La motivación personal y profesional es uno de los factores más importantes para aquellos que gestionan, hoy en día, el capital humano de una empresa.
Y aunque el salario sea la forma más rápida y más práctica de motivar al trabajador, más allá del dinero existen otras muchas fórmulas motivacionales. Diversos estudios demuestran que aquellos trabajadores motivados y contentos con su trabajo son mucho más productivos, lo que repercute muy positivamente en las rutinas de la empresa.
Aquí te dejamos 10 formas, salario aparte, de motivar a tus empleados y mejorar, por lo tanto, el funcionamiento de tu empresa.
- En el puesto correcto. Tus trabajadores deben estar en el puesto en el que sean más útiles para la empresa y en el que puedan desarrollar todas sus capacidades. Igual de negativo es tener a alguien poco preparado en un puesto de responsabilidad que estar desperdiciando las capacidades de un profesional en un puesto por debajo de lo que él es capaz de realizar.
- Las herramientas necesarias. No nos referimos únicamente a herramientas físicas como ordenadores y tablets, o herramientas digitales como Zoom o Slack, sino también a tiempo y formación de calidad. Pasa tiempo con ellos para revisar los proyectos, establecer los objetivos y definir qué necesitan para alcanzarlos.
- Objetivos claros. Hazles saber qué esperas concretamente de ellos y cuáles son los resultados que quieres ver. Reúnete cada cierto tiempo con ellos para establecer los objetivos y los roles de cada uno dentro de la empresa.
- Trata siempre a tus empleados con el máximo respeto, asegurándote de que están contentos con lo que hacen. Es recomendable tener una política de “puerta abierta” para que se sientan libres de hablar de todo aquellos que les incomode.
- Autonomía. Un empleado asfixiado por el exceso de control es todo lo contrario de un trabajador motivado. Diles lo que tienen que hacer y deja que lo hagan. Exigir demasiados informes o reuniones reducirá drásticamente sus ganas de trabajar.
- Premiar el buen trabajo. A nadie le amarga un dulce, así que no olvides reforzar las actitudes positivas y los buenos resultados de tus trabajadores. Aunque sea su trabajo, todos necesitamos, de vez en cuando, una palmadita en la espalda para seguir adelante con la misma fuerza y motivación.
- Espíritu de equipo. Oficina no tiene que ser siempre sinónimo de seriedad y trabajo. Organiza puntualmente algún tipo de actividad recreativa que fomente el espíritu de equipo, algún almuerzo informal, etc. Los viernes, después de una larga semana de trabajo, es el día más propicio para hacerlo.
- Formación y oportunidades de crecimiento. Más allá del sueldo y la amabilidad, cada vez más los empleados buscan el ascenso profesional. Ofréceles la oportunidad de desarrollar sus habilidades y de aprender cosas nuevas, relacionadas o no con su área. Funcionan muy bien los programas de movilidad, los cursos de formación, etc.
- Conciliación laboral. Si hay otro factor esencial que influye en el bienestar del trabajador dentro de la empresa es la conciliación familiar. Dentro de lo posible, permíteles cierta flexibilidad en sus horarios, ofréceles algún tipo de beneficio social (cheque guardería, cheque transporte…), etc.
- Respeta los tiempos. Respeta los tiempos de tus empleados como a ti te gusta que respeten los tuyos. No les hagas sentir que su tiempo no es valorado como se merece. Evita llegar tarde a las juntas, cambiar los horarios de las reuniones varias veces o exigirles que se queden hasta tarde de forma habitual.
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