En un entorno económico en constante evolución, las empresas necesitan más que nunca estrategias claras para garantizar su estabilidad y crecimiento. Con la llegada de 2025, las empresas afinan sus planes y estrategias para el próximo año.
ERA Group ha identifica seis claves que permiten a las compañías blindarse para liderar el futuro.
Claves para alcanzar el liderazgo empresarial
- Optimización de costes: No se trata de hacer recortes inconexos e ineficaces, sino de analizar cada partida presupuestaria para identificar ahorros y eficiencias sin comprometer la calidad. Esto implica evaluar y rediseñar procesos que fortalezcan la estrategia empresarial a largo plazo.
- Tecnología y digitalización: Antes de realizar inversiones significativas, las empresas deben auditar sus procesos para identificar las áreas en las que la tecnología puede añadir valor. Sistemas basados en IA y Big Data permiten optimizar la cadena de suministro al prever interrupciones, mejorar la planificación y reducir costes operativos. Además, facilitan la automatización de tareas, agilizan las operaciones y ofrecen datos en tiempo real para tomar decisiones informadas. Un ejemplo claro es Walmart, que utiliza la IA y la analítica avanzada para anticiparse a la demanda, optimizar su logística y mejorar la satisfacción del cliente. Al implementar estas tecnologías, las empresas no solo mejoran la eficiencia, sino que también liberan recursos humanos para centrarse en funciones más estratégicas.
- Consolidación de proveedores: Reducir el número de proveedores ofrece claros beneficios operativos y financieros, como procesos más simples, mayor trazabilidad de los gastos y economías de escala. Sin embargo, es esencial evitar una dependencia excesiva, ya que esto podría comprometer la continuidad operativa en caso de interrupciones. Al consolidar relaciones con proveedores estratégicos y contar con alternativas fiables, se garantiza la capacidad de respuesta ante imprevistos.
- Apuesta por los criterios ASG como ventaja competitiva: Incorporar los principios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) en las operaciones y la gestión de proveedores aporta ventajas tangibles. Las empresas pueden lograr importantes eficiencias operativas al tiempo que reafirman su compromiso con las prácticas éticas. Asimismo, este enfoque mejora la reputación de la marca, atrae a clientes e inversores y contribuye a un entorno empresarial más sostenible y responsable.
- Resiliencia frente al mercado: La combinación de los rápidos avances tecnológicos, la inestabilidad geopolítica y los cambios en las preferencias de los consumidores conlleva tantas oportunidades como riesgos. Esto obliga a las empresas a construir cadenas de suministro sólidas y estrategias empresariales flexibles. Gestionar la volatilidad del mercado y tener agilidad para capitalizar los avances tecnológicos es crucial para seguir siendo competitivos. En definitiva, se debe potenciar la resiliencia empresarial.
- Formación y retención del talento: En un entorno cada vez más digital, formar a los empleados es una prioridad para maximizar tanto el talento humano como las capacidades tecnológicas. Una adecuada formación y gestión del cambio son esenciales para evitar el rechazo a las nuevas tecnologías. Además, las empresas deben crear estrategias para retener el talento, ofreciendo oportunidades de desarrollo, flexibilidad laboral y un entorno alineado con sus valores. Los empleados capacitados y motivados no solo mejoran la productividad, sino que también actúan como embajadores de la marca, fortaleciendo la cultura organizacional y mejorando los resultados generales.
“Las empresas deben actuar con visión a largo plazo, optimizando sus recursos, apostando por la innovación y construyendo relaciones sólidas con socios estratégicos. Estas son las bases para mantenerse competitivos y asegurar su liderazgo en el futuro”, declara Fernando Vázquez, socio consultor y co-area developer en ERA Group España.