Con el comienzo del nuevo curso vuelven los madrugones, los deberes y, como no, las actividades extraescolares y las clases de apoyo. Todo ello puede complicar nuestro desempeño laboral y esa conciliación familiar que cada vez es más solicitada por los trabajadores.
Esto puede dar lugar a episodios de estrés y es que, según un estudio llevado a cabo por GoStudent: al 72% de las madres y padres de nuestro país el inicio del nuevo curso le resulta un periodo estresante. En la actividad frenética en la que vuelven a adentrarse, las actividades extraescolares tienen un papel importante pues implican una dedicación de tiempo extra que a veces puede ser difícil de gestionar. Por ello, para el 44% de los encuestados las clases particulares online pueden ser una alternativa para reducir el estrés y lograr esa conciliación familiar tan deseada.
Sin embargo, a la hora de volver a nuestro día a día, tampoco podemos olvidarnos de trabajar nuestras emociones. Una mala gestión del inicio escolar y la vuelta a la rutina puede causar, sin duda, un intenso malestar emocional y disparar los niveles de ansiedad.
Para muchos padres aprender a conciliar el trabajo y la familia puede parecer una tarea titánica, pero, en realidad, es sólo cuestión de actitud y práctica. Si bien no existe una única fórmula ya que las estrategias que funcionan para unas familias no son tan efectivas para otras, los expertos de TherapyChat han elaborado algunas claves sencillas que pueden ayudarte a gestionar mejor tu día a día para que llegues a todo y mantengas a raya el estrés.
- Ten claros tus objetivos del día. Tener claros cuáles son tus objetivos te ayudará a organizarte mejor y priorizar aquellas tareas que valen la pena y distinguirlas de las que no te aportan nada. Además, te ayudará a tomar mejores decisiones, haciendo que enfoques tu energía física y mental en lo que en realidad te importa.
- Crea una rutina. Contar con una rutina no sólo te ayudará a organizar mejor tu tiempo permitiéndote centrarte en las tareas más importantes, sino que contribuirá a automatizar muchas actividades en las que inviertes un tiempo y energía preciosos. Saber de antemano a qué hora irás al gimnasio o cuándo pasarás a recoger a los niños puede ayudarte a gestionar mejor el tiempo del que dispones, facilitando tu organización y ahorrándote un estrés innecesario.
- Planifica la semana. Dedicar unos minutos el viernes a última hora o el lunes a primera hora para planificar tu semana te ayudará a visualizar mejor todas las tareas que te aguardan y a conferirles un orden. De esta manera, evitarás pasar por alto actividades importantes, a la vez que podrás reservar un tiempo para cada una. También es un excelente ejercicio que te ayudará a cumplir tus objetivos centrándote en las tareas que en realidad valen la pena. Anota lo que vas a hacer esa semana (ojo, no lo que querrías hacer), pero sé realista.
- Confiere un tiempo a cada actividad. Conceder un tiempo determinado a cada actividad de tu día a día no sólo te ayudará a tener una mejor organización y llegar a todo lo que tenías planificado sino que evitará que dediques más tiempo del necesario a cada tarea. Obviamente, no se trata de vivir bajo una agenda estricta que añada tensión a tu día a día sino de disponer de un horario que confiera orden a tu jornada.
- Aprende a delegar. Delegar las tareas que no son tan importantes y que otras personas pueden hacer por ti no sólo te ahorrará mucho tiempo para centrarte en lo que de verdad te interesa, sino que aligerará la carga que llevas sobre tus hombros. Por tanto, siempre que sea posible, delega en otros compañeros de trabajo las tareas a las que no llegues o no sean de tu área y busca el apoyo de tu pareja para lidiar con las responsabilidades domésticas.
- Enseña a los niños a ser autónomos y organizados, trabajando en equipo, todo será mejor. Ellos pueden recoger su plato y vaso de la mesa y ponerlos en el lavavajillas, vestirse solos, organizar su ropa, recoger los juguetes, etc. siempre desde la responsabilidad y el espíritu lúdico, no desde la orden ni la exigencia.
- Convierte a la tecnología en tu mejor aliada. Además de las aplicaciones que te ayudan a gestionar mejor tu tiempo, puedes utilizar las videollamadas o los servicios de mensajería instantánea para comunicarte con tus compañeros de trabajo o los profesores de tus hijos sin tener que desplazarte. También puedes apoyarte en la tecnología para acudir a terapia desde la comodidad del hogar y en el horario que mejor te venga, conectándote con un psicólogo que te brinde las herramientas que necesitas para controlar el estrés y lidiar mejor con tu día a día.
- Dedícate tiempo. Cuando se trata de conciliar trabajo y familia muchas veces se pasa por alto el cuidado personal. Sin embargo, dedicar un tiempo a relajarte, disfrutar de tu pasatiempo favorito, dar un paseo o descansar es tan importante como aprender a hacer malabares con las responsabilidades cotidianas. Cuando pones el foco de atención en ti, tu bienestar mejora y tus niveles de estrés disminuyen, lo cual te brindará un extra de energía y te permitirá mantenerte más centrado en las tareas del día a día.