Los expertos coinciden en cuatro cosas sobre la falta de sueño

¿Duermes poco? Esto es lo que le sucede a tu cerebro

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Actualizado 03 | 03 | 2021 07:00

Falta de sueño

Aunque se recomienda que los adultos duerman entre siete y nueve horas por la noche, la mayoría de nosotros nunca alcanzamos ese objetivo. Después de una noche inquieta gracias a nuestro recién nacido, esa taza de café de última hora de la tarde o el estrés laboral, cada mañana tenemos que comenzar un nuevo día de trabajo.

Ser productivo cuando nuestro cuerpo no ha podido descansar adecuadamente durante la noche es una batalla cuesta arriba, y puede tener serios impactos en nuestra productividad.

Pero, ¿qué le está sucediendo exactamente a nuestro cerebro por la mañana después de una noche en vela? Los expertos explican exactamente qué sucede cuando no dormimos lo suficiente.

No podrás responder en tiempo real

Estás bostezando sobre tu café en una reunión a las 10 de la mañana y tu jefe te llama la atención. Normalmente, podrías seguir las exposiciones, hacer preguntas o participar en la reunión, pero estás en blanco. “Esto se debe a que la falta de sueño ha disminuido tu estado de alerta y tiempo de respuesta”, dice la psicoterapeuta Jenny Maenpaa. Los investigadores han relacionado el comportamiento aletargado y el procesamiento mental más lento con la mala calidad del sueño, lo que significa que, incluso si conoces la respuesta, es difícil acceder a esa información cuando estás cansado.

Es posible que no seas un cirujano o un piloto cuyo trabajo dependa de decisiones de una fracción de segundo, pero definitivamente no podrás realizar tu actividad correctamente si no duermes bien regularmente. «Con el tiempo, descubrirás que si tu estado de alerta y rendimiento sufren, es imposible que hagas tu trabajo según los estándares esperados», dice. «Esto puede reflejarse en errores de todo tipo, desde correos electrónicos e informes mal escritos a una revisión del desempeño crítica».

Olvidarás más cosas

Normalmente, tu lista de tareas es fácil de ejecutar, ya que tienes una idea clara de lo que necesitas hacer y cuándo. Pero cuando estás privado de sueño, es más difícil llevarla a cabo. Como terapeuta de trastornos del sueño, Heather Turgeon explica que cuando echamos de menos el sueño, se reduce la actividad cerebral en las regiones involucradas en la memoria de trabajo. Esto significa que no podemos retener información o pensar creativamente.

«Una de las nuevas líneas de pensamiento sobre el sueño sugiere que mientras dormimos, el líquido cefalorraquídeo elimina ciertas toxinas del cerebro y permite la formación de memoria», explica. “No obtener suficiente sueño reparador podría interrumpir la formación de recuerdos”.

Tu mente será más caótica y puedes sentirte ansioso

Muchos expertos creen que caer en un sueño lo suficientemente profundo como para soñar le da a nuestra mente la oportunidad de liberar energía negativa y estresante. «Los investigadores creen que los sueños pueden ayudarnos a analizar experiencias emocionales recientes e intensas, creando conexiones entre las neuronas y permitiéndonos despertarnos más tranquilos sobre lo que hemos experimentado», dice la psicoterapeuta Jenny Maenpaa.

Quizás venga de ahí el consejo popular que dice que, ante un problema, “mañana (tras dormir) veremos las cosas de otra forma”, ya que el descanso parece darle a nuestra mente una perspectiva más clara.

No podrás luchar contra tus impulsos

Es más fácil morderte la lengua cuando tu compañero de trabajo hace algo molesto cuando estás bien descansado, dice Maenpaa.

Nuestros instintos animales más innatos surgen cuando no dormimos lo suficiente. «Todas las estrategias que hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida para ayudarnos a controlar nuestras reacciones emocionales primitivas las olvidamos cuando estamos cansados», dice. «Tenemos tiempos de reacción más lentos, podemos prestar menos atención a los matices en las situaciones y tenemos una capacidad reducida para controlar nuestras reacciones emocionales inmediatas».

Como un niño pequeño que no se sale con la suya, a menudo volvemos a este estado infantil cuando nos sentimos agotados o fuera de control. «Tu cerebro cree que estás involucrado en una situación de ‘lucha o huida’, y apaga todas las funciones no esenciales que serían innecesarias en una situación cercana a la muerte», dice Maenpaa. «Esta alarma interna también altera la forma en que el cerebro controla el estado de ánimo, la motivación y el miedo».

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