Realizar un ejercicio de reconocimiento del error es una fórmulas utilizadas para eliminar el perfeccionismo

Ser demasiado perfeccionista puede ser un problema

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Actualizado 27 | 01 | 2020 07:00

Perfeccionismo

Al contrario de lo que muchos puedan pensar y lejos de ser una virtud, lo cierto es que un exceso de perfección puede ser problemático y generar, en muchas ocasiones, una disminución en la producción. Por lo tanto, es importantes saber detectarla en la empresa y en los equipos de trabajo porque, generalmente, suele ser sinónimo de ineficacia.

Cómo es un trabajador perfeccionista

Generalmente, el rasgo más común que comparten las personas excesivamente perfeccionistas es que para ellas su trabajo nunca llega a estar bien del todo, lo que les obliga a realizar un sin fin de modificaciones y correcciones. Esta actitud no tiene nada que ver con el querer realizar un trabajo bien hecho o con querer mejorar, sino que es una obsesión que aboca al trabajador a la ineficacia y a la improductividad.

También está muy relacionada con una búsqueda enfermiza de la aprobación de los  demás, lo que provoca grandes niveles de estrés, siendo el resultado una total frustración y un mal ambiente laboral.

Otra de las características del trabajador perfeccionista es la procrastinación. Suelen posponer las tareas en las que se encuentran más inseguros para retardar el sentimiento de incompetencia. El resultado los convierte en trabajadores que siempre entregan el trabajo fuera de plazo.

Qué hacer ante el perfeccionismo excesivo

Lo que los profesionales aconsejan a la hora de enfrentar un problema de este tipo con un trabajador es detectar qué tipo de comportamiento está provocando los malos resultados. Muchas veces, estas actitudes o señales no son advertidas por el propio trabajador y, por el contrario, creen que su implicación con la empresa es superlativa.

Lo más recomendable en estos casos es hacer ver al trabajador afectado que es preferible que el trabajo no esté perfecto pero entregado a que, simplemente, no esté terminado.

Estrategias contra el perfeccionismo

Realizar un ejercicio de reconocimiento del error es otra de las fórmulas utilizadas para eliminar el perfeccionismo. Hacerle ver al trabajador que cometer errores no significa fracasar, que los errores son necesarios para avanzar y aprender.

También es importante valorar la flexibilidad y conseguir rebajar la autoexigencia.

¿Y si el perfeccionista es el jefe?

El mayor problema en este caso es que un jefe perfeccionista se verá impedido para delegar tareas. De igual modo que se exige a sí mismo la perfección, lo hará con los trabajadores y nunca estará satisfecho con el resultado del trabajo de estos. Además, suele ejercer un enorme control, lo que perjudica y desmotiva a la plantilla.

La desconfianza en el trabajo de los demás implica una carga de trabajo mucho mayor para él, lo que le provoca estrés y le impide ser consciente de los problemas.

Para evitar estas actitudes, es necesario optar por un liderazgo donde la confianza en el trabajo de los demás sea lo que impere. Generalmente, la solución de los problemas no llega de una sola visión individual, sino de un trabajo colectivo, donde la diversidad de  perspectivas será necesaria para afrontar los problemas y los retos.


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