Los negocios más pequeños vienen de un mundo muy tradicional y no tienen los recursos para afrontar la transformación digital

El primer error que cometen muchas empresas es confiar las ventas ‘online’ a márketing

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Actualizado 18 | 06 | 2018 07:00

Ventas online

El francés Ronan Bardet, CEO de EGI Group y cofundador de Club Ecommerce, ha vivido de cerca la transformación digital que las empresas de retail han acometido en los últimos años.

Según este experto, las marcas han de tener claro que las tiendas a pie de calle tienen que caminar de la mano de sus hermanas en la red y satisfacer al cliente del mismo modo.

Falta de cultura digital

El problema de los negocios más pequeños es que vienen de un mundo muy tradicional y no tienen los recursos humanos ni tecnológicos para poder afrontar la transformación digital del sector. Tampoco tienen la cultura digital suficiente para hacerlo.

El primer error que acostumbran a cometer es confiar las ventas online al responsable de marketing, que no tiene idea de qué es un e-commerce.

El segundo problema es que, en lugar de hacer una transformación omnicanal, muchas han segmentado los negocios, el online y el físico, en lugar de buscar una sinergia entre ambos. A partir de ahí, hay empresas que han contratado gente, equipos, han hecho una transformación interna, no solo en el online. Lo han hecho de todos los aspectos que están relacionados con la marca.

Comercio conectado

La tienda también debe modernizarse; lo que nos lleva a un nuevo concepto que es el comercio conectado.

Las pequeñas marcas pueden usar recursos como, por ejemplo, los markets places de Amazon, de Zalando o La Redoutte, aconseja este especialista, donde distribuyen productos de otras empresas.

También ve una gran oportunidad para las DNVB, las nuevas marcas que nacen en Internet. Según él, son empresas que no van a pensar en una tienda física, son muy reactivas, flexibles, tienen bastante margen y mucha capacidad de crecimiento; como, por ejemplo, la marca de gafas Hawkers, que pasó a tener una facturación de 100 millones de euros en tres años para luego abrir algunas tiendas offline. Otro ejemplo es Bonono, la marca de ropa norteamericana.

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