El 15% no realiza ningún tipo de actividad física regular.

El 62% de los españoles pasa más de 5 horas al día sentado

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Actualizado 19 | 04 | 2021 13:12

Ergonomía teletrabajo

La llegada de la pandemia de COVID-19 ha impactado en nuestras vidas en diferentes niveles: el teletrabajo se ha convertido en una realidad para la mayoría de los empleos y la movilidad de las personas ha quedado reducida a las normativas de las autoridades sanitarias.

Un estudio de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) alerta que el 62,2% de los españoles pasa más de 5 horas al día sentado. Es más: El 15% de los ciudadanos no realiza ningún tipo de actividad física, manteniendo un estilo de vida sedentario.

Aún, el informe denota algunos cambios importantes en el estilo de vida de los españoles a raíz de la pandemia: El 37% de las personas manifiestan no dormir bien durante el confinamiento: “La crisis sanitaria está suponiendo una alteración de nuestra rutina, y esto tiene consecuencias en nuestro ritmo diario” alertan fuentes de Deusto Salud, “por ello, hay que prestar más atención que nunca a nuestra alimentación y ejercicio físico”.

Más ejercicio, peor alimentación

Y es que, paradójicamente, 3 de cada 10 españoles (32%) reconoce que practica más ejercicio ahora que antes de la pandemia del COVID-19. Aun así, los españoles han engordado de media 5,7 kilos, además de ser el país europeo donde más ciudadanos reconocen haber ganado peso, con un 38 %, según una encuesta de IPSOS: “Sin duda, el principal motivo está en la alimentación” señalan desde Deusto Salud: “Hemos cambiado nuestras rutinas de forma radical, pero no así las pautas alimenticias, que incluso han empeorado”.

Sin ir más lejos, un 10 % de los españoles reconoce haber aumentado su ingesta de alcohol, y un 30% el de bebidas azucaradas.

Nuevas rutinas de alimentación

Por ello, desde Deusto Salud recomiendan cambiar algunos hábitos alimenticios, y proponen 5 cambios de pautas diarias para estos meses de crisis sanitaria:

  1. Hidratarse de forma sana. El agua forma parte de nuestro cuerpo en un 70%. Cuando aparece la sed, nuestro cuerpo ya ha iniciado el proceso de deshidratación; por eso es importante hidratarse antes. Para mantener un buen balance hídrico debemos ingerir entre dos y tres litros de agua al día. Así, evitamos la ingesta de otras bebidas, que suelen tener una gran cantidad de azúcar y dificultan la digestión.
  1. “Mindful eating”. Una de las formas de calmar el hambre emocional causada por la ansiedad o el estrés es practicar la alimentación consciente. Es decir, identificar los momentos en que el hambre es real, oler y masticar los alimentos a conciencia, en definitiva, dedicar a la comida el tiempo que se merece y comer sin remordimientos.
  1. Se fiel a tu rutina. Establecer hábitos para comer, hacer deporte y descansar. Para ello, planificar un menú semanal y lista de la compra para adquirir productos frescos.
  1. Reducir los productos procesados. La ingesta de productos de alto contenido en grasas, azúcares y sal provocan cansancio y pesadez en el cuerpo. En cambio, las frutas, las verduras, las hortalizas, las legumbres y el pescado aportan las vitaminas y proteínas que el cuerpo necesita.
  1. Contactar con un especialista. Una forma de cambiar tus hábitos definitivamente es pedir ayuda a un profesional. Un coach nutricional puede ayudar a identificar patrones de conducta alimenticia vinculados a las emociones; establecer las bases del estilo de vida saludable; y crear las rutinas alimentarias que más se adecuen a tu situación.

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