Los líderes están acostumbrados a dar retroalimentación a sus empleados para ayudarles a cumplir sus objetivos y mejorar el desempeño individual. Sin embargo, los gerentes también necesitan comentarios de sus subordinados directos sobre su estilo de liderazgo. Sin ello, no pueden mejorar y pueden continuar con patrones y comportamientos que frustran al equipo e incluso provocan rotación.
Los gerentes que recopilan, escuchan y actúan sobre los comentarios de los empleados pueden tomar medidas para mejorar el entorno de trabajo. Los empleados también pueden ver a estos líderes como más interesados en su desarrollo profesional y bienestar. La investigación sugiere que los gerentes que hacen que los miembros de su equipo se sientan cuidados y competentes pueden aumentar los niveles de compromiso de los empleados.
Sin embargo, la parte desafiante es encontrar formas de recopilar comentarios honestos de los empleados sin que se sientan incómodos o presionados. Establecer una comunicación abierta y una cultura en la que los miembros del equipo se sientan seguros al expresar sus opiniones puede ayudar a romper algunas de las dinámicas de poder. Aquí hay tres formas en que los gerentes pueden hacer eso mientras usan los comentarios de los empleados para mejorar sus estilos de liderazgo.
Realizar encuestas a los empleados
A pesar de la amenaza muy real de la fatiga de las encuestas, las encuestas de los empleados pueden ser una forma efectiva de recopilar comentarios anónimos. Las encuestas brindan a los miembros del equipo la oportunidad de expresar sus pensamientos sin la presión de una reunión cara a cara. Eso es importante, ya que algunos subordinados directos pueden sentirse incómodos al brindar comentarios en persona.
Un empleado puede ser nuevo en la organización, por ejemplo, o tal vez no haya trabajado con su gerente actual durante mucho tiempo. Otros podrían provenir de culturas organizacionales donde no se cuestionaban las dinámicas tradicionales de mando y control. Las encuestas anuales y de pulso brindan un espacio menos desalentador para que expresen sus percepciones sobre el desempeño de un líder.
Las encuestas anuales tienden a tener un alcance más amplio y hacen una variedad de preguntas. Se centran más en temas específicos y normalmente no contienen más de 10 preguntas. Pueden dar a los líderes una idea general de cómo los equipos perciben su estilo y nivel de apoyo. Pero los comentarios de la encuesta de pulso pueden revelar oportunidades sobre ciertas áreas de preocupación y necesidades actuales. Los líderes pueden utilizar las respuestas de los empleados para ofrecer más recursos, mejorar los métodos y aumentar los niveles de satisfacción a largo plazo.
Realizar reuniones individuales y de equipo
Un estilo de liderazgo democrático incluye pedir de forma rutinaria a los empleados su opinión sobre procesos y decisiones. En lugar de que un gerente tome decisiones solo, todo el equipo puede participar y opinar. Esta pequeña diferencia puede aumentar los niveles de compromiso, ya que involucra a los empleados en elecciones que impactan directamente en su trabajo.
Los equipos generalmente no pueden elegir a sus gerentes, pero la forma en que su líder aborda el trabajo definitivamente influirá en su felicidad. Los empleados pueden sentirse menos controlados si pueden ayudar a moldear sus lugares de trabajo y las prácticas de sus líderes. Las reuniones individuales y de equipo son oportunidades para que los gerentes descubran formas en que están frenando al grupo.
Los miembros del equipo pueden señalar, por ejemplo, cómo las responsabilidades en conflicto les impiden terminar el trabajo a tiempo. El líder podría reestructurar esas tareas o traer más personal para manejar asignaciones de trabajo específicas. Del mismo modo, una reunión uno a uno podría revelar que un empleado necesita más capacitación en el trabajo y participación directa del gerente. El líder podría adoptar un enfoque más práctico o emparejar a ese empleado con un miembro del equipo con más experiencia.
Trabajar con los empleados en las trincheras
La investigación de encuestas muestra una desconexión entre las visiones de los líderes individuales y las direcciones estratégicas de sus organizaciones. Solo el 29% de los empleados piensa que la visión de su gerente siempre se alinea con la de la organización. Esto puede estar relacionado con la falta de comunicación y apoyo a lo largo de la cadena de liderazgo. Sin embargo, también podría deberse a que los gerentes a veces se alejan de lo que sucede en las trincheras.
Tomarse el tiempo para trabajar con cada miembro les da la oportunidad de establecer una relación con los empleados y experimentar cómo son sus trabajos. Los gerentes pueden descubrir que los procedimientos que consideraban útiles no funcionan tan bien en la práctica. También pueden ver obstáculos que encuentran sus equipos y recursos potenciales que faltan.
Unirse a los empleados en su trabajo crea oportunidades adicionales para que los líderes pregunten cómo pueden apoyar mejor a sus equipos. Los empleados pueden hablar sobre sus problemas, hacer preguntas sobre el terreno y recibir orientación en tiempo real. Esta es también una oportunidad para que los líderes demuestren que están dispuestos a arremangarse. No son solo un jefe dando órdenes desde una mesa de despacho. Trabajar junto a los empleados puede demostrar que los gerentes están interesados en mejorar el lugar de trabajo.
Si bien hay varias formas en que los gerentes pueden perfeccionar sus habilidades, los comentarios de los empleados revelan cómo sus comportamientos influyen en el equipo. Los aportes del personal pueden aumentar la autoconciencia de los líderes y ampliar sus perspectivas. Las encuestas a los empleados, las reuniones individuales y grupales y las sesiones de trabajo en persona son formas en que los gerentes pueden recopilar comentarios y abrir las líneas de comunicación. Al considerar e incorporar las sugerencias de los empleados, los líderes pueden satisfacer mejor las necesidades de sus equipos.