El mentoring es una práctica que se pone en marcha en algunas empresas, en base a la cual el personal que está iniciando su carrera profesional (el ‘mentorizado’) recibe una orientación por parte de quien ya ha acumulado experiencia y valía a lo largo de los años.
«Este tipo de relaciones se establece siempre entre dos sujetos: el ‘mentorizado’ debe tener un perfil con iniciativa personal y con potencial dentro del esquema de una entidad, mientras que el ‘mentor’ tiene la inclinación por compartir lo que ha aprendido durante su trayectoria.
La finalidad de esta estrategia es optimizar los recursos humanos de una empresa poniendo en contacto a dos profesionales, puesto que uno quiere enseñar lo que sabe y el otro está dispuesto a aprender.
El mentoring se ha puesto de moda pero es una práctica muy antigua. Históricamente, el maestro en un oficio ayudaba al principiante a desarrollar su aprendizaje y carrera profesional. De hecho, como otras tantas cosas, el mentoring tiene su origen en la antigüedad y, de manera más específica, en la mitología griega: Mentor es un personaje de la Odisea de Homero, concretamente un amigo de Ulises, quien le encarga a Mentor que se haga cargo de la educación de su hijo Telémaco.
Para que el mentoring sea eficaz, algunas empresas establecen un programa con dos vertientes. En la primera, el ‘mentorizado’ realiza un plan de desarrollo personal, es decir, qué le gustaría conseguir profesionalmente en un futuro y para ello establece una serie de objetivos. En el segundo aspecto del programa, el ‘mentor’ debe supervisar el plan concebido por el mentorizado. La idea es crear una relación mutua enriquecedora.
En ocasiones este tipo de proceso de enseñanza-aprendizaje se plasma a través de un documento, ‘el contrato de mentoring‘. La finalidad del mismo es que ambas partes tengan claro cuál es su papel y qué puede esperar del otro. El contrato de mentoring se realiza también para formalizar el compromiso de los dos participantes y así evitar falsas expectativas».
¿Qué no es mentoring?
El mentoring no es formación: La labor de un mentor consiste en compartir su sabiduría y experiencia, no en formar al mentorizado (o mentee) sobre conocimientos técnicos. El mentor ayudará al mentee a aprender realizando intercambios, formulando y respondiendo preguntas y compartiendo.
El mentoring no es coaching: Un coach prepara a las personas para que evolucionen y no da consejos sobre sus trayectorias profesionales ni oportunidades de desarrollo ni les ayuda a que elaboren su red interna.
¿Cuáles son los beneficios del mentoring para una PYME?
Los beneficios del mentoring son múltiples para todos los que intervienen en el proceso. El mentoring ofrece beneficios tanto para el mentor como para el mentorizado, pero también para el responsable directo del mentorizado y para la empresa.
El mentoring facilita que otras personas adquieran el modelo y los comportamientos del estilo de liderazgo de la empresa, además de ayudar a que los empleados asuman la autoresponsabilidad en su desarrollo profesional. El desarrollo de programas de mentoring fomenta la satisfacción laboral, el compromiso y la fidelización. También permite que las nuevas incorporaciones y las personas que cambian de rol profesional asuman sus responsabilidades más rápidamente.
Además, el mentoring aumenta la comunicación efectiva, la gestión de conocimientos y del talento de la empresa en proyectos estratégicos y permite identificar a los futuros sucesores en las posiciones clave.
Son muchas las empresas que ya han apostado en el pasado o apuestan en la actualidad por los programas de mentoring, cuya implantación en distintos tipos de compañías conlleva beneficios para las personas implicadas y sobre todo para el negocio.
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