El riesgo financiero es una parte inherente de hacer negocios, pero eso no significa que tengas que aceptarlo

Cómo administrar el riesgo financiero en una pyme

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Actualizado 05 | 01 | 2024 08:12

Riesgo financiero pyme

Las mejores empresas saben cómo atraer a los clientes y, al mismo tiempo, mantener buenas ganancias. Desafortunadamente, los factores externos y las malas decisiones pueden llevar a tu empresa a un caos financiero.

La buena noticia: hay una manera de reducir estos obstáculos aprendiendo sobre el riesgo financiero y cómo mitigarlo.

¿Qué es el riesgo financiero?

El riesgo financiero es la posibilidad de que un inversor o propietario pierda dinero en un negocio o inversión. Las pérdidas pueden provenir de menores ingresos, mayores costes o ambos. El riesgo financiero también puede provenir de factores externos, como cambios en la economía o el panorama político (por ejemplo, bloqueos inducidos por una pandemia).

Luego están los propietarios que toman malas decisiones comerciales, como:

  • Ser altamente dependiente de un cliente, lo cual es un riesgo si ese cliente lleva su negocio a otra parte
  • Estar altamente apalancado, lo cual es un riesgo si las tasas de interés suben.
  • Invertir fuertemente en una industria, lo cual es arriesgado si esa industria pasa por una recesión.

Sin un plan para reducir el riesgo financiero, tu negocio puede ir cuesta abajo rápidamente, causando despidos, aumento de la deuda o incumplimiento de los pagos de la deuda.

La mala gestión del riesgo financiero no solo perjudica tus finanzas, sino que también daña tu reputación entre los trabajadores y posibles socios o inversores.

Al conocer el riesgo financiero, puedes tomar mejores decisiones sobre cómo hacer crecer tu negocio y minimizar las posibilidades de pérdidas financieras.

Tipos de riesgo financiero para las empresas

Hay cinco tipos de riesgos financieros que las empresas deben monitorear y mitigar:

  1. Riesgo operativo: es el riesgo de perder dinero por errores o imprevistos. Por ejemplo, si tu línea de ensamblaje se descompone y no puedes producir, perderás ingresos. Para mitigar el riesgo operativo, ten planes de contingencia, como copias de seguridad para tu línea de ensamblaje o materias primas.
  2. Riesgo crediticio: este es el riesgo de que los clientes o prestatarios no te paguen. Por ejemplo, si otorgas un préstamo a un cliente y no cumple con los pagos. Para reducir el riesgo de crédito, puedes exigir a los clientes que proporcionen garantías o que contraten un seguro.
  3. Riesgo de mercado: este es el riesgo de que los cambios en el mercado afecten tu negocio. Por ejemplo, si eres un minorista de bolsos de lujo y hay una recesión, la gente puede reducir sus gastos. Para gestionar el riesgo de mercado, diversifica tus productos y tu base de clientes.
  4. Riesgo de liquidez: este es el riesgo de no poder cumplir con tus obligaciones financieras, como pagos de préstamos o pagos de proveedores, porque no tienes suficiente efectivo disponible. Esto puede suceder si tienes demasiada deuda o si tus clientes no pagan a tiempo. Para mitigar el riesgo de liquidez, configura una línea de crédito o un fondo de emergencia.
  5. Riesgo legal: este es el riesgo de ser demandado o responsabilizado por algo. Por ejemplo, si eres un fabricante y tu producto causa una lesión, podrías ser considerado responsable. Para minimizar el riesgo legal, contrata un seguro o crea contratos que limiten tu responsabilidad.

Identificación de riesgos financieros

El primer paso para identificar los riesgos financieros es comprender cuáles son esos riesgos. Luego, puedes desarrollar estrategias para manejarlos. Estas son algunas formas de hacerlo:

  • Revisa tus estados financieros: identifica todas las fuentes de ingresos y gastos usando hojas de cálculo o software de contabilidad para ver dónde puedes reducir costes (por ejemplo, alquiler, servicios públicos, inventario).
  • Analiza las deudas comerciales: mira tu balance general. ¿Tienes suficiente efectivo para cubrir los costes operativos? ¿Cuánto debes en deuda? ¿Qué tipo de deuda (a corto o largo plazo) tienes? Asegúrate de estar actualizado y de no estar al borde del incumplimiento o de la incautación de activos.
  • Identifica las debilidades operativas: observa las áreas de tu negocio que no funcionan bien, como líneas de producción lentas o baja moral de los empleados.
  • Compara las métricas con las de la competencia: mira cómo les está yendo a otros en tu industria: ¿hay una tendencia a la baja en todos los ámbitos o solo te está sucediendo a ti?

Después de identificar los riesgos financieros, es hora de desarrollar soluciones. Por ejemplo, puedes decidir vender equipos innecesarios o contratar más empleados, si beneficia a tu empresa a largo plazo.

