El Urban Mobility Challenge, que se celebra del 16 de septiembre al 16 de octubre, es un reto que persigue fomentar la movilidad sostenible entre las empresas y sus empleados.
Según informes del Parlamento Europeo, el transporte es el responsable en nuestro continente de alrededor del 30% de las emisiones de CO2 a la atmósfera cada año. Y dentro de esta cifra, destaca que el 70% se corresponde con el transporte por carretera.
Ante esta situación, la startup Ciclogreen pone en marcha la segunda edición del reto sostenible ‘Urban Mobility Challenge’, que se enmarca en la celebración de la Semana Europea de la Movilidad. El objetivo principal es que las empresas participantes y sus empleados adopten hábitos de transporte más respetuosos con el medioambiente. Los empleados consiguen sumar kilómetros sostenibles al desplazarse a sus puestos de trabajo mediante formas de transporte sostenibles: por ejemplo, ir en bicicleta, andando, en transporte público o en coche compartido.
En dicho reto, las empresas participantes compiten entre sí para acumular un mayor número de kilómetros sostenibles. Según afirma Gregorio Magno, CEO de Ciclogreen, el ranking que se establece durante el ‘Urban Mobility Challenge’ se trata realmente de un “ranking de sostenibilidad y del compromiso que tienen estas empresas por lograr que sus empleados se desplacen de forma sostenible al trabajo con todos los beneficios que ello conlleva”. El primero de los beneficios que genera este reto sostenible tiene que ver con la lucha contra el cambio climático. A través de la movilidad sostenible, se logra reducir considerablemente las emisiones de CO2 generadas por el uso irracional del coche.
De esta manera, se evita la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, preservando así nuestro planeta. Otra de las ventajas de este reto tiene que ver con la mejora de la salud del empleado y de su calidad de vida gracias al fomento de formas de desplazarse más activas. Esto también redunda en la empresa, ya que se reduce el absentismo laboral relacionado con las bajas por enfermedad.
Además, en este sentido de la salud de los empleados, este reto sostenible puede jugar un papel importante frente a la situación del Covid-19. Si es cierto que se contabilizan los kilómetros recorridos en transporte público y en coche compartido, también es verdad que el ‘Urban Mobility Challenge’ ofrece otras opciones individuales. De esta forma, el empleado puede utilizar la bicicleta o el patinete eléctrico entre otras alternativas de transporte individuales que reducen la posibilidad de contagio.
En la edición de 2019 del ‘Urban Mobility Challenge’, participaron un total de 10.442 usuarios que ahorraron la emisión de 51.068 kilos de CO2 a la atmósfera gracias a los 204.291 kilómetros sostenibles recorridos. Para la inscripción y participación en esta edición de 2020, tan solo es necesario acceder a la página web, donde se encuentran todas las instrucciones. Los empleados deben descargarse la app de Ciclogreen para poder registrar sus desplazamientos sostenibles. Por su parte, el responsable de la empresa tiene acceso a un panel de control desde el cuál puede comprobar cómo está funcionando el reto entre los empleados y también calcular las emisiones de CO2 que se están evitando.
Los empleados de las empresas participantes que superen el reto entran en el sorteo de diferentes premios y regalos que sirven como incentivos para acumular más kilómetros sostenibles. Este reto de movilidad sostenible está dirigido tanto a empresas como a ayuntamientos y universidades.