La resolución de problemas es una tarea empresarial a tiempo completo. Ya seas el CEO de una pyme, un emprendedor, un autónomo o tengas un pequeño rol en las operaciones diarias, tomar decisiones y resolver problemas es una parte clave de tu trabajo.
Las personas más eficaces son las que aceptan esta realidad e incluso disfrutan los desafíos de superar las incógnitas, en lugar de luchar y estresarse con cada una.
Si esto no es algo natural para ti hoy, puedes aprenderlo. A continuación, te mostramos algunas estrategias para practicar y guiarte, que te ayudarán a lograr el éxito y la satisfacción mientras abordas tus problemas comerciales más difíciles:
- Busca las múltiples dimensiones de un problema: No simplifiques demasiado: la mayoría de los problemas tienen un alcance mayor que solo una dimensión. Por ejemplo, un problema de calidad puede afectar tanto al diseño como los elementos de fabricación. Arreglar únicamente uno de los dos solo generará más frustración. Una mejor definición de un problema siempre conduce a una mejor solución.
- Construye y evalúa una lista de soluciones alternativas: Todos somos propensos a ejecutar la solución inicial que nos viene a la mente, en lugar de comparar varias soluciones para producir el mejor resultado. En temas difíciles, es recomendable el uso de una lluvia de ideas con colegas para expandir tus esfuerzos y desarrollar media docena de alternativas. Entonces, elige la mejor. Por supuesto, todo esto tiene que empezar por tener la confianza y la convicción de que hay al menos una solución para cada problema y que puedes encontrarla. Sin esta mentalidad y la determinación de tomar una decisión, no pasará nada y los clientes encontrarán otras alternativas.
- Genera motivación a través de recompensas e incentivos: Los miembros del equipo, incluido tú mismo, que no estén comprometidos o motivados, ignorarán los problemas o se rendirán demasiado pronto. Todo lo que escucharás serán excusas, o no escucharás nada sobre el problema hasta que se convierta en una crisis. Genera ese impulso recompensando a cada miembro del equipo por los pequeños éxitos y la detección temprana.
- Responsabiliza a las personas adecuadas por la obtención de resultados: En última instancia, cada problema y cada cuestión necesitan una decisión y una solución, no más estudio. Es tu trabajo como líder aceptar y asignar responsabilidades, y luego seguir el proceso hasta su finalización. Los problemas más dañinos son los que nunca parecen resolverse.
- Mide los resultados para validar las correcciones y evitar que se repitan: El impacto positivo de reconocer problemas en una empresa es una claro indicador de que es necesario medir algo más. Asegúrate de implementar una métrica con cada solución para evitar que el problema vuelva a ocurrir y verifica los efectos secundarios posteriores.
- Brinda capacitación y herramientas para mejorar las habilidades de solución: A medida que el mercado y la tecnología cambian, tú y tu equipo debéis aprender nuevas habilidades y aprender a utilizar nuevas herramientas. Incluso los mejores profesionales y líderes empresariales deben concentrarse en aprender algo nuevo cada día, a través de mentores, recursos de internet y o estudiando a la competencia.
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