Ten en cuenta que algo de riesgo es bueno. Por ejemplo, asumir una gran deuda, como un préstamo inmobiliario para comprar un edificio, puede ayudar a la expansión, lo que ayudará a aumentar los ingresos futuros.

Cómo calcular el riesgo financiero

Puedes estimar el riesgo financiero utilizando varias fórmulas, según el tipo de riesgo que desees detectar.

Mientras que un inversor puede querer conocer los márgenes de beneficio de la empresa, un ejecutivo puede estar más centrado en garantizar que los costes operativos de la empresa sean bajos.

Estas son las razones más comunes utilizadas para calcular el riesgo financiero:

  • Ratio de margen de contribución: mide cuánto contribuye cada venta a cubrir los costes fijos. Para calcularlo, toma tu margen de contribución (ventas – costes variables) y divídelo por las ventas. Cuanto mayor sea el porcentaje del margen de contribución, menos riesgoso es tu negocio.
  • Relación del efecto de apalancamiento operativo (OLE): mide cuánto aumentan o disminuyen los ingresos en función de los cambios en el volumen de ventas, para que puedas determinar cuánto dinero te queda para pagar los costes no operativos. Para calcularla, toma tu margen de contribución y divídelo por el margen operativo. Cuanto mayor sea tu porcentaje OLE, mayor será tu potencial de ganancias.
  • Razón de deuda a capital: mide cuánta deuda tiene tu empresa en comparación con el capital. Para calcularla, toma tu deuda total y divídela por tu capital social. Una alta relación deuda-capital significa que tu negocio es más riesgoso.

¿Qué es la tolerancia al riesgo?

La tolerancia al riesgo es la cantidad de riesgo que estás dispuesto a asumir y si puedes afrontar la pérdida sin cerrar tus operaciones. Esto difiere de una empresa a otra, ya que algunas personas se sienten más cómodas con el riesgo que otras.

Los factores que afectan la tolerancia al riesgo son:

  • La industria de la inversión: las industrias volátiles como la restauración y la comida y bebida son de mayor riesgo, especialmente porque las cadenas de suministro y los problemas de salud pueden cerrar las operaciones.
  • La edad de la empresa: las empresas emergentes a menudo son más tolerantes al riesgo porque están tratando de entrar en el mercado, mientras que las empresas establecidas pueden ser más reacias al riesgo porque quieren mantener su posición actual.
  • Tu situación financiera: si tienes una posición financiera sólida, es posible que estés más dispuesto a asumir riesgos.
  • Preferencias personales: algunos dueños de negocios son más reacios al riesgo que otros debido a su tipo de personalidad o circunstancias de vida.

Cuando tomes decisiones comerciales, considera tu tolerancia al riesgo preguntándote cuánto estás dispuesto (y puedes permitirte) perder. Por ejemplo, si estás considerando una nueva línea de productos, evalúa las probabilidades de obtener un retorno de la inversión y si perder esta inversión afectará tu capacidad para sobrevivir financieramente.

Si el golpe paralizará tu empresa, es probable que el riesgo sea demasiado alto y que la recompensa no valga la pena.

Los mejores métodos para manejar el riesgo financiero

Hay varias maneras de evitar el riesgo financiero:

  • Ten múltiples fuentes de ingresos: crea más de un flujo de ingresos. Si tienes una lavandería, agrega máquinas expendedoras o un servicio para lavar, secar, doblar y entregar ropa.
  • Crea carteras diversificadas: ten diferentes inversiones, como acciones, bonos y bienes raíces. Esto reduce el riesgo porque si una inversión falla, es posible que las otras no.
  • Crea un plan de gestión de riesgos: este es un documento que describe el enfoque de tu empresa para gestionar lo riesgos. Debe incluir la tolerancia al riesgo, las políticas y los procedimientos de tu empresa, para que todos estén en sintonía.
  • Contrata el seguro adecuado: no debes estar asegurado de forma insuficiente y tener que pagar de tu bolsillo los daños, pero tampoco debes gastar de más en las primas. Encuentra el equilibrio adecuado para tu industria.
  • Contrata a un consultor de gestión de riesgos: estos profesionales pueden ayudarte a identificar, evaluar y administrar el riesgo.
  • Guarda ahorros para emergencias comerciales: reserva ingresos de 6 a 12 meses para cubrir los gastos comerciales durante una recesión, una pandemia u otro evento imprevisto.
  • Revisa tu riesgo financiero regularmente: a medida que cambia tu negocio, también lo hacen los riesgos. Revisa tu plan de gestión de riesgos al menos una vez al año para asegurarte de que sigue siendo relevante.

El riesgo financiero es una parte inherente de hacer negocios, pero eso no significa que tengas que aceptarlo. Continúa evaluando tu bienestar financiero y sé innovador: no hay una sola forma de mitigar el riesgo financiero, así que sé creativo y mira qué funciona.

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