Cuando se trata de definir el éxito, no hay una respuesta correcta. Puede significar ser dueño de tu propio negocio, ganar más de un millón de euros, conducir un coche en particular o simplemente tener más libertad con tu tiempo.
Pero cuando se divide en un solo día de trabajo, el éxito a veces puede ser un poco más difícil de medir. Tu definición de éxito incluso puede cambiar a lo largo de tu carrera a medida que te desarrollas tanto profesional como personalmente.
A continuación, compartimos los mayores indicadores de un día de trabajo exitoso.
- Tu lista de tareas pendientes es más corta que al principio del día
Es posible que tus días consistan en listas de cosas por hacer. Al final de tu día, mira tu lista, y si es más pequeña de lo que era por mañana, considéralo un día productivo. Como emprendedor, no puedes esperar marcar todo en tu lista. Pero, si crees que has hecho algún progreso, grande o pequeño, esto indica que has tenido un día exitoso. El éxito es una serie de pequeños logros. Crea listas de tareas realistas todos los días e intenta marcar al menos tres tareas antes del final del día.
- Has trabajado con tu equipo para identificar nuevas soluciones y oportunidades
Cuando comienzas un negocio, es normal asociar el éxito con ganancias en ventas y buenas noticias. En cambio, asocia un día exitoso con la resiliencia. Como emprendedor, eventualmente te das cuenta de que cada día traerá desafíos y nuevos problemas para resolver. El éxito es cuando trabajas en equipo para encontrar nuevas soluciones e incluso identificar nuevas oportunidades que, como resultado, harán que tu negocio sea mucho más fuerte.
- Tus acciones de hoy tendrán un impacto a largo plazo
Al principio de tu carrera, un buen día puede estar determinado por la capacidad de completar un proyecto, cerrar un trato o trabajar en una lista de tareas. A medida que avanza tu negocio, puedes medir el éxito en función del impacto a largo plazo de tus acciones actuales. Esto te ayuda a desarrollar un enfoque más progresista en todo lo que haces para que tu tiempo se dedique mejor al desarrollo de la empresa en lugar de simplemente invertir demasiado tiempo en las trincheras. Cuando realizas tareas que ayudan a impulsar el negocio durante los próximos meses y años, puedes aumentar tus ingresos y ganancias de manera sostenible.
- Tienes paz mental al final del día
Tu tranquilidad al final del día también puede ser un indicador razonable. Si has logrado varias cosas que necesitabas, tu mente te permite dormir bien y seguir adelante. Si tienes retrasos todo el día o procrastinas, estarás mucho más insatisfecho y conectado al final del día.
- Te has ceñido a tu horario diario
Empieza la parte profesional de tu día con una lista de tareas incrementales necesarias para lograr objetivos. Comienza con esa lista y luego avanza marcando las casillas a medida que completas las tareas. Estas tareas pueden ser multifacéticas: algunas de ellas serán puras ejecuciones y otras comunicaciones comerciales regulares, reuniones de equipo, etc. Esta práctica te dice que te estás moviendo en la dirección correcta. Apégate a tu horario diario. La regularidad trae un crecimiento sostenible, y esto es lo que te debe importar.
- Aborda tu “roca” más grande
Todo depende de cómo veas el éxito. Al comienzo de tu carrera, y está bien si todavía lo haces, puede tachar elementos de una lista de tareas pendientes. Si completas la mayoría o todos los elementos de tu lista, esa podría ser la definición de un día exitoso para ti. Pero también puedes abordar tu roca más grande. Al comienzo de cada día, anota las tres grandes «rocas» o acciones que necesitas completar. Cuando cierres tu ordenador al final del día, si una de esas rocas se ha movido, considera que el día fue un éxito.
- Te sientes feliz con tu trabajo
Es importante que estés satisfecho con el progreso que has logrado. Si constantemente te comparas con otros dueños de negocios de alto perfil o dudas de tu trabajo, tendrás dificultades para crecer personal y profesionalmente. Establece la lista de tareas pendientes y administrarla en función de tus estándares y expectativas.