Aunque crear, desarrollar y gestionar tu propia startup es emocionante al principio, solo la mitad de las empresas que emplean personal sobreviven los primeros cinco años.
La lucha de administrar con éxito tu empresa mientras mantienes un flujo regular de clientes potenciales, controlar las finanzas y manejar emergencias es una carga pesada, y como nuevo empresario debes estar preparado para sorpresas inesperadas.
A continuación, te hablamos de cinco de los mitos más comunes sobre el emprendimiento que los fundadores de startups descubren durante el primer año y que debes ignorar para tener éxito.
Eres tu propio jefe
Es posible que te imagines disfrutando de la libertad de administrar tu propio negocio como el máximo beneficio soñado. Las fotos de los fundadores que trabajan desde la playa y los selfies de Instagram de multimillonarios de éxito contribuyen a esto.
La realidad, sin embargo, muestra algo que no se puede capturar fácilmente en un selfie junto a la playa: que administrar un negocio te hace mucho más dependiente de tu empresa y tu trabajo. Los emprendedores tienen que apresurarse, persuadir a los clientes potenciales, estar a completa disposición de sus clientes en las primeras fases, convencer a los empleados potenciales de que acepten la idea, confiar en socios y proveedores para llevar a cabo operaciones, y confiar en sus asesores y abogados. En definitiva, en continuo movimiento.
Los emprendedores trabajan menos
Saltar entre llamadas de ventas exitosas, saludar a su alta gerencia y asistir a entrevistas de televisión son solo algunos de los beneficios comunes de algunos empresarios.
Hay ciertos «estilos de vida de negocios» que realmente pueden optimizarse para funcionar con éxito dentro de las 15 a 30 horas de trabajo semanales. Generalmente se trata de negocios para logar unos ingresos suplementarios y parecen ser el estilo de vida ejemplar por el que todos los empresarios deben luchar.
Sin embargo, casi todos los fundadores pasan por un período difícil (a menudo de varios años) de hacer malabarismos con todas las actividades gerenciales mientras trabajan de 60 a 80 horas a la semana, o incluso más. Las oportunidades se persiguen las 24 horas del día, los 7 días de la semana, algo muy diferente a cerrar a las 5 de la tarde los viernes y disfrutar el fin de semana.
El equilibrio trabajo-vida es fácil
Es cierto que hay cierta flexibilidad parcial cuando diriges tu propio negocio. Sin embargo, ya no trabajas por un sueldo. Cada momento que pasas en el trabajo podrías:
- Conseguir un nuevo cliente.
- Ayudar a un miembro del equipo a avanzar.
- Prevenir una crisis por falta de comunicación.
- Optimizar procesos para futuras iniciativas.
Tu tiempo se convierte en un activo invaluable que debes tratar de manera responsable. Con cada hora de almuerzo de más, estás sacrificando una oportunidad.
Durante los primeros años, a menos que hayas logrado construir un proceso de ingresos recurrentes sólido como una roca que funcione, es probable que saltes entre festines y hambrunas, sudes para cerrar un contrato o te veas inundado en temporadas ocupadas con menos recursos. Tendrás suerte si puedes cogerte un fin de semana para ti, tu familia y amigos.
Puedes aspirar al éxito de la noche a la mañana
Las revistas digitales de startups se destacan por mostrar a jóvenes emprendedores que cierran rondas de financiación millonarias, pero esto representa una fracción de un porcentaje de todas las historias de éxito. Está muy conectado con la historia de fondo del fundador: pueden tener una década o más de experiencia en la industria, o pueden haber comenzado otro negocio después de varios intentos fallidos.
Estar inspirado por estas falsas expectativas es engañoso y descuida tener en cuenta el tiempo y el trabajo duro que se dedica a un negocio rentable. En pocas palabras: por cada «éxito de la noche a la mañana», hay una larga serie de acciones pequeñas pero significativas que lo hicieron posible.
Tu experiencia se venderá sola
Incluso si eres un gran ingeniero, fontanero, diseñador o arquitecto, dirigir un negocio no acelerará mágicamente tus habilidades ni crearás una enorme cartera de prospectos que esperan trabajar contigo.
La experiencia en nicho es diferente a comprender la semántica de operar un negocio. Si te apasiona comenzar tu propio negocio, primero tómate el tiempo para estudiar los conceptos más básicos sobre la administración de empresas. No confíes únicamente en tu conjunto de habilidades para ejecutar un negocio rentable.
Hay muchas razones por las cuales las empresas fracasan, pero cuanto mejor preparado estés, más fácil será sobrevivir durante los dos primeros años. El emprendimiento es gratificante una vez que descubres un modelo de negocio rentable y escalable, pero debes esforzarte mucho hasta que lo logres.
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