Los líderes de hoy requieren habilidades y enfoques muy diferentes para guiar a la fuerza laboral del mañana. Donde las empresas y líderes de ayer estuvieron una vez enfocados en las ganancias trimestrales, los líderes en tiempos de coronavirus deben reajustarse para poner mayor énfasis en las habilidades de las personas.
Necesitamos lo que Mark Brown, autor estadounidense de bestsellers sobre liderazgo, llama líderes expedicionarios: «Un líder que esté dispuesto y sea capaz de salir de la sabiduría convencional y utilizar un conjunto de valores fundamentales profundamente arraigados y una comprensión de lo humano y psicología para navegar en aguas desconocidas y tener un impacto positivo en el mundo «.
Después de veinte años como instructor de Outward Bound, una red internacional de programas de liderazgo, la toma de liderazgo de Brown depende en gran medida de los pilares de la empresa.
Para hacer avanzar a las empresas, cree que necesitan guías que dominen los grupos líderes en los desafíos de lo desconocido.
Las cuatro fases de una expedición
Antes de embarcarse en un viaje, los líderes expedicionarios crean un plan de cuatro fases: descubrir, diseñar, sumergir y reflexionar. Brown sugiere usar estas mismas fases en el liderazgo organizacional para crear una cultura de trabajo con un propósito.
- Descubre tu punto de partida: Evalúa las fortalezas de tu equipo. ¿Quién en tu equipo lidera a través del servicio a los demás? ¿Quién está preparado para hacerlo mejor, para ser mejor? ¿Quién tiene la confianza y la resistencia para superar los desafíos?
- Diseñar un enfoque basado en la misión: Crea una cultura laboral donde el propósito sea el enfoque centralizado de la empresa. El trabajo impulsado por un propósito crea empleados altamente motivados, más productivos y más leales. Además, los empleados que creen que su trabajo tiene un propósito viven vidas más saludables. Esta es la clave del propósito sobre las ganancias.
- Sumérgete en el crecimiento de tu equipo: Ya sea una promoción, un gran proyecto o una iniciativa de cambio interno, se dará un crecimiento personal. Un verdadero líder expedicionario guía este crecimiento sin juicio y con ánimo y apoyo.
- Reflexionar sobre las lecciones aprendidas: Al final de una campaña, un proyecto, o incluso al final del día, alienta a tus empleados, y a ti mismo, a encontrar los momentos de enseñanza y encontrar formas de aplicarlos en futuros esfuerzos.
La fuerza laboral del mañana exige guías expertos: alguien que entienda que somos más fuertes juntos que separados, que la adversidad puede ser nuestro mejor maestro, y que cuando nos apoyamos y alentamos unos a otros, podemos superar dificultades aparentemente imposibles.