más tarde, tendré que esperar para recibir mi pago, ya que mis tomates no estarán en condiciones de consumo en esa fecha. Aquí existe un depósito de confianza que me expone a muchos más riesgos, incluidas las tormentas inesperadas.
Para evitarlo, enseguida se encontraron formas de cobrar/pagar por la mercancía con productos que tenían un especial valor que se mantenía en el largo plazo. Conchas, perlas, especias, sal, oro… sirvieron de contrapartida para el intercambio hasta que se acuñaron las primeras monedas, y pasó a girar en torno al dinero.
La cosa no se quedó aquí, los negocios tenían que seguir creciendo, y la venta a crédito daba unas mayores posibilidades de ganancias. Y, si soy el que vende, ¿cómo puedo evitar aquí los efectos de las tormentas inesperadas? El informe de riesgo permite conocer cómo pagan las empresas gracias a la información que proporciona y será un paraguas de gran ayuda en estos casos.
Informes de riesgo para reducir la probabilidad de impagados
De acuerdo con la encuesta realizada en junio por INFORMA, casi el 60 % de los empresarios españoles preguntados afirmaban haber sufrido un incremento en el retraso en los pagos a sus compañías desde marzo, mes en el que se declaró el estado de alarma en nuestro país.
Aunque tengamos una clientela estable y conocida, en la que confiamos, sus comportamientos pueden verse alterados en circunstancias tan inusuales como las que atravesamos en estos momentos. Y si debemos decidir los niveles de financiación que podemos permitir, será fundamental disponer de los datos más actualizados y conocer cómo están pagando a sus otros proveedores.
Esto nos capacita también para ampliar el crédito a aquellos clientes que se estén comportando bien, y abrir con ellos nuevas líneas de negocio, si es posible. Y también para poder decidir con criterio sobre las nuevas posibilidades de venta que nos lleguen, evitando arriesgarnos con clientes que probablemente no vayan a pagarnos. Contaremos con el respaldo adecuado para tomar las decisiones correctas en cada momento.
Con todo ello será más fácil mantener el equilibrio entre ingresos y gastos tan importante para la salud de todas las compañías. Aquellas que tienen una mayor necesidad de controlar el efectivo disponible en caja, se pueden ayudar también con herramientas como la solución gestión de efectivo, que predice las necesidades de cash que una entidad o una empresa va a tener en un día determinado, evitando excesos que repercutan en mayores gastos.
Contar con medidas que te ayudan a cobrar a tiempo será un seguro para la continuidad y el crecimiento futuro de tu negocio. No dudes en buscar ayuda si lo necesitas porque el conocimiento te llevará siempre por el buen camino.
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