Dado que la estrategia se trata de elecciones y el equipo toma decisiones diarias, cada empresa tiene un plan. El problema es cuando las decisiones que se toman no hacen avanzar a la empresa.
A continuación, vemos seis estrategias comunes pero ineficaces que puedes estar utilizando.
Estrategias comerciales que no funcionan
- Eres reactivo
Ser reactivo en los negocios a menudo lleva a ponerse al día en lugar de marcar el ritmo. Implica responder a los desafíos y oportunidades en lugar de anticiparlos y planificarlos de manera proactiva. Este enfoque puede resultar en oportunidades perdidas, mayores costes y menor eficiencia.
En lugar de responder de forma reactiva, deberías adoptar una estrategia proactiva, previendo problemas potenciales, actuando antes y aprovechando al máximo las nuevas oportunidades. Al adoptar un enfoque agresivo, puedes mantenerte al tanto y promover el desarrollo económico y la flexibilidad de tu empresa.
- Haces lo que siempre has hecho
Eres consciente de que la estrategia es eficaz. Te sientes cómodo llevándola a cabo. Seguramente no querrás tener que cambiarla. Así que sigues adelante.
Desgraciadamente, muchas organizaciones han cerrado sus puertas por falta de desarrollo. El mundo evoluciona continuamente, por lo que debes ser adaptable en lo que haces y cómo lo haces realidad.
- Haces lo que quieres hacer
Construyes las cosas que deseas. El ejemplo clásico es una empresa de robótica que quería producir A a pesar de todos los comentarios de sus consumidores que les decían que necesitaban B. Como la corporación tenía la intención de crear A, continuaron con ese proyecto. Ya no existen. Si eres el único que se beneficia, tienes un pasatiempo, no un negocio.
- Persigues lo nuevo
Diariamente se establecen nuevas prioridades, comenzando con correos electrónicos que dicen: «Mira lo maravilloso que es esto». “Deberíamos llevarlo a cabo”. Puedes lanzar un nuevo proyecto de vez en cuando con el fin de crearlo. A veces, lo haces porque es nuevo y emocionante en lugar de esforzarte al máximo en lo que realmente hay que hacer.
- Realizas la menor cantidad de compras posible
Operar con una mentalidad reactiva a menudo lleva a examinar cada inversión en busca de la opción más barata, e incluso buscar alternativas gratuitas. Este enfoque miope puede resultar en un progreso lento, alienando a los miembros potenciales del equipo y agotando recursos esenciales.
Con el tiempo, la empresa no podrá ejecutar tareas de forma eficaz debido a la falta de recursos necesarios. En cambio, priorizar las inversiones estratégicas y fomentar una cultura proactiva puede permitir que la empresa prospere, atrayendo a los mejores talentos y garantizando recursos suficientes para la innovación y el crecimiento.
- Vas tras el dinero
Ves una oportunidad de ganar una cantidad significativa de dinero rápido, por lo que inmediatamente te esfuerzas en ello olvidándote de lo que estabas haciendo antes. No importa que (de alguna manera) quieras que tus compañeros de equipo continúen realizando esas tareas. Hoy es el día de ingresar un cheque; el mañana no es una preocupación. Lamentablemente, es posible que mañana no tengas trabajo.